Rubén Hernández, diseñador de alta costura: “En Alicante la gente no se viste, se disfraza”

Rubén Hernández creció pasando el tiempo entre costuras. Desde pequeño, al haberse criado con una madre costurera, le ha interesado el mundo del diseño y el patronaje. Con el tiempo, tanto él como su hermano siguieron los pasos de sus predecesores. Así, Rubén se abrió un hueco en el mundo de la moda desde muy joven.

¿Le costó abrir su primera tienda con tan solo 20 años?

Fue difícil. En un principio estaba trabajando con mi hermano, pero teníamos ideas diferentes, y como yo siempre he tenido muy claro lo que quería hacer, para mí esperar más era perder el tiempo. Así que la firma como Rubén Hernández empezó en ese momento la indumentaria.

Complicado fue, ya que mis padres nunca fueron muy indulgentes, y todo me lo he tenido que ir trabajando yo poco a poco, ahorrando, pero al final se consigue.

¿En qué momento dio el paso a convertirse en un diseñador bridal y por qué?

Empecé con el tema de la indumentaria, y esas clientes cuando se iban casando me pedían que les hiciese también el vestido. A mí siempre me ha gustado mucho el tema de novia, fiesta y demás porque es muy amplio. Podemos decir que la necesidad de mis clientes me posibilitó que pudiera volcarme en el tema de las novias.

¿Cómo ve la industria de la moda en Alicante? 

Flojita. Pero a mí realmente no me afecta porque yo aquí tengo trabajo, viene a verme gente de fuera.No tengo la necesidad de irme a otro sitio donde esté quizá más desarrollado el sector.

¿Cómo están los de estudios de moda en Alicante?

Hay poca cosa. Aquí en Alicante hay un modulo, y también se puede estudiar en Orihuela o Alcoy, pero ya está. Salvo las academias privadas que hay, no hay mucha elección.

¿Qué opina de la moda en Alicante?

Yo siempre lo digo, Alicante no es una ciudad donde la gente vista especialmente bien. Quizá sea por el turismo o el clima, pero a la hora de vestir tenemos tendencia a disfrazarnos. A veces hay gente que lleva prendas de verano con cosas de invierno y viceversa. Pero es eso, en Alicante la gente no se viste, se disfraza.

Algunos diseñadores como Carolina Herrera dicen que  la moda no es la tendencia que se lleva, sino la identificación propia que deja cada diseñador siguiendo un estilo a lo largo de su carrera. Y usted, ¿Qué cree que es la moda?

Yo creo lo mismo. Normalmente las tendencias las creamos nosotros, y tratamos de seguir una evolución dentro de esa tendencia, siendo fieles a nuestro estilo y al mismo tiempo diferentes. No suelo aceptar trabajos que no crea que van con lo que yo hago.

¿Qué le diría a una persona que quiere ser diseñadora?

Le diría que si es lo que realmente le gusta y tiene vocación siga adelante. Es como cualquier otro oficio, cuando las cosas se hacen con gusto siempre salen mejor. Ya no es solamente un trabajo, lo que te ayuda a ser más profesional.

¿Cómo surgió la colección ‘Les fleurs’?

Fue por el 15 aniversario de ‘Lucía se casa’ y me invitaron a participar en el desfile en Madrid, que se realizaba en el jardín botánico. Así que decidí inspirarme en el entorno que habría en el lugar para crear una armonía entre él y mis vestidos.

¿Hay algún trabajo del que se sienta más orgulloso?

Intento sentirme orgulloso de todas mis creaciones, pero claro quizá por la circunstancia, la persona o el desarrollo alguno llama más la atención. Orgulloso estoy de todos, pero por la repercusión mediática que tuvo quizá sería la vez que trabajé con Paris Hilton.

¿Cree que el avance tecnológico ha afectado a la moda?

Ha afectado, sí. Para algunas cosas bien, y para otras a lo mejor no. Las tecnologías son útiles a la hora del patronaje, la producción… Aunque está claro que un bordado artesanal no puede compararse con uno a máquina, pero hay algunos muy logrados. Pero al final creo que afecta para bien.

¿Participará en la Pasarela Cibeles?

Cuando gané en 2007 el premio nacional de moda, conseguí el acceso a participar. En aquel momento, debido al fallecimiento de mi madre, no pude asistir. Ahora mismo si no participo es porque creo que mi trabajo no encaja en ese tipo de pasarela que está más enfocada a ropa de calle.

Para empezar a diseñar una colección desde cero, ¿qué es lo primero que piensa?

En la armonía. Tiene que tener coherencia, relación, temática. Puedes empezar viendo tejidos, luego darle un enfoque.

¿Cómo definirías sus diseños?

Creo que soy versátil. Puedo hacerte un diseño más rococó o uno más sencillo, pero siempre jugando con la elegancia y sin perder la originalidad.

¿Qué es lo más importante a la hora de vestir?

La persona. Yo puedo hacer el vestido del siglo, pero si la persona no sabe llevarlo, no se verá igual. La percha es fundamental

 

Una rueca de ilusión

Elegancia, sobriedad, romance… son palabras que, como ideas fugaces, aparecen cuando cruzas la puerta al paraíso de Rubén Hernández.  Un gran candelabro lleno de cristales refleja la tenue luz. Y, sobre el escritorio de madera, sugiriendo el movimiento de un cancán al bailar, se alza un jarrón lleno de lirios blancos, dotando al espacio de un aire de gozo y sofisticación. Agendas y dibujos esparcidos por la mesa; en una pila, catálogos llenos de ideas y sueños; en las esquinas, decenas de telas amontonadas: blancas, de color, con texturas, con brillos o sin ellos… todo cobrando vida en un mismo lugar. Una diminuta escalera blanca con forma de caracol lleva al lugar donde sucede la magia.  Y es que, Rubén Hernández Costura siendo un lugar tan coqueto como ajetreado es, sin duda, donde se hilan los sueños.

Sandra Pineda

Alumno de primero de Publicidad y RRPP. Grupo 1.

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