Miguel Buendía: «Los darwinistas sociales defienden la supervivencia de los más aptos»

Miguel Buendía, es un profesor de filosofía del instituto IES Les Dunes, de Guardamar Del Segura.

 

P: ¿Qué es lo que más le gusta de su profesión? ¿Qué destacaría de el​la?

R:​ Sinceramente, lo que más me gusta de mi profesión es la relación humana con la gente, el tratar con personas que están en una etapa de su vida que quizá sea la más interesante. La etapa de la infancia es más atractiva que la de la adolescencia, creo yo, pero en esta última es donde los cambios son más serios y determinan en gran medida lo que vamos a hacer en la vida. Por lo tanto el estar constantemente relacionado con gente de esa edad yo creo que hasta me rejuvenece.  Y por otro lado, quizá lo que más destacaría de mi profesión es que no me limito a ser espectador de lo que ocurre a esa edad, tanto para bien como para mal, intento que lo que va a ser en el futuro tenga que ver con mi trabajo. Entonces, a ayudar a tomar buenas decisiones, a formarlos y a educarlos, en definitiva es lo más interesante de ser profesor, y en concreto de filosofía.

 

 

P: ¿Qué cree que puede aportar la filosofía a un alumno?

R:​ Yo veo imprescindibles todas las asignaturas que se imparten, pero en este caso la filosofía aporta una visión general del mundo que el resto de la asignaturas no aportan desde el compartimento concreto que estudian, ya que te ofrecen unos conocimientos limitados en comparación con la filosofía. Y que desde luego, esta visión global del mundo no se trata de imponérsela al alumno, sino que a partir del temario que se estudia en primero de bachillerato o los autores que se estudian en segundo de bachillerato, el alumnos acabe siendo capaz de construir su propia visión de la realidad más allá de la que recibe de sus padres o del sistema educativo.

 

 

P: ¿A qué edad piensa que se debería empezar a adquirir conocimientos sobre la filosofía?

R:​ Hay escuelas de filosofía que hablan de que se debe empezar a impartir la materia en la escuela. Yo no digo que no se puedan empezar a hacer cosas que tengan una dimensión filosófica con los niños, más conocida como ‘filosofía para niños’. Pero yo creo que a esa edad es muy prematuro todavía. Por lo tanto, en el instituto que se entra con doce años, creo que se podría empezar a partir de ahí, sobretodo la parte moral de la filosofía, es decir, la ética. De hecho, actualmente se imparte la asignatura ‘Valores éticos’ como alternativa a la religión en primero de la ESO, que sería como un comienzo en la filosofía. Pero en cambio, otros ámbitos de la filosofía, como los que se estudian en bachillerato, seguramente como muy pronto a los 15 o 16 años, se podrían empezar a impartir.

 

 

P: ¿A qué se debe la pérdida de interés de los jóvenes en la filosofía? ¿Piensa que se debe al temario que se imparte en los institutos o puede ser culpa del profeso​rado?

R:​ A ver, una cosa es que los jóvenes ignoren que exista la filosofía. Los jóvenes en España si llegan a estudiar bachillerato se la acaban encontrando al menos en primero, y en segundo este año vuelve a ser obligatoria al menos en la Comunidad Valenciana. Entonces, yo creo que cuando se les presentan bien los contenidos filosóficos, a los jóvenes les suele interesar, al menos comparativamente, ya que si hacemos una encuesta comparando las demás asignaturas con filosofía, dudo mucho que esta sea la que genera menos interés a los jóvenes. Además, como cualquier materia, eso tiene mucho que ver con el profesor que imparte dicha materia, y sobretodo en caso de la filosofía, que es una asignatura muy flexible que se presta a que el profesor y el enfoque que le da, haga que sea más o menos atractiva.

 

 

P: ¿Cree que debería cambiarse la forma de impartir las clases de filosofía?

