Paco Jaime: “El médico les dijo a mis familiares que de esa noche no pasaba”

Paco Jaime, de 79 años, pasaba sus días con completa normalidad, pero nunca se planteó que algo así podía llegar a ocurrirle.

Un lunes, como otro cualquiera, su mujer se fue a comprar y este se quedó en casa solo, hablando con su hijo por teléfono. Paco empezó a encontrarse muy mal y eso su hijo lo notó, así que acudió de inmediato a ver a su padre. El protagonista de la historia no recuerda nada de lo ocurrido ya que parecía estar inconsciente, pero su familia le contó que le llevaron al hospital y nada más llegar le mandaron directo a la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos). Padecía sepsis (una respuesta inflamatoria ante una infección grave, que puede ser mortal si no se trata a tiempo y de forma adecuada) y a él le había afectado a todos los órganos.

Todo esto acabó con Paco en coma durante dos meses (septiembre y octubre). Resultaba que iba de mal en peor, y le empezaron a dar antibióticos pero ninguno le hacía efecto. A finales de octubre avisaron a su familia de que estaba prácticamente falleciendo, y no se podía hacer nada.

La última noche los médicos le dieron el último antibiótico, y cuando la familia volvió al hospital con las pertenencias de Paco, quedaron sin palabras al ver que este había despertado del coma. Al estar tanto tiempo en una camilla, medio cuerpo se le paralizó, así que fue cuestión de un mes en una residencia con fisioterapia para que volviera a moverse como lo hacía normalmente. Esto ha marcado un antes y un después en la vida de Paco.

Pregunta: ¿Cómo actuó su familia durante el periodo en que estuvo en coma?
Respuesta: Mis familiares solían venir todos los días para ver cómo iba en los análisis, pero cuando entraban a verme tenían que ponerse mascarillas, por su seguridad. Me veían muy mal. El médico les dijo a mi mujer y mis dos hijos que de esa noche no pasaba, así que tuvieron que firmar autorizando mi muerte.

P: ¿Cómo puede ser posible que el mismo día que iban a desenchufarle de las máquinas, reaccionara y despertara del coma?
R: Se ve que por la noche me dieron el último antibiótico, y cosa de los milagros esa noche empecé a recuperarme yo solo. En un principio era muy difícil que me recuperase porque la sepsis te paraliza todo, todos los órganos vitales del cuerpo. Cuando mi familia fue al hospital para ver los últimos resultados y al llegar vieron la cara del doctor pensaron que ya había fallecido, pero este dijo: “nos había engañado a todos; a la medicina, a los médicos y a todo el mundo, porque él solo se ha recuperado”.

P: ¿Cómo fue su transcurso en la residencia con fisioterapia?
R: Mi familia tenía que decidir entre quedarse conmigo y ayudarme a mejorar o llevarme a una residencia que tuviera fisioterapia. Mi familia no podía hacerlo porque cada uno tenía su vida y sus problemas, así que decidieron llevarme a una residencia con fisioterapia en Catarroja. Al principio se me hizo una montaña, no comía y no iba al gimnasio prácticamente porque aún iba en carrito. Así que mi hermana me dijo que si quería salir de ahí, lo que tenía que hacer era ir al gimnasio, comer todo lo que me daban y poner todo de mi voluntad. Cuando se fue lo recapacité y me lo tomé enserio. Me empeñé en que tenía que pasar estas navidades en casa. Fui al gimnasio, empecé poco a poco, hasta pasar del carrito al andador y del andador a ir por mi cuenta. Puse mucho empeño, y cuando el gimnasio abrió por las tardes, me apunté también. De hecho, los que mejor funcionaban durante el mes en el gimnasio se les premiaba, y yo estuve como primero durante el mes que estuve allí. Cuando ya me recuperé volví a casa, eso sí, con la sonda de la orina, pero ahora ya estoy prácticamente como nuevo. Eso sí, ya no soy el que era antes, porque yo antes jugaba de vez en cuando al fútbol, corría, pero eso ahora ya no lo puedo hacer.

P: Mientras estaba en estado de coma, ¿tuvo alguna visión o sueño?
R: Bueno, considero que es una anécdota, pero en mi subconsciente soñé que me estaban enterrando, porque me vi dentro del ataúd, y las personas que me querían venían y me besaban como despedida. Yo quería moverme pero no podía, no podía hacer nada. Y vi como mi nieto, al que le gustaba mucho tocar la guitarra, ponía su guitarra encima del féretro justo antes de meterme en el nicho.
Y otra cosa interesante ya que me lo preguntan mucho, es que se suele decir que cuando te vas a morir ves un túnel con luces o algo así. Yo no he visto ningún túnel, y tampoco escuchaba cuando me hablaban las personas que venían a verme. Lo que sí que sentí era que estaba acostado y me notaba que tenía gomas y cables, y yo estaba muy mal porque no podía despertar pero quería con todas mis fuerzas.

P: ¿Qué cambios ha notado después de este duro proceso?
R: Una cosa que he notado era que cuando estaba bien, todo estaba bien, pero cuando estuve en ese trance y luego desperté, fue cuando me di cuenta de que yo era en parte lo que unía a la familia. Cuando yo falté, hubo una cierta parte de la familia que se separó de la otra. Es cuando te das cuenta de que tú sirves de vínculo para las dos. Las cosas cuando despiertas de algo así, cambian radicalmente. De hecho sigo viviendo esa separación que hay entre mi familia, la cual me afecta bastante, pero tampoco digo nada para no complicar las cosas. Además, te das cuenta de los que realmente te quieren y los que no, porque en el hospital venían a verme, pero algunos de los que yo consideraba amigos, al final resultaron que no lo eran.

P: ¿Cómo describiría su vida actualmente?
R: Mi vida ahora es mucho más tranquila. Ahora mi mujer me suele decir que me he vuelto muy tranquilo, y yo le respondo que no es que me haya vuelto más tranquilo, es que tengo otra noción de la vida que antes no tenía. En estos momentos las cosas se ven de otro color, y ya no te apetece discutir con nadie. Si te dicen que algo es blanco, aunque sea negro, tú aceptas que sea blanco porque no tienes necesidad de causar riñas.
Pienso que en mi vida antes del coma me equivoqué, y realmente la que vale es esta que estoy viviendo ahora. Lo que pasa es que yo el año que viene ya cumplo 80 años y es cuando me doy cuenta de todo el tiempo y momentos que he perdido pudiendo dedicárselos a mis hijos y mi mujer.

P: ¿Le han recomendado algo en concreto para mantener bien su salud?
R: Sí. Andar 1 hora como mínimo cada día, pero todo seguido, sin parar y a un ritmo moderado. Y lo hago, porque no quiero volver a caer en lo mismo y hacer sufrir a mi familia. Lo hago por mí y por ellos.