«Marte» No estaba muerto, estaba de parranda
Ridley Scott ha vuelto. Con estas claras y concisas palabras se muestra lo que mayoritariamente podría ser el resumen principal de la película. El hombre que nos regaló joyas como Blade Runner y Alien y que después lo volvió a hacer con Gladiator y con Hannibal ha puesto toda la carne en el asador con este film. Y la jugada le ha salido redonda.
Marte establece una premisa basada en el género de ciencia ficción donde lo predominante es la ciencia. No veremos naves espaciales con láseres de energía ni monstruos del espacio luchando contra humanos, lo primero que nos deja claro la película es que estamos en un futuro muy, muy cercano.
Es por eso que el guión se establece a través de las complicaciones de un viaje espacial marcado por la tragedia, el único punto establecido desde el primer momento es la vuelta a la tierra. Giros, tramas y un gran reparto van zigzagueando en el límite de las situaciones dramáticas. Los puntos emocionales están llevados desde una manera más sátira que dramática. Ahí está donde reside el punto especial de la película, en como empatizar con el público en dicha situación, con dichos personajes y con la manera que nos van marcando. Se juega más con el sentimiento de esperanza que con el de la desesperación, y lo encuentro realmente muy acertado. Ya hemos visto muchas películas de gente que lo pasa mal en situaciones muy complicadas. Aquí hay una en donde se prefiere a una sonrisa antes que un llanto.
El reparto está repleto de caras conocidas
; Matt Damon, Jessica Chastain, Krinten Wiig, Jeff Daniels e incluso Sean Bean (donde permanece con vida durante toda la película) y no supone ningún punto en contra. Cada personaje tiene su momento de participación lo suficientemente grande como para creer conocerlo desde el primer minuto. El único “pero” a esto es que aunque tengamos participaciones de los tripulantes de la nave quizá se echa en falta un poco de tiempo extra en pantalla.
La dirección no destaca tanto como en otras obras de Scott, pero lo que sí es seguro es que cada plano y cada detalle está medido con exactitud. Hablamos de un montaje muy limpio y tratado con mucho mimo.
Para terminar hay que destacar la gran labor científica que tiene detrás esta película, gran parte de ella está continuamente soltándole al espectador datos de física, Química, termodinámica… pero está hecho con tanto cuidado y de forma tan activa que se acopla muy bien a la trama.
“Marte” es una película que sabe cuidar al espectador y sabe darle todo lo que se busca en ella. No intenta ser pretensiosa ni novedosa. Desde el primer momento juega con todas sus cartas y acaba ganando con muy buena nota. Una película muy disfrutable sobre todo para los fans de la ciencia.
Con la película se ha dejado claro que Ridley Scott puede volver a darnos obras con muy buen guión y muy buenos personajes, no hace falta una gran idea, sino un producto tratado con mucho cariño.
Nota: 8/ 10