R: ​Al igual que en todas las asignaturas, hay muchas maneras de darlas, y en filosofía ocurre igual. Y lo mismo que he dicho antes, por mucho que se quiera dar de manera distinta los logaritmos en matemáticas, son y seguirán siendo logaritmos. Pero si supieras lo que puede ser de distinto un profesor de filosofía respecto a otro, la variación puede ser inmensa. Pero ahora si me comparo conmigo mismo, ¿habría cosas que yo cambiaría o que me gustaría cambiar? Sinceramente, sí, pero también tiene que ver mucho, sobretodo en segundo de bachillerato, con la selectividad ahí esperando, cosa que impone el ritmo de desarrollar un temario y cumplir las fechas que te has marcado. Esto determina bastante, junto con los conocimientos previos del alumno, y no hablo de conocimientos de filosofía, sino su capacidad de entender lo que lee y de expresar lo que ha entendido.

 

 

P: ¿Qué opina sobre el hecho de que los últimos dos años filosofía no haya sido una asignatura obligatoria? 

R:​ Personalmente, de cara a mi trabajo, estoy más agusto, ya que para corregir ochenta exámenes de filosofía, me puedo tirar 10 días. En cambio los dos últimos años incluso me podía permitir el lujo de corregir los exámenes el mismo día. Pero más allá del trabajo que conlleva el corregir exámenes, respecto al esfuerzo en el aula no es muy distinto al darle clase a 30 o a 6 alumnos. Pero para mí que la filosofía esté en los dos cursos es imprescindible. Y la razón seguramente es que estamos en un instituto, por lo tanto se le tiene que dar a todos los ciudadanos una formación común, y un papel importantísimo de cara a su profesión lo tiene la filosofía, para que en ese entorno social actúen como ciudadanos y sean conscientes de que lo que hacen o dejan de hacer influye en los demás. Y un sistema educativo en una democracia debe educar ciudadanos. Con esto quiero decir que la complejidad de la asignatura de filosofía se parece mucho a la complejidad del mundo en el que vivimos, por lo tanto si una persona es capaz de ver una cosa desde varias perspectivas como a veces exige la filosofía, es cuando estás preparado para vivir en un mundo tan complejo.

 

 

P:​ ​Si todos tuviésemos una mínima base filosófica, ¿cree que la sociedad cambiaría en algún aspecto? ¿Cuál?  

R: ​Yo creo que sí, por lo que he contestado en la anterior pregunta. A mí es que me asusta muchísimo la sociedad, hacia dónde vamos, ya que cada vez la realidad es más compleja, cada vez es menos real y más virtual. Nos movemos en un mundo en el cual cada vez hay más medios de comunicación y estamos cada vez más bombardeados con información por todas partes. Entonces, ¿tenemos capacidad para digerir eso? A mí me da la impresión de que cada vez menos, ya que no hacemos más que digerir tweets de 140 caracteres, o vídeos de cuatro minutos. Yo me doy cuenta de que a muchos jóvenes actualmente, lo de ver una película de 90 minutos y digerir el argumento y demás, cada vez les cuesta más. Por lo tanto, lo que pide la filosofía es lo contrario a eso, ya que nos obliga un poco a distanciarnos de ese mundo y ser capaces de analizarlo y valorarlo todo, y quedarnos con lo bueno y rechazar lo malo.

 

 

P: ¿Podría comparar la situación actual que está ocurriendo con el partido político Vox con la teoría de algún filósofo político? 

R:​ Pues seguramente sí, porque lo peor de estas doctrinas que son totalitarias y fascistas es padecerlas, es decir, vivirlas y ver como crece la influencia de un partido como este. Aunque este por lo menos, de manera descarada defiende unas ideas y no lo oculta, lo peor es que hay partidos que de manera disimulada defienden lo mismo y son más fáciles de ser votados porque parece que no avergüenzan tanto ya que no lo dicen tan claro. Ahora, cuando eso ocurre en la historia, como es el caso del nazismo, resulta muy atractivo estudiarlos. Y con los filósofos ocurre lo mismo. Por ejemplo Platón a mí me resulta muy atractivo estudiarlo, y sin embargo cuando se termina viendo como acaba su concepción de la sociedad en la cual por el bien de la sociedad ideal se sacrifica el individuo, no resulta tan atractiva la práctica. No digo que la doctrina de Platón en concreto recuerde a Vox, ya que Platón tiene cosas maravillosas como la educación o la igualdad entre hombres y mujeres. Luego podemos ir a doctrinas posteriores como los darwinistas sociales que defienden una supervivencia de los más aptos en una sociedad competitiva donde los menos aptos tienen que desaparecer, pues quizá sí recuerdan un poco a Vox.

