iPhancia

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El mundo se está volviendo loco. Recuerdo esos días de verano jugando a las muñecas «Baby Born» que llevaban locas a todas las niñas de la generación del 94. Recuerdo también esos juegos de autobús o esas conversaciones en un parque con los amigos al salir del colegio mientras compartíamos una bolsa de chucherías o de pipas.

Esos días, son pasado. Y no, no lo digo porque yo ya no seachildren-ipod-technology-iphone-internet esa niña, sino porque las cosas han cambiado. Las niñas de 14 años de ahora ya no son las del año 1994. Esas niñas, han cambiado. Las niñas de 14 años de ahora, son las niñas del siglo XXI y éstas, ya no quieren saber nada de «Baby Born» ni de «pipas», ahora el «Baby Born» se llama «iPhone» y esas pipas se llaman ron.
Me pregunto, ¿por qué? La infancia se acaba cada vez más pronto y lo que es peor es que la madurez cada vez tarda más en llegar, sin contar que en algunos casos no llega, ni siquiera puede que se entienda el significado.

Es una pena. Una pena es que una etapa tan bonita como la infancia, con la que no se tienen preocupaciones y se deba dejar rienda suelta a la imaginación, enseñemos a los niños a sustituir un muñeco por un móvil limitando su imaginación, ¿dónde ha quedado el decir que la nena nos ha perdido las llaves porque se las habíamos dejado para jugar? En el olvido. Los móviles pasan a ser objetos de juego en niños, porque el sonido de las llaves no es tan eficaz para calmarlos como los colores de la pantalla, y claro, los padres solo quieren que su hijo, deje ya de llorar. ¿Os dais cuenta?

Sin ir más lejos, el otro día, vi que ya empezaban varas tiendas de juguetes con las propagandas para la campaña de Navidad y me animé a coger una. ¿Sabéis la decepción que servidora se llevó cuando pasaba páginas y páginas y no había una sola en la que no se viera un juego camuflado de iPhone o de dispositivo electrónico? Voy a apuntar el que más impacto me produjo, «tu tablet contacuentos».

¿Dónde han quedado esos montones de cuentos que nuestra madre dejaba cada noche sobre nuestra cama mientras nos los contaba para hacernos conciliar el sueño y que una vez nos habíamos dormido, nos movíamos, caían al suelo y nos despertaban de nuevo?

La vida ha cambiado y con ella en el iCloud momentos se han almacenado.
Por último, voy a informaros de que cada día aumentan los datos en casos de depresión o de ansiedad en gente joven, y habiendo leído el texto, supongo que os será bastante obvio encontrar un por qué. Además, y a consecuencia de esto, se ha demostrado que las personas fueron más felices antes de haber evolucionado tanto con la tecnología, ciertamente hasta el punto de crearnos esta dependencia a la que estamos sometidos actualmente.

Día a día nos daremos cuenta de que el «Baby Born» llora de manera muy diferente, llora a ritmo de Whatsapp.

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Andrea Santacreu Aura

Estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas en la UA.

2 comentarios en «iPhancia»

  1. Andrea, estoy muy de acuerdo con este artículo. Es una pena que los niños de hoy en día no puedan disfrutar de todas las muñecas y todos los juegos con los que nuestra generación jugó.

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