Dragon Quest, un pionero en los juegos de rol
Dragon Quest, también llamado en América del Norte por el título “Dragon Warrior” es una saga de videojuegos del género RPG. Este videojuego fue realizado por tres creadores; el primero es Yuji Horii, que hasta el momento ha creado varios videojuegos siendo Dragon Quest uno de los mejores. El segundo es Akira Toriyama, más conocido como el dibujante de la saga Dragon Ball Z, de ahí que haya cierta similitud de diseño entre los personajes de esta saga y los de Dragon Quest, se encargó del diseño de los monstruos y de los personajes del videojuego. Y en tercer lugar, y no menos importante, se encuentra Koichi Sugiyama el compositor de los temas de Dragon Quest, también ha participado en películas como Godzilla. Dragon Quest fue uno de los primeros videojuegos de rol, por lo que consiguió junto con Final Fantasy, una gran cantidad de ventas y volviéndose mundialmente famoso.
Existe una extensa lista de títulos de este videojuego que han sido lanzados para diferentes plataformas como para MSX, Famicom (NES), Super Famicom (Super Nintendo), Game Boy Color, Game Boy Advance, Nintendo DS, Wii, Nintendo Wii U, PlayStation y PlayStation 2. Cabe recalcar que los primeros Dragon Quest fueron producidos por la compañía Enix, hasta que en 2003 se fusionó con Squaresoft, dando lugar a Square Enix.
El juego empieza en un pasado anterior al comienzo del juego, en el que un hombre llamado Erdrick salvó al mundo de la oscuridad. Trayendo consigo la paz al mundo en forma de Bola de Luz, después de esto no se supo más de Erdrick. Años después, un hombre que vivía en la Cueva del Oeste; lejos de las murallas de Tentagel, encuentra un mensaje en la cueva perteneciente a su antecesor, que parece ser Erdick. Como punto de partida el Rey Lorick le encarga la misión de recuperar una esfera de luz, por lo que decide partir para salvar el reino de Alefgrado. Por el camino deberá matar a un dragón para rescatar a la princesa Lora, Hija del rey Lorik, secuestrada por Dracolord, quien robó la Bola de Luz.
En el modo de juego se puede observar que, solo se puede controlar a un personaje, el cual viaja por pueblos y ciudades durante la aventura. Puede también equiparse armas y armaduras, comprándolas, aunque a la hora de comprar se reemplaza el objeto existente en el equipo, eliminándolo o en su defecto se vende en tienda. Se puede luchar contra monstruos salvajes en modo combate «uno contra uno«, cuantos más enemigos se venza, más experiencia conseguirá; aunque cabe destacar que la Experiencia adquirida depende del nombre del personaje, con ello logra hacerse más fuerte, permitiéndole visitar a más lugares, avanzando en la historia. El modo de combate se basa en la primera persona, igual que el juego de rol de los años 80, Wizardy. No existe ninguna clase de vehículo, se puede recorrer el mapa a pie, o usando un Ala de Quimera o el hechizo Teleregreso para volver a Tantegel, que es el único lugar donde se puede guardar la partida.
A diferencia de su antecesor Dragon Quest II está más extendido, se pueden controlar varios personajes, el sistema de combate ya no es “uno contra uno” sino que aparecen grupos de monstruos, se añaden diferentes medios de transporte, como el Barco, mientras que el mapa del mundo se agranda. También se añadieron un mayor número de Conjuros, así como estados alternos en batalla. Una novedad para el mundo de los videojuegos fue la de incluir pozos en los que el personaje puede entrar y cornisas de las que saltar. Dragon Quest III también trajo consigo novedades como la de un sistema de equipo personalizable; los personajes pueden ser añadidos o quitados y un sistema de vocaciones, es decir, en el que cada personaje tiene una vocación diferente, la vocación afecta a las estadísticas(la agilidad, vitalidad, inteligencia y suerte) de los personajes y los Hechizos que se puedan aprender. Además, al llegar a nivel 20, un personaje puede cambiar de vocación en el Templo Dharma. Ya no existe un solo mapa, sino que se incorporó dos mapas grandes del Mundo. Y se incluyó el ciclo de día y noche y poder manejar un vehículo. En el Dragon Quest IV, se incorpora el combate por turnos, en este modo se debe de elegir entre cuatro opciones atacar, usar magia, usar objetos o defenderte o simplemente intentar huir. Dragon Quest V, mejoró en el sistema de animación y es uno de los pocos juegos en lo que los monstruos se pueden unir al personaje, si se habla con ellos. Tanto Dragon Quest VI y VII no trajeron consigo muchas novedades que destacar, el último cambió el sistema de locomoción; a pie, en barco, en alfombra mágica, y en Skystone.
En el Dragon Quest VIII, se incopora el estilo 3D, cambiando de ángulos en las batallas, sustituyendo a la vista de solo una cámara. Los personajes tienen sus propias armas y existen casos en los que cambia la armadura que lleva. Hay una nueva forma de ver los mapas de las mazmorras, ahora se pueden ver todos los mapas. Hay nuevos monstruos domesticables en los que puedes luchar con ellos. Retomaron el ciclo del día y de la noche como en el Dragon Quest III, IV y V, en el que se puede pasar la noche en la posada. Y por último, existe un nuevo sistema de Tensión que hace que el nivel de potencia suba para el uso del próximo ataque o hechizo, pudiéndose utilizar más veces seguidas, aumentando con ello la fuerza del golpe.
Dragon Quest IX, a diferencia de sus antecesores se juega en tercera persona y en cambio los enemigos están en un mapa del mundo abierto y se puede perseguir si los ves, muy similar a predecesor Dragon Quest VIII. los personajes son personalizables, con muchas caras diferentes, colores de piel, las armas y armaduras. Por lo general, se sigue la tradición de Dragon Quest de combate basado en turnos, RPG, etc.
A modo de resumen, la saga clásica de Dragon Quest son videojuegos que no dejan indiferente, tanto por la evolución de sus historias, de los personajes, el modo de combate y las novedades que incorporaron a la industria del videojuego. Como uno de los pioneros en el mundo del rol sigue contando con muchos seguidores del género, que con el paso de los años no ha perdido su esencia.