 

 

P: ¿Cómo cree que está la situación actual de la filosofía en general?

R: ​Es curioso porque a la filosofía le pasa como al teatro, que parece que siempre está a punto de desaparecer. Siempre se le conoce como algo en proceso de extinción y de hecho ha habido momento que ha sido así. Por ejemplo cuando yo era estudiante, la presencia de la filosofía en el sistema educativo era mucho mayor. Luego recientemente a través de la LOMCE desapareció como obligatoria en segundo de bachillerato. Desde entonces ha habido momentos donde en el sistema educativo español parece que se le estaba despreciando, pero curiosamente como reacción, en los últimos dos o tres años, gracias a los profesores de filosofía tanto a nivel nacional como de la comunidad valenciana que se han movido mucho y demás, se aprobó que la filosofía vuelva a ser obligatoria a partir del año que viene en todas la comunidades autónomas. Yo actualmente estoy viendo un renacer del interés por la filosofía que me resulta relativamente chocante.

 

 

P: ¿Qué le diría a alguien que quiere hacer la carrera de filosofía pero duda por la falta de trabajo? 

R:​ A ver, yo creo que a la filosofía se le aplica un rasero especialmente estricto. Si tu hijo te dice que quiere hacer filosofía, yo creo que un padre antes le mata que dejarle estudiar eso, y sin embargo, si el hijo quiere hacer filología hispánica o historia, los padres no reaccionarían igual. La filosofía tiene muy mala fama, y yo no creo que haya un porcentaje de parados en el ámbito de licenciados en filosofía muy superior o muy distinto al de otras carreras como historia o filología inglesa. Yo cuando me encuentro un caso de un alumno que quiere estudiar filosofía, sinceramente no lo animo, pero no por el hecho de que su futuro laboral vaya a ser muy difícil, cosa que no es por la carrera si no que porque el mundo es muy difícil, sino por el hecho de que a veces a mí me da la impresión de que hay gente que quiere hacer filosofía porque le has hecho tú gracia como profesor o le ha hecho gustado lo que le has contado, o no le gustan otras cosas y lo menos malo es la filosofía. Y yo lo que sé es que luego cuatro años estudiando de manera sistemática filosofía suelen ser duros, igual que estudiar derecho o publicidad. Por lo tanto, prefiero no animarlos y solo decirles ventajas y desventajas. Y bueno, luego puede que cometan la locura, que ya es cosa de ellos, aunque yo encantado de tener alumnos que hagan esta carrera.

 

 

P: Y finalmente, ¿qué filósofos recomienda como primera lectura por qué?

R:​ Yo por ejemplo, no soy nada platónico, pero para empezar yo creo que es ideal empezar con Platón, seguramente porque es el primer gran filósofo y es el primero que por primera vez ciertas cosas que luego se van a pensar de muchas maneras, las pensó. Y por otro lado, en segundo de bachillerato, donde se empieza con Platón y luego seguir con Nietzsche, aunque sea un salto bestial en la historia, teniendo en cuenta la imagen contrapuesta de la realidad y del mundo que ofrecen es una buena manera de introducir a la filosofía, y sobretodo para aquellos que no van a seguir estudiando filosofía, ya que si no vas a dar más filósofos, que menos que al menos haber dado dos que te dan dos visiones contrapuestas de la realidad que te permiten tener una especie de imagen general de lo que puede ser el abanico de la filosofía.

 

mm

Laura Jordà Tomás

4t de Publicitat i Relacions Públiques. Perfil dinàmic i creatiu. A més, clarinetista en projecte.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *