La cultura recalentada

La cultura recalentada

Me acabo de hacer un café hace un momento y acto seguido me he puesto a revisar mis asuntos. Nada fuera de lo común: leer las noticias, revisar el correo, etc.

Pero al meterme en uno de los foros que sigo habitualmente, éste en concreto sobre cultura de cine y series (si es que hay alguna diferencia más allá del formato), he leído un hilo sobre un episodio concreto de la cuarta (y penúltima) temporada de la serie The Wire que planteaba lo siguiente:

«No digo que no, pero que alguien me explique por qué es esta serie [The Wire] una obra de arte. Es muy realista, vale, pero la realidad no tiene por qué ser divertida. No es una serie de buenos contra malos, la serie va de Baltimore y las injusticias que no la dejan prosperar. […] Aparte de las intervenciones de Omar y algunas cosas más no le veo la gracia a la serie, es decir: termino de ver el primer episodio de la quinta temporada de The Walking Dead casi temblando de la emoción, pero termino este episodio, por ejemplo, y es como «pff vale», nada me ata a ver el siguiente episodio. Simplemente intento comprender qué hace de esta serie una obra de arte, porque yo no lo veo.»

Me lo he pensado durante un segundo, y como no es la primera vez que veo a alguien plantear una cuestión similar, he creído conveniente resolverlo. Cabe decir que The Wire es una trama policial ambientada en la ciudad estadounidense de Baltimore que se podría definir como «la gran ‘novela’ negra americana de este siglo«; para los que no sepáis de qué va el tema. El caso es que, en mi opinión:

– Cuando el objetivo de una serie, una película, un libro, una obra de teatro, etc. es el mero entretenimiento (que te haga pasar el rato, que simplemente te enganche), se convierte en ocio. Con toda probabilidad, un producto a comercializar para un público que demande una manera de invertir su tiempo libre (y muy posiblemente una parte de sus recursos económicos).

– En cambio, cuando el objetivo es: replantear la estructura ideológica que las personas nos formamos sobre algún sector de nuestra sociedad (ya sea a nivel filosófico, político o moral-ético), establecer relaciones conceptuales entre dos términos normalmente separados, expresar emociones de una manera precisa o completamente personal, simplemente exaltar la belleza (en sus múltiples formas) o una mezcla de (todo) lo anterior, en ese caso estamos hablando de arte.

También quiero destacar que, para mí, la esencia de la mejor novela negra reside, precisamente, en que su realismo palpable y poco agradable esconde detrás unas intenciones bastante más complejas que el mero hecho de mostrar la realidad, pues la propia realidad es tan compleja que muchas veces es el vehículo perfecto para exponer las grietas de nuestra sociedad.

Ahora bien, entonces, conforme a esto, aquellos que ya habéis visto la serie, ¿en cuál de las dos categorías clasificaríais primordialmente a The Wire?

He de aclarar que con esta última pregunta no quiero manifestar que no exista un punto de encuentro entre ambas cosas. Es más, de ser así, no existiría lo que desde ya hace unos cuantos años recibe el nombre de industrias culturales. Mi único propósito con dicho interrogante es aclarar la cuestión de por qué The Wire debe considerarse como arte. Y espero (y creo) que eso haya quedado claro.

Y con respecto a las diferencias entre series (en el comentario se comparaba The Wire con The Walking Dead en ciertos aspectos), no quiero hablar del asunto de si existe una valoración universal posible para un producto artístico, y de si la hay para un híbrido como los que he mencionado al principio procedente de las industrias culturales, y de si dicha valoración debe proceder del consenso o de expertos en la materia (o de ambas).

No quiero entrar en ese tema porque, dejando a un lado evaluaciones sobre aspectos técnicos, en esas cuestiones quedan irremediablemente abiertos varios debates y habría que definir ciertos parámetros tales como si juzgaríamos a una serie por su calidad como objeto de entretenimiento o por su calidad como producto artístico, si lo haríamos desde ambas perspectivas (en conjunto o por separado), si tendríamos en cuenta las posibles limitaciones que éstas tuvieran con respecto a presupuesto, contexto sociocultural en el momento en que se desarrollaron, etc.

Y, como ya he dicho, no voy a seguir escribiendo sobre esto. Básicamente por el hecho de que se me está enfriando el café y al final me va a tocar recalentarlo. Y todos sabemos que no tiene nada que ver el café recalentado en el microondas con una buena taza calentita recién servida, ¿verdad?

The Wire, de lo mejor en novela negra americana
The Wire, de lo mejor en novela negra americana

Andrés Lucas

Hoy en día, con la comunicación se puede llegar a cualquier parte. Según propuso Frigyes Karinthy en 1930, solo 6 personas (como mucho) nos separaban de cualquiera de las 2.000 millones que había en el mundo por aquel entonces. En la actualidad somos más de 7.000 millones, pero apuesto a que el grado de separación entre nosotros no llega a las 6 personas.

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