Loola Perez: «Los publicistas deberían buscar ideas que reflejen la diversidad sexual»
Loola Pérez (Molina de Segura, 1991) es graduada en Filosofía e Integradora Social. Además es Presidenta de la asociación Mujeres Jóvenes de la Región de Murcia desde el 8 de marzo del 2015 y fundadora y coordinadora del proyecto coeducativo Ni cuentos con perdices ni novelas rosas premiado recientemente por la Universidad Europea en los premios Jóvenes Emprendedores Sociales.
En noviembre de 2018 ganó el 2º Premio de Ensayo de la Asociación Estatal de Sexología. Actualmente estudia Psicología y se encuentra finalizando el máster oficial de Sexología: educación sexual y asesoramiento sexológico en la Universidad Camilo José Cela de Madrid.
Pregunta.- ¿Cómo se pasa de la filosofía a la sexología?
Respuesta.- La Filosofía abarca cuestiones muy interesantes más allá de Aristóteles o Platón. Yo elegí la sexualidad, estudiar los discursos a través de las épocas y ver cómo se van poniendo pautas o demonizando cierta sexualidad, sobre todo lo que no tiene que ver con lo reproductivo.
En la antigua Grecia la pederastia estaba totalmente normalizada, y el verdadero amor se consideraba el que había entre un hombre mayor y un adolescente, y las mujeres solo eran objetos con los que reproducirse. Yo me centré en analizar el sexo y el género, es decir, como viven el sexo hombres y mujeres a lo largo de la historia.
P.- ¿Cuándo comenzó a escribir?
R.- Siempre me ha gustado escribir. Desde muy pequeñita leía libros muy gordos, y ya en la secundaria ganaba concursos literarios. Con 20 años comencé con un Blog, aunque actualmente está bastante pasado. El año pasado publique mi primer libro y actualmente escribo para Código Nuevo y A3media. El libro es casi autobiográfico. Escribirlo me ayudó a superar una ruptura y a crear una relación mucho más sana con mi expareja.
P.- En las redes sociales se identifica como feminista, ¿qué es el feminismo?
R.- De forma global la podemos definir como un movimiento social que busca la igualdad entre los géneros sexos. Feminismo significa igualdad, pero esa igualdad tiene que ser una cuestión de justicia. No vale que seamos iguales si no somos justos. Cuando yo hablo de igualdad, hablo de feminismo, para mi igualdad y feminismo son cuestiones que no son sinónimos pero que sí que van relacionadas.
¿Por qué digo que van relacionadas pero no son sinónimos? Yo no puedo entender esa igualdad sin un sentido de la justicia, yo como mujer, no puedo aceptar que las mujeres tengan los mismos derechos laborales que los hombres. Si las mujeres tuviesen los mismos derechos laborales que los hombres, la maternidad no seguiría siendo vista como una amenaza para la carrera profesional de una mujer. La igualdad no existe a nivel real y efectivo, aunque sí que exista a nivel simbólico y legislativo.
P.- ¿Qué opina sobre el caso de La Manada?
R.- Creo que ha sido error el hecho de viralizar el caso. Porque no se habla de violencia sexual sino de la violación en San Fermín, se habla de una violación concreta con una víctima concreta. Tiene que ser muy desagradable encender la televisión y que todo el mundo hable sobre cómo te violaron o cómo te debes sentir. Es un error de los medios de comunicación y de cierto sector del feminismo. Deberíamos focalizarnos en la violencia sexual y no solo en el caso de La Manada, porque se crea una doble victimización y estigmatización de la persona, por supuesto además de que favorece a que se invisibilicen otros casos.
P.- ¿Qué cree que debería cambiar para que desaparezca la violencia sexual?
R.- La educación es una herramienta para transformar el mundo, y las relaciones entre hombres y mujeres, pero esa educación tiene que estar tanto en las familias, como en las instituciones, como en los medios de comunicación.
La violencia se asocia mucho al patrón cultural o de comportamiento masculino, a los hombres se les enseña a ser violentos, no se les enseña a ser sensibles, diplomáticos, dialogantes. Se les enseña a ejercer violencia física. Se nos debería enseñar desde pequeños a ser críticos. Igual que las mujeres debemos “desprincesarnos” y quitarnos ese disfraz de princesa , los hombres también tienen que quitarse toda esa armadura de príncipe y saber conectar con otras partes, que no sean siempre la violencia.
P.- ¿Cómo cree que afecta la publicidad?
R.- El fin de la publicidad siempre es vender, pero puedes vender un producto de forma ética respetuosa, inclusiva o puedes vender un producto de forma estereotipada con clichés. Me llama mucho la atención ver cómo las aulas de la carrera de publicidad están llenas de mujeres contrarias a la cosificación o a la representación de estereotipos femeninos o masculinos, pero que luego no llega a reflejarse en la publicidad que vemos. Los publicistas deberían buscar ideas más originales que representen la diversidad sexual que existe, porque al final es muy importante que las personas nos sintamos representadas.