Jesús Arenas: «Un buen recuerdo para toda la vida»

Jesús Arenas, nacido en Elche, Alicante, es estudiante del grado de Economía en la Universidad de Alicante. En el día de hoy, cuenta su experiencia tras varios años en el centro y explica cómo está logrando sus objetivos académicos y si está satisfecho o no con su trayectoria.

Pregunta. Buenos días Jesús, ¿le hemos robado mucho tiempo?

Respuesta. Buenos días. A pesar del gran número de horas que ocupa estudiar para los exámenes, siempre se puede encontrar un hueco para otro tipo de cosas.

P. ¿Ha tenido malas experiencias en estos años en la UA?

 R. Sí, la verdad es que he tenido tanto experiencias buenas, como no tan buenas. Pero en cuanto a malas experiencias, en ocasiones cuando estás muy próximo al aprobado, hay falta de tolerancia por parte de algunos profesores. De hecho, me falta el mismo número de asignaturas por aprobar que las que me han suspendido con una nota muy cercana al aprobado. Por otro lado, las asignaturas siempre están muy condicionadas por el profesor que te toca y no por la materia en sí, hay asignaturas que en principio parecen aburridas, y luego el profesor si le pone entusiasmo, te motiva y al final hace que te guste; pero hay otras cuya materia te resulta interesante pero el profesor no te consigue transmitir esa motivación.

P. ¿Cree que los profesores de su universidad siguen los mismos patrones o se distinguen entre ellos en la manera de impartir la docencia?

 R. Desde mi punto de vista, cada uno se ha tomado el Plan Bolonia a su manera. No se sigue un patrón fijo en la evaluación de las asignaturas, los criterios de evaluación son diferentes en cada una de ellas. Se nota en qué asignaturas se intenta que el alumno llegue al aprobado y saque buenas notas y en cuales se pretende que el alumno pelee día a día por llegar al aprobado. A veces está muy descompensado, y lo que te dicen unos profesores es justo lo contrario de lo que te dicen otros.

P. Si volviera atrás en el tiempo, ¿volvería a elegir Economía como grado a cursar?

R. Personalmente no volvería a elegirla porque veo que está demasiado enfocada al sector público. Cuando he profundizado en las asignaturas de este grado me he dado cuenta de que prefiero más las materias enfocadas al sector privado; por tanto, si volviese atrás probablemente elegiría el grado de ADE. Sin embargo, creo que esta carrera es bastante completa en su contenido, y que un alumno que preste bastante atención sale bastante bien preparado de cara al futuro.

P. ¿Ha sido como esperaba esta experiencia en la UA?

 R. En términos generales sí, sabía que iba a ser una carrera difícil, pero desde la perspectiva de que este año termino estoy satisfecho con los años que he pasado en la UA. Como universidad te hace sentir bastante acogido, los servicios que ofrece son bastante buenos y si uno está atento a los anuncios y notificaciones se da cuenta de que siempre se están haciendo actividades nuevas en la universidad. Si te gusta socializarte te lo ponen bastante fácil.

P. ¿Qué ha sido lo mejor y lo peor de su grado?

R. Lo mejor, la gente que he conocido, he hecho muchos amigos con los que sigo teniendo muy buena relación y al ser en un ámbito diferente al de tu ciudad, maduras mucho como persona. Lo peor… Que al final del primer año de carrera me planteé dejármela porque me quedaron bastantes, y es una carga que vas llevando a lo largo de los años porque tienes que recuperarlas si quieres ir al nivel de tus compañeros. Por cierto… Espero que los que estéis leyendo la entrevista, apretéis desde el primer año, esto es lo que más aconsejo, que intentéis que no os queden asignaturas para años siguientes porque es un peso que vas a tener que soportar, además del de las asignaturas que corresponden a ese año.

P. ¿Qué opina de las instalaciones que ofrece la UA?

R. Destacaría positivamente la zona de la Biblioteca General, por la amplitud que tiene, por lo a gusto que se está estudiando allí y el gran ventanal que hace que no te sientas encerrado en una sala. Respecto a las clases, la distribución de las aulas está bien en termino general pero la comodidad de las sillas plegables deja un poco que desear, teniendo en cuenta que pasamos muchas horas ahí. También destacar que siempre tienes una máquina de café o de cualquier bebida a mano, incluso también hay maquinas con materiales como bolígrafos y demás. También me gusta que haya una copistería en cada aulario. Estas están bien organizadas, y se agradece el no tener que desplazarse a otro edificio para sacar fotocopias.

P. ¿Suele comer en la UA o prefiere comer en casa?

R. Al principio todos somos reacios a comer en la Universidad y preferimos comer en casa, pero yo, a partir del segundo año que tuve clases por la mañana y por la tarde no me quedó más remedio que quedarme. Me di cuenta de que en la UA se está muy a gusto cuando te toca quedarte a pasar el día y se nota que se preocupan de que la comida esté buena y sea de calidad. Sobre todo, destacaría lo que conocemos como el “Don Jamón”, porque puedes ir a comer todos los días de la semana allí y encontrar platos diferentes para elegir. Cuando te acostumbras, prefieres pasar un día de provecho en la Universidad y comer ahí que volver a desplazarte a tu ciudad.

P. ¿Ha aprovechado las instalaciones deportivas?

R. Sí, el primer año formamos un equipo de fútbol y jugamos un torneo interno en la UA, llegamos a cuartos de final y nos ganaron en los penaltis. Con los compañeros con los que hice el equipo son con los que más amistad he tenido en mi carrera. También me apunté al gimnasio de la UA y lo recomiendo mucho porque es muy económico y las instalaciones están muy bien. Sobre todo, para los que tienen que hacer turno de mañana y de tarde, te sirve para desconectar de la presión de los estudios y de tantas horas de clase.

P. Por último, ¿Cómo ha sido la experiencia con el resto de compañeros a lo largo de estos años?

R. Al principio siempre se forman pequeños grupos incluso con alguna rivalidad entre ellos, pero con el paso de los años, los grupos se han ido abriendo y hemos ido formando una piña y todos nos llevamos bien. En las primeras cenas de clase solíamos ser 8 o 10 personas, y en las últimas cenas que hemos hecho hemos sido más de 30. Además, es sobre todo en el viaje de fin de carrera donde conoces de verdad a tus compañeros y te quedas con un buen recuerdo para toda la vida.