«Titanic», un clásico insumergible
Hace casi 18 años, la Fox dio a conocer al mundo entero la que acabaría siendo, la película que marcó un antes y un después en la historia del cine. El film trataba sobre dos jóvenes que poco a poco van enamorándose el uno del otro, a bordo del trasatlántico más grande del momento llamado Titanic. Una historia que acabaría en tragedia debido a los hechos que ocurrieron aquel 14 de Abril de 1912. La película revienta la taquilla, es un fenómeno a escala mundial, barre en la ceremonia de los Oscar con un total de once estatuillas igualando a Ben-Hur, y todo gracias a un hombre que se ha ganado muchos detractores y admiradores dentro de la industria del cine…su nombre es James Cameron, y de la noche a la mañana se convierte en el rey del mundo.
Un proyecto como Titanic es de una responsabilidad bastante enorme, y no puede hacerlo cualquiera. Cuando James Cameron manifestó su interés por la historia, se puso a trabajar en un guion que rápidamente encandiló a los ejecutivos de la Fox, y sobre todo, enamoró a sus espectadores. Tenía lo necesario para triunfar, una gran historia real que acabaría en un trágico desenlace de manera espectacular, una historia de amor muy tierna, juvenil y triste. También contaba con un equipo que supo devolvernos a esa década de nuestra historia, en la que América era la tierra de las oportunidades. Nada podía fallar, y de hecho no falló en absoluto. El director supo captar la magia de la historia con una realización muy cuidada y sobrecogedora. El guion del propio Cameron es digno de reconocimiento debido a lo bien dosificada que está la parte romántica con la trágica y la histórica. Todo está perfectamente unido y dejamos que pase ante nuestros ojos sin darnos cuenta. La fotografía recoge lo justo y necesario para que sintamos lo mismo que los que están ahí. No hace falta que mencione toda la secuencia del hundimiento, ya que las imágenes hablan por sí solas. Pero si destacaría el momento en el que la electricidad del trasatlántico desaparece totalmente quedando todo a oscuras en medio del océano, con todas las voces de la gente gritando por la desesperación y el miedo, todo ello acompañado de un rugido metálico como un grito más del barco que ya no puede con su alma, y necesita hundirse. Es un plano de 3 segundos, pero desde que lo vi en el cine no ha dejado de sobrecogerme cada vez que lo veo. Por supuesto también hay que destacar el diseño de producción tanto de vestuario como de recreación del Titanic, hasta el más mínimo detalle está plasmado en los fotogramas. Todo, absolutamente todo está elevado a unos límites perfeccionistas que hacen que la inmensidad de la película no decaiga en ningún momento.
Mención aparte merece otro gran responsable del equipo, y colaborador habitual en los films de James Cameron desde Aliens. Se llama James Horner, y es el autor de una de las bandas sonoras más vendidas de la historia. La fama de la película creció gracias a ese hit musical llamado “My Heart Will Go On” interpretado por Celine Dion en apenas dos tomas de estudio, según el propio Horner. Fue número 1 en ventas y obtuvo una larga lista de premios en los grammys y oscars a la mejor canción y banda sonora original. Personalmente me quedo con la interpretación de James Horner al piano mientras Jack dibuja a Rose y su colgante, y el magistral track llamado “The Death Of Titanic”, que acompaña a todo el hundimiento final…sin eso, la película no sería la misma.
Que se puede decir de Titanic que no se haya dicho ya. La película que marcó, el fenómeno de los 90, la gran pareja del cine formada por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, la canción que todo el mundo cantaba e incluso parodiaba.
James Cameron puede alardear de ser el cineasta con más poder de todos, y de ser el propietario de una filmografía que ha amasado cantidades astronómicas en taquilla. Y por si fuera poco, el propio Cameron desbancó a su Titanic con otro gran pelotazo cinematográfico que llegaría en el 2009 convirtiéndose en la nueva película más taquillera de la historia del cine dejando a Titanic en un segundo puesto, si amigos, me estoy refiriendo a Avatar (para un servidor, una gran película que puede que le dedique un futuro artículo). Pero a pesar de todo eso, Titanic seguirá siendo por excelencia, la película de la que todos nos enamoramos y con la que todos nos sumergimos para soñar con todas esas personas que no conocimos, pero que siempre recordaremos.