Laura Ribes: «España es el país con mayor número de músicos profesionales de calidad»
El jueves de la semana pasada tuvimos el placer de concretar una entrevista con Laura Ribes Franco, estudiante de un master de músico de orquesta en la Malmö Academy of Music, Suecia. La valenciana, de tan solo 21 años, nos cuenta más sobre la carrera estudiantil más larga del momento y sobre esta profesión poco conocida, a pesar de que España es el país que cuenta con mayor número de músicos, tanto estudiantes, como ya personal formado. A continuación les mostramos la charla que tuvimos con ella.
Buenas tardes Laura, de antemano muchas gracias por concedernos este tiempo. Conocemos que es usted estudiante de música, quizás esta es una profesión un tanto desconocida por la sociedad en general. Cuéntenos:
Pregunta: ¿Cómo se inicia usted en el mundo de la música?
Respuesta: “Me adentré en este mundo muy pequeña, con 8 años aproximadamente, supongo que te dejas influir por las amistades. Bueno, mis padres también estaban interesados en que realizara alguna actividad extraescolar, y dicen pues vamos a probar a ver qué tal le va.”
P: ¿Qué estudios ha realizado hasta el momento y como se estructuran los estudios de música?
R: “Los estudios de música normalmente van correlativos a los estudios tradicionales. Yo hice 5 años de grado elemental, normalmente son 4, pero como empecé tan pequeña necesite un año más, estos se corresponderían con primaria. Después son 6 años de grado medio, que sería desde 1º de la ESO hasta 2º de bachiller, aunque una vez más, tuve que hacer un año más, porque compaginar segundo de bachillerato con el conservatorio fue una tarea complicada.
Por último, son 4 años de grado superior, que son los comparables a un grado universitario, y al igual que en este, necesitas tener el título de bachiller o hacer una prueba de acceso de cultura general. Además, puedes seguir formándote con 1 año de master en España, que en el extranjero son 2.”
P: ¿Qué instrumento toca?
R: “Toco el oboe, ya sé que no es un instrumento muy conocido, entra en la clasificación de viento madera, como también lo son el clarinete o el saxofón.”
P: De la amplia gama, ¿por qué escogió este?
R: “Cuando empecé a estudiar música me hicieron una demostración de varios instrumentos, primero escogí el saxofón, pero al poco tiempo mi madre me sugirió cambiar al oboe, ya que era un instrumento más exclusivo o al menos no era tan conocido, y sinceramente, cuando empiezo una cosa no me gusta dejarlas a medias, así que seguí con el oboe hasta el momento.”
P: ¿En qué momento de su vida deja de ver esto como un simple hobbie y decide que vas a dedicarse a ello?
R: “Llega un momento en grado medio o así, en el que te das cuenta que no se te da mal, que te gusta ese entorno y sobretodo que estudiar eso no te supone un esfuerzo como el que me podía suponer estudiar al llegar a casa, después de pasar toda la mañana en el instituto, ahí es cuando te planteas que quizás te estas equivocando y tu futuro no está detrás de selectividad.
Por otro lado está la gratificación de gente no tan próxima a ti, te felicite por lo bien que has tocado o te digan lo mucho que se han emocionado con tu interpretación. El simple hecho de un aplauso después de una actuación ya supone una recompensa. Y que además te paguen por hacer lo que te gusta, es el sueño de todo músico.”
P: Dentro de dicha profesión, ¿qué salidas laborales existen?
R: “Yo me centre en la carrera de interpretación, que está enfocada a ser solista o tocar en una orquesta, un grupo de cámara o una banda profesional, básicamente trabajar tocando. Con esto, si lo complementas con un master en capacitación puedes ser profesor. Por otro lado, hay una carrera en itinerario de pedagogía, de itinerario de dirección, de composición, de musicología que se dedican más a la investigación.”
P: Actualmente ¿qué estudios realiza?
R: “Ahora estoy en el primer año de master de interpretación, para músico de orquesta, en Malmö Academy of Music o en sueco, Musikhögskolan i Malmö Biblioteket.”
