Purificación Martínez: “La parte más complicada es cuando tengo que trabajar con niños”
Purificación Martínez Martín de 46 años, es educadora social en el centro de acogida de personas sin hogar o Albergue Municipal de Albacete. Lleva 15 años trabajando para el ayuntamiento dando ayuda a los más desfavorecidos, comenzó trabajando en el Centro de la Mujer, luego en la casa de acogida “Jovenalba” con mujeres maltratadas más jóvenes y finalmente llegó al Albergue.
Pregunta: ¿Por qué decidió formarse para ser educadora social?
Respuesta: En un primer momento fue una salida laboral cuando en España empezó la crisis. Conocía el puesto de trabajadora social pero no de educadora social ya que era un perfil nuevo y pensé que habría trabajo de ello.
P: ¿Qué funciones se desarrolla como educadora social en un centro de acogida?
R: Lo primero que hacemos es hacer una primera atención donde se valoran las necesidades y recogemos todos los datos para conocer todo el historial de la persona que vamos a atender. A veces la solicitud es solo orientativa o informativa y termina nuestra labor, otras derivamos a sitios donde deben ser atendidos. Y por desgracia, hay otros casos que verdaderamente acuden porque se encuentran en la calle y donde no tienen cubiertas sus primeras necesidades como puede ser comida o ropa. En estos casos acogemos a estas personas, a veces durante días y otras se amplían durante meses.
P: ¿Con qué ámbito dentro de la educación social se siente más identificado?
La educación social es un gran abanico donde podemos trabajar con niños, adultos, enfermos de salud mental, personas consumidoras de sustancias tóxicas y alcohol o personas con discapacidad. Es un abanico tan grande que no puedo identificarme con un solo ámbito porque trabajo con todos.
P: ¿Qué diferencia hay entre un trabajador social, un psicólogo y un educador social?
R: Es verdad que tienen en común que todos nos dedicamos a trabajar con personas problemas. Pero yo diría que el psicólogo es la persona que intenta ayudar corrigiendo o mejorando la conducta de las personas, el trabajador social es más de preparar los papeles, las ayudas o el tipo de intervención que puede hacer entre las familias y el educador social es más quién hace el seguimiento diario de estas ayudas.
P: ¿Qué mitos o errores existen alrededor de tu profesión?
R: Pienso que como el educador social es una figura más reciente, muchas veces se le cambia el nombre a “cuidador” porque estás haciendo el mismo trabajo. Quizás el error es no tener bien identificada esa titulación.
P: ¿Cuál es el perfil de la gente que llega al centro de acogida?
R: Por suerte o por desgracia el perfil que acude es súper amplio: desde inmigrantes, personas con problemas de drogadicción, problemas de salud mental, personas que simplemente han tenido mala suerte y han perdido un trabajo o gente joven que no encuentra un trabajo y con familias desestructuradas. Normalmente son de una edad mediana, sobre todo están acudiendo personas de entre 40 y 50 años.
P: ¿Este perfil ha cambiado desde que empezó usted a trabajar hasta ahora?
R: Sí, cuando empecé a trabajar atendíamos más a inmigrantes pero con la crisis se notaba que los españoles eran más del 50%. Además antes las mujeres acudían menos y actualmente están entre 60% hombres y 40% mujeres de diferencia.
P: ¿Qué le aporta a su vida personal su trabajo?
R: Por supuesto ayudar a la gente te llena personalmente. Saber que con tu trabajo estas ayudando a una persona a salir adelante es beneficioso para uno mismo.
P: ¿Cuál ha sido el caso más complicado con el que ha tenido que tratar?
R: Casos complicados son casi todos por desgracia. Creo que la parte más complicada de mi trabajo es cuando tengo que trabajar con niños porque ver que un niño que está en la calle es duro. No creo que sea complicado profesionalmente pero sí personalmente. También he pasado miedo cuando me han insultado o me han amenazado y no sabía cómo reaccionar. Gracias a Dios han sido pocas veces.
P: ¿Puede llegar a afectarle de forma negativa los casos que atiende?
R: Por supuesto, porque hay casos que son muy complicados donde por mucho que tú te esfuerces para que una persona salga adelante y le enseñas el camino que debe seguir y lo acompañas en esos pasos para poder mejorar su situación, hay gente que por desgracia no quiere, no pone los medios suficientes o no te hace caso y no hacen nada por su parte. Hay gente que ante una negativa incluso se pone agresiva o te insulta y te afecta, y luego esas cosas te las llevas a casa.