El arte se adhiere a los muros
El fenómeno del Street Art embellece las calles de nuestras ciudades dejando claro que no son simples garabatos.
Las calles, que buen sitio para infinidad de actividades, desde caminar ebrio sobre sus aceras un sábado noche, hasta pasear a tu perro un domingo. Bien, desde hace un tiempo también se añade a la lista de actividades el admirar obras de arte. Todo esto viene porque últimamente todos los días son domingo, más bien, desde hace unos años. Por si lo desconocíais, el último día de la semana la entrada a cualquier museo es gratuita, algo así como el día del museo cuatro veces al mes, cuarenta y ocho al año. Sin embargo, este día ha perdido su importancia, debido a que ya no todo el arte es de pago, puede ser gratis, y aunque suene como una locura, contemplar las pintadas de las calles puede ser, sorprendentemente, arte, sí, arte urbano.
Los museos, tal y como los conocemos, son edificios que albergan un incontable valor artístico entre sus paredes. Según El directorio de museos y colecciones de España se estima que nuestro país contiene más de 1500 instalaciones, a las que podemos acudir para sufrir eso que diagnostican como síndrome de Stendhal. En cambio, no es necesario pagar para poder ver arte en estos recintos, ya que de camino a ellos puedes encontrar verdaderas obras de arte adheridas a la pared, en definitiva, graffitis.
¿Qué entiende la ciudadanía como graffitis? ¿Los encuentran agradables? Generalmente los consideran garabatos desordenados de nombres de adolescentes alborotados, incluyendo en esa hegemonía verdadero arte a pie de calle, y tradicionalmente, los repugnan. Al movimiento anti-pintura en la pared se unen los organismos públicos, sin ir más lejos, el Ayuntamiento de Albacete destina 100000 euros anuales a blanquear todas esas paredes desvirgadas por sprays.
Sin embargo, lo que considera la sociedad en general como graffiti, esas pintadas huérfanas de simpatizantes, no están dentro de lo llamado arte urbano. El verdadero graffiti está considerado un estilo de pintura libre y una “forma de expresión cultural y popular que puede beneficiar a todos” según Juan Gabriel Jerez, graffitero profesional albaceteño de tan sólo 27 años. Además, este artista defiende la eliminación de la concepción popular de que todo ente pintado en la pared es un graffiti, no todo es arte urbano. Incluso Greg Niemeyer, profesor de la universidad de Berkeley, afirma que la técnica del graffiti es “la fuerza vital de una ciudad, que le dice a cada ciudadano “estoy vivo”, la ciudad está viva” “Una ciudad sin graffitis es como un campo sin flores”.
Este arte, que parece recién descubierto, se remonta a la Edad Antigua, y se ha hecho cada vez más popular a partir de las últimas décadas. En el caso de España, el pionero en el Street art fue un madrileño llamado Muelle, el cual desarrolló sus técnicas pictóricas a partir de La Movida Madrileña en los años 80. A raíz de este momento, la línea artística se bifurcó en dos: la tenue estirpe de artistas callejeros que parece invisible ante los ojos de los viandantes; y adolescentes que enmarcan las paredes de su ciudad con soeces y cierto egocentrismo.
A día de hoy, las grandes ciudades, y no tan grandes, están plagadas de pintura en sus muros y en otros lugares más recónditos. Las metrópolis que más brillan en el arte urbano coinciden con las que tiene más cabida de artistas por cuestión de población: Madrid, Barcelona y Valencia. Son la cuna de los mejores graffiteros actualmente. La capital, en concreto, albergó en octubre un concurso ubicado en el barrio de Las Águilas en honor al fallecimiento de Muelle, para rememorarle y a la vez alentar a los emergentes artistas urbanos de nuestro país.
Ya no solo Madrid, Valencia también aboga por el Street art, con proyectos como Urbans Festival acaecido en el antiguo cauce del río Turia en octubre, donde se fomentó la cultura urbana en su conjunto. Sin duda alguna, algunos barrios de la ciudad levantina son auténticos museos al aire libre, en concreto Ruzafa y El Carmen, donde los artistas urbanos pierden la concepción del tiempo mientras embellecen los muros. Algunos de estos son Escif, Hyuro, Esik entre otros.
