El síndrome invisible

El síndrome invisible

Tim Burton, Steven Spielberg y Satoshi Tajiri, tres de las personas más conocidas a nivel mundial comparten algo que los diferencia del resto. Quizá a simple vista no se parezcan en nada salvo su fama, unos por sus películas, otros por sus videojuegos, pero hay algo más detrás de todos ellos que los une, el Asperger.

Suele confundirse con una enfermedad, pero no lo es. Se trata de un trastorno del desarrollo que afecta a la comprensión de las reacciones emocionales ajenas, a las interacciones sociales y a la comunicación no verbal propia, entre otros. Los «aspi» representan el 2,5 de la población mundial, es diez veces más común que el autismo, pero mucho menos conocido.images

No puede hablarse del Asperger generalizando sobre todos los casos, dependiendo de la persona desarrollan o tienen dificultades con ciertas actividades. Muchos de ellos tienen memoria fotográfica o llegan a ser expertos en ciertas actividades que les apasionan, sin embargo, no es todo de color de rosa.

Tienen dificultades a la hora de relacionarse con los de su edad, lo que conlleva a que en general, la mayoría de niños o adolescentes con asperger sean tratados de manera diferente al no interactuar de igual manera que el resto.

En ellos la rutina es fundamental, no pueden trastocarse los planes. Si un día hay que hacer a una determinada hora alguna cosa, hay que hacerla, no deben de haber cambios en sus horarios.

Por otro lado, no comprenden el sarcasmo o la ironía, lo entienden todo de manera literal. Esto supone que a la hora de ver los anuncios televisivos no se comprendan en su mayoría, pues juegan con frases hechas, metáforas, dobles sentidos y juegos de palabras que ellos no llegan a comprender si no es literalmente.

Se caracterizan por ser muy inocentes socialmente, ven la parte buena de las personas a pesar de que no la tengan, y tienden a confiar en ellos. No intuyen al mirar a las personas que pueden ser malas y pueden herirle, robarle o aprovecharse de ellos, no reconocen su maldad.

En muchas ocasiones se le da el nombre de “el síndrome invisible” debido a que el aspecto físico de quien lo tiene es completamente normal y su nivel intelectual está dentro de la media, e incluso en algunos casos superior, lo que supone que mediante un test o alguna prueba no se detecte dicho síndrome. Es por ello que para detectarlo es necesario estar junto a ellos y darse cuenta de que su manera ver el mundo es diferente a los que no son Asperger.

Según la Asociación de Asperger de Alicante “cada persona con Síndrome de Asperger es única y diferente a las demás”. Y esta es la mejor definición para ellos, únicos y diferentes. Muchos han recibido críticas, insultos, desprecio y marginación por ser diferentes y comunicarse de manera distinta a la habitual.

Todo lo anteriormente comentado no es nada nuevo, personajes de películas como Forrest Gump, de series como Sheldon Cooper, famosos cineastas como Spielberg o Tim Burton, el creador de la saga de videojuegos Pokémon Satoshi Tajiri, el cofundador de Microsoft Bill Gates, o los físicos Isaac Newton y Albert Einstein, tienen en común que presentan o presentaban rasgos característicos de las personas con Asperger.

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Logo de la Asociación de Asperger de Alicante

Una de las mayores virtudes de las personas con este síndrome sea su sentido de la justicia y la honradez. Sin embargo, no disponen de la capacidad para ponerse en el lugar de otro, es decir, la empatía emocional. Eso supone que a pesar de querer defender las injusticias que ven, no saben cuándo deben intervenir y cuando no a la hora de hacerlo, lo que significa que si por ejemplo, una pareja está discutiendo, querrán defender al débil, pero no entenderán que no deben entrar en la disputa, y que son los miembros de la pareja los que deben resolver el conflicto.

Son monotemáticos en las conversaciones, les gusta hablar de las cosas que son interesantes para ellos. Pueden almacenar gran cantidad de datos e información y tienen una personalidad generalmente sencilla. Les cuesta enfrentar situaciones nuevas y entender las pautas sociales, como dar dos besos al saludarse o abrazos como muestra de cariño.

Intentan adaptarse a un mundo diferente a ellos. No comprenden los estados de ánimo de quienes los rodean, para comprenderlos, la otra persona debe estar en el extremo de llorar para entender que está triste, y riéndose o muy sonriente para comprender que está feliz.

Es extraño que puedan llegar a ser los número uno en lo que se propongan pero les cueste socializarse. La incomprensión en sus vidas les rodea, tanto su incomprensión por los demás como de los demás por ellos. Los asperger quieren hacer amigos, pero no saben cómo, y este es su mayor problema.

Quieren encajar con los demás pero no saben lo que están haciendo mal. Sabe que la gente los repudia por algo, pero no saben si es por algo que dicen, algo que hacen… Viven en un mundo que no conocen y que no entienden. Cada persona con síndrome de Asperger tiene una manera distinta de defenderse del mundo exterior, muchos se encierran en sí mismos, en su imaginación, sus hobbies, su música, sus libros… porque ahí no pueden hacerles daño. Tienen una manera diferente de ver el mundo.

Alba De Maya Ramos

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