P: ¿Por qué en Suecia?
R: “Principalmente por la profesora de oboe, con la que ya hice un cursillo en España, además, aquí el master es gratuito y tienes la posibilidad de que te concedan becas. Por otra parte, me apetecía vivir una experiencia nueva.”
P: A diferencia de los estudios tradicionales, en los que los profesores son asignados y generalmente el alumno no escoge, ¿en la música, es el alumno el que escoge al profesor?
R: “Totalmente, es algo que te condiciona en absoluto. Los estudios de música funcionan como las revalidas, tienes que hacer una prueba de acceso para cada conservatorio y normalmente como debes escoger, buscas lugares donde el profesor o la profesora, te agraden y te motiven.”
P: ¿Qué le lleva a seguir estudiando, cuando otras ramas podrían ser ya una fuente de ingresos, como ser profesor?
R: “No me motiva ser profesor, son tantos años estudiando música, que lo que me apetece cuando termine es tocar y por fin poder poner en práctica todo lo aprendido. Aun así, estudio a la vez que hago audiciones a orquestas profesionales para buscarme un sitio en el mercado laboral.”
P: ¿En qué punto cree que se encuentra el panorama musical en España?
R: “Se encuentra estancado, no salen oposiciones a ninguna orquesta, se ha entrado en una dinámica en la que si sale alguna plaza es de interino o contratos temporales. En todo caso, si se oferta una plaza fija, es tanta la demanda que las posibilidades de conseguirla son mínimas. España es el país con mayor número de músicos profesionales de calidad.”
P: ¿Cree que ser músico es una profesión infravalorada?
R: “Por supuesto, estamos tan acostumbrados a que haya tanta calidad musical en España, aunque sea una banda de pueblo, que es indignante cuando ves una orquesta, pensar, porque les pagan a ellos y a esa banda de pueblo no.”
P: ¿Cuál es el sueldo de un músico?
R: “Una vez que consigues una plaza fija en una orquesta pública, pasas a ser funcionario tipo A, esto se traduce en un muy buen sueldo, de unos 2500€ aproximadamente, por una jornada muy razonable. Y tu trabajo comienza a ser valorado, pero llegar ahí es tan difícil.”
P: Volviendo a que es una profesión infravalorada y desconocida, a pesar de la cantidad de personas que se dedican a esto, ¿considera entonces que se debería impartir los conocimientos musicales en colegios e institutos desde otra perspectiva?
R: “Esta enfocado de una forma totalmente errónea, se podría trabajar de una forma más auditiva y facilitar la cultura musical, porque saberte “Do, Re, Mi, Fa, Sol” de que te sirve si no vas a dedicarte a la música. Hay que buscar que los niños se diviertan al escuchar música y sientan que forman parte de algo.
Una buena forma de enfocarlo es de manera coral, como se hace en otros países, donde los estudiantes han pasado desde la teoría básica, a saber entonar y tener oído. Además de que se conoce, gracias a varios estudios, que la música es muy buena para el desarrollo de un niño, tanto para la inteligencia, como para la imaginación y la empatía.”
P: ¿Cuál será su siguiente paso?
R: “Hasta hace nada mi siguiente paso era este, por lo que aún no he tenido tiempo de plantearme nuevas metas. Me gustaría encontrar trabajo, pero mientras tanto seguiré formándome, porque en la música siempre hay algo nuevo que aprender. Al final un músico es como un deportista, si dejas de entrenarte, dejas de estar en forma.”
En síntesis, el mundo de la música es algo aún muy desconocido, que debería ser estudiado en colegios desde otro enfoque. El trabajo de un músico, tras más de 14 años de formación, es de difícil acceso debido a un estancamiento en la oferta de plazas, la demanda latente y la calidad de la competencia. Pero al igual que un deportista, no por ello puede dejar su entreno de lado. Además, la recompensa de un aplauso siempre será una fuente de motivación para aquellos intérpretes que encuentran en la melodía su mejor forma de expresión.