Adrián Galiana: «Volverte a levantar, es sólo el principio»

Adrián Galiana: «Volverte a levantar, es sólo el principio»

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Adrián Galiana Bordera es un joven de 19 años que cursa su segundo año de Ingeniería Biomédica en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Una carrera innovadora que forma especialistas en la aplicación de los principios y técnicas de la ingeniería al campo de la medicina. Se dedica fundamentalmente al diseño y construcción de productos sanitarios y tecnologías sanitarias tales como los equipos médicos, las prótesis y los dispositivos médicos, entre otras funciones. Adrián es un universitario entusiasta que tomó la decisión de estudiar el grado en ingeniería biomédica (GIB), movido por sus inquietudes de trabajar en nuevos campos. Dicho grado va más allá de la ingeniería y la medicina. Un estudiante que ha apostado por la innovación en un país que recorta en investigación. Él es uno de los héroes anónimos que como otros universitarios lucha por descubrir algo que mejore el mundo y nuestras vidas.

Pregunta: ¿Cuál piensa que puede ser el ámbito de aplicación o salida laboral de su carrera, al ofrecer una formación diferente a la que puede tener un medico o un ingeniero convencional?

Respuesta: Considero que va a ser el punto de inflexión que va a proporcionar a las ciencias médicas dar un gran avance. Puesto que con los nuevos profesionales va a ser posible el entendimiento entre cuerpo y máquina. Las posibilidades que podemos llegar a pensar son muchas. Por otro lado podrá avanzar en gran medida la maquinaria hospitalaria, y en los hospitales podrán haber cualificados para la correcta utilización de éstas.

P: ¿Qué piensa que puede aportar un ingeniero biomédico a la sociedad?

R: Considero que la innovación en la industria médica aplicando los métodos ingenieriles, así podremos conseguir que la medicina dé un gran avance en los próximos años, puesto que en la actualidad las prótesis no han conseguido integrarse completamente en los pacientes, con este nuevo grado seremos capaces de solventar la carencia que actualmente existe entre la comunicación del médico e ingeniero.

P: ¿Están teniendo problemas a la hora de adaptar los contenidos del grado como suele ser habitual en otras carreras nuevas?

R: Sí, este grado aún está en formación, y probablemente evolucione mucho una vez que las primeras generaciones hayamos acabado. Actualmente el grado se presenta como un aprendizaje de todas las materias, sin especialización ninguna. Esto se debe principalmente a que no existe bibliografía específica, y menos en español, sobre nuestro campo. Así que la solución que ha tomado la universidad ha sido impartir todas las asignaturas en su extensión. Esto hace que los alumnos estemos muy preparados, pero a su vez hace que tanto profesorado como alumnado tengamos que cumplir tiempos imposibles.

P: ¿Piensa que las infraestructuras de su universidad están suficientemente actualizadas para ser funcionales a la hora de formarse en la carrera?

R: Actualmente el grado se imparte en dos facultades, la parte ingenieril pertenece a la facultad de Industriales de la UPV, mientras que la parte más médica pertenece a la facultad de medicina de la UV, situada en Blasco Ibáñez. Por lo que nuestra experiencia como alumnos nos completa tanto como ingenieros como médicos. Aunque es cierto que al no existir conexión directa entre universidades nos encontramos barreras, la principal de éstas es no poder acceder a los préstamos de libros de la biblioteca de medicina. Para un futuro sería conveniente unificar en una misma facultad todo el recurso docente.

P: La ingeniería requiere muchas horas de trabajo, además la medicina exige esfuerzo, constancia y saber organizarse el tiempo. Sin olvidar que su carrera también implica unos conocimientos amplios de biología. Qué sacrificios implica estudiar Ingeniería Biomédica?

R: El grado en Ingeniería Biomédica supone mucho sacrificio, tanto es así que en ocasiones tienes que dejar  de lado tu vida personal para dedicarte única y exclusivamente al estudio. Hay momentos en los que te gustaría renunciar, pero momentos después te das cuenta que vale la pena luchar por ello.

P: ¿Qué le llevo a estudiar esta carrera?

R: El interés por la ciencia, en su conjunto. Desde niño siempre soñé con ser médico, esta idea nunca ha desaparecido en mí, pero a la vez me he ido interesando más y más por la tecnología, por lo que el Grado en Ingeniería Biomédica era la decisión perfecta.

P: En un principio empezó la carrera en Barcelona ya que en Valencia estaba en lista de espera. En ese momento se planteó cambiar a una carrera no tan lejos de casa? 

R: Sí, me replantee la opción de enfermería o farmacia, pero ya habían cerrado plazos. Así que me dispuse a enfrentarme a la carrera de Ingeniería Biomédica en Barcelona. Pero cuando me ofrecieron la oportunidad de cambiarme a Valencia, a pesar de ya haber hecho parciales, acepté.

P: Al acabar la carrera, la suya será la segunda generación en hacerlo en la UPV. Considera que esto le dará más oportunidades de empleo? 

R: Sí, tendremos la capacidad de convertir en realidad aquello que soñemos, volverte a levantar, es sólo el principio. Considero que puede darme más opciones de empleo ya que no existen muchos cualificados en el sector. Así que nos brinda una oportunidad a los que actualmente estamos cursando el grado en GIB.

P: Hoy en día, la mayoría de los universitarios ven su futuro en el extranjero. Es ese su caso?

R: Sí, el grado en ingeniería biomédica va más allá de ser médico o ingeniero, a pesar de que me gustaría trabajar en España y haya pocos graduados en el sector, no hemos de olvidar que fuera de nuestro país lleva más años impartiéndose y tiene un futuro más prometedor, con más oportunidad de másteres.

P: ¿En que le gustaría especializarse al acabar la carrera de Ingeniería Biomédica?

R: Las especializaciones que más interés me despiertan son el máster en ‘Neuroingeniería Biomédica’, es decir, la creación de prótesis biónicas con la capacidad de conexión entre cuerpo humano y máquina, así convertir un impulso eléctrico en un estímulo y viceversa, con el fin de que el sistema nervioso controle la prótesis. Por otro lado ‘Ingeniería Tisular’ también me parece una muy buena salida, sobre todo ahora con el auge de las impresoras 3D y los avances con las células madre.

 

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Nuria Quero

Estudiante de Publicidad y RRPP en la UA. Adicta al teatro.

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