Paula Morote: “Si me llaman de un equipo de fuera, que sea la UA”

Paula Morote: “Si me llaman de un equipo de fuera, que sea la UA”

Hoy, la joven Paula Morote, de 23 años y nacida en Zaragoza, cuenta su experiencia como deportista en el Máximo Nivel de fútbol Sala Femenino. Su vida dio un vuelco tras la llamada del Equipo de Fútbol Sala Femenino de la Universidad de Alicante.

 

Pregunta: ¿Cómo empezó su pasión por este deporte?

Respuesta: “Te puedo decir que desde la barriga”. Mi padre fue futbolista, jugó en la Selección Española y supongo que los genes trasmiten eso.

Desde muy pequeña, con seis años, encontramos un equipo femenino de fútbol sala (Red Star) y mis padres no dudaron en apuntarme. Y hasta día de hoy, aquí sigo, jugando a este deporte.

Se podría decir que así empezó mi carrera deportiva.

 

P: ¿Cuál es su trayectoria deportiva?

R: Como te he dicho antes, empecé jugando en Zaragoza en el Red Star, que era el filial del equipo de mi ciudad que estaba en primera división. Estuve jugando en ese club hasta los quince años que subí al primer equipo, en el que estuve tres años.

Al final de esa temporada, me llamó el equipo de la Universidad de Alicante, que se encontraba y encuentra en Primera División. Yo tenía dieciocho años, pero, pese a eso, no dudé en dejar mi vida de Zaragoza y cambiarlo todo por este deporte.

Aquí he jugado cinco temporadas y esta última abandoné el equipo por motivos que hablaremos después.

Actualmente, estoy jugando en el Hércules Fútbol Sala que milita en Segunda División Nacional.

 

P: ¿Cuál fue la reacción de sus padres ante la decisión de marcharse de Zaragoza?

R: “Uf, mi madre se enfadó un poco, jaja”. A ver, yo sé que para unos padres es una situación difícil de asimilar e incluso de aceptar. Mi padre no dudó en apoyarme y decirme que sí, que adelante, que lo hiciera. Pero, mi madre lo asimiló diferente, no podía pensar que su hija de dieciocho años se fuera a marchar de ciudad sin saber el billete de vuelta.

Aún así, ambos sabían que era lo que realmente quería y al final terminaron apoyándome, porque la decisión la tenía clara y no la iba a cambiar.

Siempre decía: “Si me llaman de un equipo de fuera, que sea la UA”

 

P: ¿Cómo compaginaba su vida privada/personal con el Deporte de Alto Rendimiento?

R: Dejando muchas cosas de lado. Muchos fines de semana, muchos cumpleaños de familiares, muchas bodas… Al final un Equipo de Primera División te exige tiempo y siendo muy pequeña ya estaba comprometida en este mundo, por lo que, mi adolescencia fue diferente a la de cualquier otro niño.

Cuando eres pequeño es todo mucho más fácil porque sólo tienes que compaginar estudios y deporte, pero una vez que acabas de estudiar y quieres empezar en el mundo laboral es cuando tienes que empezar a saber cuales son las prioridades de tu vida.

 

P: Llevando el tema a otro terreno, ¿Qué opina usted sobre las desigualdades de sexo en el deporte?

R: Una injusticia. Me parece increíble que, jugando al mismo nivel profesional, que, por ejemplo, Ricardinho, él, al igual que todos los jugadores de su mismo nivel, puedan vivir de ello y nosotras simplemente por el hecho de ser mujeres no podamos.

Esta desigualdad también se ve afectada por la influencia que la publicidad le proporciona a los chicos a través de medios de televisión, periódico, redes sociales, o incluso, en la afición.

 

P: ¿Qué consecuencias ha tenido en usted esta desigualdad?

R: Llega un momento en el que tienes que tomar decisiones puesto que no puedes vivir de ello. Tienes que buscarte tu futuro, formándote y trabajando, dejando en segundo plano el compromiso tan exigente que supone ese nivel.

Ahora mismo, lo tengo como hobbie, mi hobbie favorito. Es lo que más me gusta hacer, pero en este momento no me lo puedo tomar igual que cuando tenía quince años.

 

P: Respecto a las lesiones, ¿Tiene malas experiencias?

R: “Uf, llevo las dos rodillas rajadas”. Para un deportista lo peor que hay son las lesiones y yo por desgracia estoy operada de los dos ligamentos cruzados anteriores de las rodillas. Mi primera lesión fue con dieciséis años en Zaragoza, que fue mi segundo año, en primera división. Yo pensaba, que no volvería a jugar. Recuerdo la noche, pos-operación, que estando en la cama del hospital, llorando le dije a mi madre: “mamá, si lo sé no me opero”. Pero al final, todo pasa con sacrificio. Eso sí, yo no se lo deseo a nadie.

Por si era poco, cuando me vine a Alicante, el primer año me lesiono la otra rodilla, de lo mismo, LCA. Eso sí que fue como un jarro de agua fría, que dije que me dejaba el fútbol y que no volvía a pasar por lo mismo.  Pero… ¿Qué son seis meses de recuperación con todo lo que me queda por jugar? Esa era la pregunta que a mí me salvó y decidí operarme. Y así fue. A los siete u ocho meses, volví a jugar y a disfrutar de cada partido.

 

P: Para finalizar la entrevista, ¿Qué consejo le daría a una niña que desease jugar en Primera División?

R: Que nunca deje de luchar por ello. Que al final, si trabajas para ello, te exiges, eres comprometida y vives por y para ello, llegarán las oportunidades.

mm

Laura Jordà Tomás

4t de Publicitat i Relacions Públiques. Perfil dinàmic i creatiu. A més, clarinetista en projecte.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *