«Ocho apellidos vascos», un éxito programado

«Ocho apellidos vascos», un éxito programado

El cine español nos ha dejado grandes comedias a lo largo de su historia como Bienvenido Mr Marshall, El verdugo, Torrente, El otro lado de la cama o Mujeres al borde de un ataque de nervios. Ahora le llega el turno a “Ocho apellidos vascos”, la comedia del 2014 por excelencia, que ha arrasado en todo el país recaudando más de ocho millones de euros (ya que estoy hago el chiste), algo muy positivo para la calidad del cine español.

La historia no tiene mucha complicación, un sevillano (sublime Dani Rovira, que se debería llevar el Goya al mejor actor revelación en los próximos premios Goya) llamado Rafa, conoce a Amaia (encantadora Clara Lago) una vasca en plena despedida de soltera de la que se enamora perdidamente. Al volver a su tierra, Rafa va detrás de ella y una serie de acontecimientos le llevarán a fingir que es un vasco más y a ganarse el amor de Amaia, punto y final. La historia es así de sencilla, no tiene más. Pero vamos a profundizar un poco. Claramente el peso narrativo recae en la pareja protagonista, y mucho más adelante entre sus secundarios interpretados por Carmen Machi como la supuesta madre de vasca de Rafa, y el padre de Amaia a cargo de Karra Elejalde en el papel de un puro vasco hasta el último pelo. Cuando estos cuatro se juntan y entrelazan las situaciones es cuando la historia mantiene su esencia, que no es otra que un constante combate entre costumbres de distintas partes del país que no llegan a congeniar del todo, y es precisamente eso de lo que trata la película, vivir en comunidad.

El director Emilio Martínez Lázaro se las ha tenido que ingeniar para llevar lo mejor posible un guion repleto de gags y chistes muy polémicos hacia las tierras del norte de nuestro país. Bien es cierto que la película ha pasado por muchas dificultades (muchas de ellas desconocidas) a causa de la polémica que ha levantado sobre la imagen de los sevillanos y los vascos. El gran puntazo de la película es la elección de dos carismáticos actores como Dani Rovira y Clara Lago, que logran que nos olvidemos de las bromas y nos lleguemos a creer realmente la química que tienen en pantalla (ver el reencuentro de ambos en el país vasco, o cuando están cenando todos juntos en casa de la supuesta madre). Sería injusto resaltar un solo momento divertido, la cinta tiene muchos. Y bien es cierto que la mayoría de ellos es puro humor verbal plagado de tópicos que funcionan gracias a las características de ambos ciudadanos procedentes de sus respectivas tierras.

Cuando vi el tráiler de la película no dudé en ningún momento de su éxito. Todo estaba asegurado, humor vasco y sevillano compitiendo, comedia romántica (llena de tópicos que se repiten una y otra vez), y uno de los monologuistas más reconocidos del momento como Dani Rovira en el papel principal. En pocas palabras, un éxito programado.

Adrián Arnáiz Abril

Estudiante de Publicidad y RRPP en la UA. Amante del cine y la TV y realizador audiovisual de hobbie poco común entre la gente normal, pero mola.

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