Los animales no son cosas
El congreso de los diputados aprobó por unanimidad el pasado 13 de diciembre de 2017 cambiar el Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil para que los animales dejen de ser considerados cosas pasando a ser seres vivos dotados de sensibilidad. La campaña #AnimalesNoSonCosas consiguió finalmente el cambio legislativo, tras reunir más de 340.000 firmas.
Este cambio en la protección de los derechos de los animales se suma al Convenio Europeo de Protección de Animales de Compañía creado en Estrasburgo el 13 de noviembre de 1987 firmado por España en 2015 y que entrará en vigor el 1 de febrero de 2018, 30 años después de su creación.
De esta manera la legislación española da un paso para ser equiparable a la del resto de países europeos. Nuestros vecinos lusos realizaron un cambio legislativo similar a petición del partido Personas, Animales y Naturaleza (PAN).
Otros países europeos llevan la delantera en cuanto a reformas que modifican el reconocimiento de los animales de ‘cosas’ a ‘seres vivos dotados de sensibilidad.
En Austria modificaron la legislación en 1986, en Alemania en 1990 seguida de la elevación de la protección de los animales a rango constitucional en 2012, Suiza también incluye en su Constitución la protección de los animales, en Bélgica la reforma se produjo en 2009 y en Francia se modificó en 2015.
La constitución española no menciona el bienestar de los animales en ninguno de sus preceptos a diferencia de la constitución alemana. Este podría ser el siguiente paso a seguir si se atienden las sugerencias que Gabriel Doménech, profesor de Derecho administrativo de la Universidad de Valencia, hacía en un reportaje de El País en 2015.
La proposición del cambio en el código civil ha sido impulsada por el Partido Popular para sorpresa de los partidos de la oposición y de las asociaciones defensoras de los derechos de los animales.
El asombro por este cambio de estrategia del Partido Popular se debe al debate que tuvo lugar en marzo de este año en el que se debatía la ratificación del Convenio Europeo de Protección de Animales de Compañía. La postura del PP generó mucha polémica puesto que mostraba reservas al artículo 10 del mencionado convenio referente a la amputación del rabo y orejas de los perros.
El diputado del PP Francisco Martín Bernabé, defendía así la postura del partido gobernante manteniendo que “El efecto látigo existe” y que “daña con asiduidad a los propietarios”.
El escrito original del convenio europeo prevé las amputaciones que se deban a intervenciones quirúrgicas por razones de salud y siempre que estén prescritas por un veterinario.
Finalmente el Congreso aprobó prohibir la amputación de la cola de los canes salvo por razones de salud con la oposición de los Populares y la abstención de Ciudadanos. Se ratificó el convenio el 10 de mayo por unanimidad en el Senado.
La sociedad lleva años pidiendo este cambio en la legislación.
Así el observatorio justicia y defensa animal inició una petición de reforma del Código Civil en change.org que reúne casi 348.000 firmas. Esta petición la llevó al Congreso de los Diputados la formación naranja realizando una proposición no de ley el pasado febrero.
Por su parte el partido animalista PACMA recuerda que “en la práctica seguirán siendo tratados como productos con los que se podrá comerciar y a los que se podrá explotar”. Por ello reclama que se ponga en marcha la Ley Cero, que el Partido Animalista presentó en mayo en el Congreso de los Diputados y pide a los ciudadanos la apoyen firmando. 175.000 personas la han firmado según afirman en su web.
Con esta proposición los animalistas ponen de manifiesto disparidad entre las leyes autonómicas de protección de los animales.
En las Islas Canarias las peleas de gallos están permitidas mientras que están prohibidas expresamente en otras comunidades. En Cataluña se prohíbe absolutamente sacrificar a los animales rescatados y albergados en refugios, mientras que en la Comunidad Madrileña se puede eutanasiar al animal si no es adoptado en 10 días.
Por otro lado, los datos sobre el abandono de animales de compañía no son nada esperanzadores. Las cifras ofrecidas por la Fundación Affinity indican un estancamiento en la recogida de animales abandonados.
137.782 animales fueron rescatados en 2016, prácticamente la misma cantidad que en 2015.
LAS PROTECTORAS SIGUEN LUCHANDO PARA REDUCIR ESTAS CIFRAS
Varias protectoras junto con Zooplus y Vivadogs han creado una campaña para concienciar con el hashtag #NoSoyUnJuguete17 con la intención de que las mascotas no sean tratadas como cosas que se compran como regalos de navidad. De este modo esperan que se reduzca el número de animales abandonados tras la época navideña.
La campaña #animalesnosoncosas tuvo gran repercusión en redes sociales. La presión por parte de los ciudadanos y de algunos famosos como el actor Dani Rovira ha tenido sus frutos.
Mientras las leyes avanzan son muchos los voluntarios que ofrecen su apoyo a los miles de animales abandonados en España.
Es el caso de Asoka el Grande, una protectora situada en Alicante y que desde su creación se ha gestionado con cuotas de socios y donaciones.
Ni los 9°C ni el cansancio al final de la semana han impedido que muchos de estos voluntarios acudan una tarde de domingo a pasear, limpiar y dar cariño a los perros que esperan ser adoptados en sus instalaciones.
Uno de los voluntarios se pregunta si el cambio en la legislación tendrá repercusión real en la vida de estos animales “Creo que es más importante la concienciación que las leyes, aunque es positivo que estas se modernicen” puntualiza mientras pasea alrededor de la finca de la protectora a un perro pequeño de color negro.
