Ficción o realidad: lo nuevo en inteligencia artificial que desafía TODO

OpenAI lanza SORA, una nueva herramienta para crear videos digitales destinada a imaginar lo inimaginable

En la cúspide de una era donde la tecnología redefine constantemente los límites de lo posible, OpenAI nos presenta SORA, una plataforma de inteligencia artificial que promete revolucionar la creación de vídeos digitales, y posiblemente hasta nuestras vidas y nuestra forma de percibir la realidad. La innovación en videos digitales con SORA marca un antes y un después en la forma en que concebimos la creación de contenido multimedia, abriendo un mundo de posibilidades para creadores y profesionales de la industria. Con esta nueva aplicación desde una base de comandos textuales, la plataforma genera vídeos digitales acordes a las peticiones realizadas por los usuarios. SORA sigue así el camino abierto por ChatGPT con los artículos o DALL-E con las imágenes fijas.

Esta innovación para la creación de videos digitales no es solo una herramienta, SORA es un puente hacia un futuro donde cualquier persona, con o sin conocimientos previos en edición de vídeo, puede dar vida a sus ideas más locas y audaces. SORA se perfila como un catalizador para la creatividad, eliminando barreras técnicas y democratizando el acceso a la producción de contenido de alta calidad y, por qué no decirlo, poner patas arriba el sector audiovisual.

Explorando la innovación en videos digitales con SORA: Un cambio de paradigma

Con SORA, OpenAI no solo desafía nuestras expectativas sobre la creación de contenidos digitales, sino que también invita a reflexionar sobre el potencial ilimitado de la inteligencia artificial en el ámbito creativo.

Desde la compañía americana, han destacado que “Sora es capaz de generar escenas complejas con múltiples personajes, tipos específicos de movimiento y detalles precisos del sujeto y el fondo. El modelo entiende no sólo lo que el usuario ha pedido en el prompt, sino también cómo son las cosas en el mundo real».

Expertos como Jim Fan, de NVIDIA – una de los mayores fabricantes de chips del mundo -, reconocen su potencial, aunque señalan que aún hay camino por recorrer. SORA tiene debilidades, como la lucha por simular con precisión la física de una escena compleja o entender instancias específicas de causa y efecto. “Por ejemplo, una persona podría morder una galleta, pero después, la galleta podría no mostrar la marca del mordisco”.

Vídeo de presentación de SORA. Estos son los ejemplos con los que se ha dado a conocer la nueva tecnología de OpenAI. Fuente: YouTube

Actualmente, SORA solo está disponible para «red teamers» o expertos que pueden evaluar riesgos e identificar posibles problemas, como la desinformación, el sesgo y el contenido desagradable. Además, algunos artistas visuales, diseñadores y cineastas, un «número limitado de creadores», según el CEO de OpenAI, Sam Altman, tendrán acceso para proporcionar comentarios sobre cómo mejorar la plataforma y hacerla más útil para los profesionales creativos.

Además, SORA promete transformar la creación de contenido digital, especialmente en educación y entretenimiento, al generar vídeos realistas e inmersivos. Su capacidad para simular físicas complejas abre nuevas posibilidades para materiales didácticos interactivos y campañas de marketing personalizadas, redefiniendo la narrativa y la publicidad.

Cómo SORA redefine lo real y lo artificial: ética y retos de la IA

Puede que nos encontremos ante un punto de inflexión en la era digital. La innovación tecnológica que trae consigo SORA en la creación de videos digitales, no solo revolucionan la creación y el consumo de medios, sino que también plantean preguntas significativas sobre nuestra percepción de la realidad. Al difuminar las líneas entre lo auténtico y lo generado por IA, nos enfrentamos a nuevos desafíos éticos en la comunicación digital, instándonos a reconsiderar la responsabilidad en la era de la información y cómo mantenemos la integridad y la verdad en el vasto mar de contenido generado por IA.

Y es aquí donde surge el mayor problema con el advenimiento de esta nueva y revolucionaria tecnología.

SORA nos aboca a la convergencia de lo imaginado con lo real de maneras sin precedentes. Fuente: CHATGPT

¿Hasta dónde podemos confiar en lo que vemos?

SORA abre un debate crucial sobre la realidad y la ficción en la era digital. A medida que esta herramienta de inteligencia artificial de OpenAI facilita la creación de vídeos hiperrealistas, emerge la preocupación sobre su potencial para difundir desinformación. OpenAI está trabajando en mecanismos para detectar y filtrar contenido engañoso, pero el desafío es grande y quien sabe si imposible. La distinción entre autenticidad y fabricación se vuelve borrosa, invitándonos a cuestionar y a ser críticos con el contenido que consumimos.

Como desatacaba Gil Perry —CEO y cofundador de la compañía de IA israelí D-ID, creadores de Deep Nostalgia— en una entrevista al ConfidencialDigital.com ,“en uno o dos años, no serás capaz de saber qué es verdad y qué es mentira. No ya en películas de Hollywood, sino en tiempo real, incluyendo su uso en videoconferencias”. Uno de estos ejemplos son los deepfakes, como los virales de Tom Cruise.

Quizás, como ha ocurrido en otros muchos momentos de la historia, lo nuevo y novedoso nos haga fijarnos más en un futuro distópico aterrador. Esta tecnología está dando sus primeros pasos, pero cada paso es kilométrico y esta rapidez asusta. Y quizás asusta aún más que la IA generativa es algo que no ya no podemos deshacer.

¿Hasta dónde llegaremos con SORA?

La capacidad de SORA para producir videos digitales es impresionante y no puede ser pasada por alto, abarcando desde encontrar curas para enfermedades que actualmente no tienen solución hasta el diseño de naves espaciales superiores a las creadas por humanos, abriendo puertas a la exploración de nuevos planetas. Y, por supuesto, algo más mundano como hacer películas y disfrutarlas.

Mientras navegamos en este mar de posibilidades ilimitadas, la pregunta que resuena es: ¿Estamos preparados para el poder de crear mundos que no podemos distinguir de lo auténtico? ¿Cómo moldeará nuestra percepción de la verdad y la ficción? Parecerá estúpido, pero Neo ya se lo preguntaba en Matrix. Es momento de elegir, ¿pastilla roja o pastilla azul?