«Mi gran noche», el guateque de Alex de la Iglesia
Con uno de los repartos más variopintos de la carrera de su realizador, Alex de la Iglesia nos trae su última película “Mi gran noche”, una alocada comedia con uno de los elementos más llamativos de los últimos años del cine español: el regreso de Raphael.
Cuando hablamos del cine de Alex de la Iglesia, estamos hablando de una manera de hacer cine muy peculiar. El realizador bilbaíno ha logrado durante su larga trayectoria en el cine español, algo muy difícil de conseguir como lo es el sello de identidad. Cuando ves una película de Alex, sabes que personajes te vas a encontrar, las secuencias que vas a ver, el humor que emplea y el desarrollo de la trama, siempre acompañada de un mensaje sobre nuestra sociedad…pero claro, tiene que gustarte ese tipo de cine.
Cuando fui a ver “Mi gran noche” me lo pasé muy bien, me reí bastante y pasé un buen rato en la sala. Pero cuando me mezclé con la gente al salir la mayoría eran comentarios como “vaya basura de película”, y me quedé un poco descolocado al pensar si había visto una película diferente. Quizás lo que yo vi fue algo más en conjunto. Algo que envuelve la dirección, guion, fotografía, diseño de producción, interpretaciones etc…Entonces creo que lo justo es hablar de esta película bajo esa perspectiva. Empezando por la dirección de Alex de la Iglesia, siempre tan alocada y frenética en algunos pasajes como las escenas exteriores de los manifestantes, o el clímax dentro del plató. En esta ocasión vuelve a escribir el guion junto al genial Jorge Guerricaechevarria, y eso se nota. Aunque me esperaba una trama que enfrentara más al personaje de Alphonso con Adanne (algo que ya hizo Alex en la genial “Muertos de risa”), y en cambio lo que tenemos son muchas 
historias dentro de una historia perfectamente ligadas y dosificadas para no aburrir al espectador (por lo menos a mí), y que tocan muchos temas de siempre como la envidia, la mala suerte, la mentira en la que vivimos o los despidos. El diseño de producción es una especie de caricatura de los programas standard de nochevieja que tantos años hemos visto por la TV, con luces brillantes, mesas redondas, cuerpos de baile al estilo Broadway y estrellas de la canción. Destacar también la fotografía del film, sobre todo en las secuencias de los pasillos del estudio de televisión donde el director logra realizar pequeños planos secuencia mezclando a más de diez personajes, y en los números musicales tanto del cuerpo de baile como de Adanne y Alphonso (los mejores momentos de la película). El montaje tiene un ritmo intermedio, ni muy rápido ni muy lento, y la película tiene la duración exacta para no excederse y marear a quienes la están viendo.
Dicho esto, “Mi gran noche” no sería lo mismo sin su reparto. Empezando por Raphael (el Darth Vader de Alex), que vuelve a demostrar las tablas y la clase que tiene tanto delante de las cámaras como en el escenario (el momento “Escándalo” es mítico). Mario Casas repite su vena cómica que tanto me gusta en lugar del ídolo de las quinceañeras. Blanca Suárez está magnífica con su papel de chica inocente, al igual que Pepón Nieto (una química muy extraña que resulta de lo más surrealista). Una química similar la derrochan las otras parejas formadas por los presentadores interpretados por Hugo Silva y Carolina Bang, las realizadoras Carmen Machi y Carmen Ruíz, o los geniales Carlos Areces y Jaime Ordóñez (obsesionado con Alphonso).
No estamos ante el mejor de Alex de la Iglesia, ni mucho menos. Pero sí que estamos ante un tipo de cine que el realizador ha ido construyendo a lo largo de su carrera con films como “El día de la bestia”, “La Comunidad” o “Crimen Ferpecto”. Que guste o no ya es algo personal de cada uno, pero a mí sinceramente me hizo pasar un buen rato durante 98 minutos.
NOTA: 6,5/10
