Las olvidadas de Alicante

Las olvidadas de Alicante

Suelen decorar zonas transitadas y son mayoritariamente arte urbano, no pasan desapercibidas, pero tampoco la gente se interesa por ellas. Mayoritariamente pueden ser utilizadas como referencia para visualizar un sitio:

«-Nos vemos en la UA»

– ¿Dónde?

– En la mano.

Pues está escultura fue obra de Pepe Díaz Azorín y es un homenaje a la universidad de Orihuela y a los docentes. Se llama «Diuxar l´espai» y es una escultura realizada en hormigón, mide siete metros y pesa 52 toneladas. La gente la conoce puesto que los estudiantes la ven a diario, pero todos la llaman por su nombre coloquial.

A parte de este ejemplo, hay muchos más como esta:

La primera que se nos puede venir a la mente es la estatua de “El adivinador”, por su nombre lo más probable es que no la conozcamos, pero se localiza en un lugar muy transitado como lo es el paseo del puerto.

Esta escultura de bronce fue realizada por el escultor castellonense Juan Ripollés, su peso es de cuatro toneladas y mide 8 metros de altura. Muestra a un personaje con números en la cabeza y con doble cara, una neutra y otra más reflexiva mostrando así la lectura del futuro, de ahí su nombre. Aunque la estatua se sitúe en uno de los lugares más transitados de la ciudad, pasa muy desapercibida por la gente que reside en Alicante y eso que lleva desde el 2010 en nuestra ciudad.

“La Mariposa” de Manolo Valdés es una escultura que se mostró temporalmente en el Paseo de La Explanada, fue muy visitada en su momento ya que era la novedad y en principio está estancia no sería definitiva. Cuando anunciaron que se quedaría en Alicante, gracias a la Fundación Hortensia Herrero, definitivamente la gente dejó de interesarse por ella y actualmente se ubica en la Plaza de Galicia una zona menos transitada que la anterior.  La escultura está realizada a partir de aluminio recubierto con pintura de epoxi mostrando una cara sin facciones tapada con una mariposa que refleja una experiencia del autor vivida en Central Park.  Pesa 5 toneladas y posee luces de colores, para facilitar su visionado por las noches. Forma parte de una trilogía «La Pamela» y «Mariposas» encontrándose estas en Valencia y Castellón respectivamente.

La escultura de un hombre haciendo surf localizada en el puerto de Alicante tiene un trasfondo mayor que la gran mayoría desconoce. Se trata de una actualización de un mito griego ya que la escultura se denomina “El regreso de Ícaro con su ala de surf” haciendo alusión a la perdida de las alas de Ícaro por volar cerca del sol. Mide 2’ 35 m de altura, está realizada en bronce fundido y actualmente es cuidada con una cera para evitar la corrosión de agua. La autora de la escultura es Esperanza d’Ors y su misión era llegar a la gente con un mensaje inspirador «constituye un homenaje a todos los que intentan volar y soñar»

Estas son solo algunas de las esculturas más notables, pero hay infinidad de obras que no poseen el reconocimiento que merecen. Como podemos observar muchas de estas obras las vemos a menudo y no somos capaces de decir su nombre o de identificar a su autor, con estas actitudes infravaloramos así a los artistas nacionales y al trabajo que conlleva crear una obra de dichos calibres en lugar de incentivarlas e interesarnos más por ellas.

Alejandro_Soriano

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