Vine: La red social del humor

Vine: La red social del humor

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Se populariza la red social de pequeños videos de seis segundos en la que prima la creatividad frente a la imagen personal.

En un universo tan prefabricado como es el de las redes sociales cuesta creer que una aplicación como Vine haya acabado asentándose entre el público. Y cuesta por que si atendemos a la cada vez más popular Instagram, lo que se demanda ahora es una red social donde poder confeccionar un estilo. La galería de imágenes es cada vez más homogénea, porque el usuario quiere mostrar su estilo y personalidad a través de la fotografía. Incluso en los videos de la citada red la gente intenta plasmar su «yo», porque así es, Instagram incluyó la opción de crear videos para hacer frente a la en ese momento recién nacida Vine. No obstante el uso de la herramienta de video no ha tenido, por lo menos a simple vista, la misma función que en Vine. Instagram sigue siendo una red principalmente de apariencia.

Vine se caracteriza por ser todo lo contrario a su rival, que sin embargo no es competencia directa en el mercado. De estructura similar pero de diferente funcionamiento, Vine es una red social hecha para divertirse, o que al menos ha triunfado por ello. Aunque la aplicación pone al servicio catalogar al video subido (que no puede superar los 6 segundos, a diferencia de Instagram que son 15) por las etiquetas “animales”, “arte”, “comida” y etc, lo que prevalece es la “comedia”. Y sobre todo, lo que prima en cada vine es la creatividad, y gracias a ella es como se consigue la popularidad. Los llamados «viners» (usarios de Vine) tienen que poner todo su empeño para contar una historia graciosa y que enganche al público, en los pocos segundos que permite la aplicación. Sí el mini sketch se entiende y es bueno, su triunfo viral está asegurado. De hecho, ya hay un conjunto de personajes que son reconocidos no sólo por los usuarios de esta aplicación, sino también por el público habitual de otras redes sociales como Twitter gracias a su actividad en la red social de los videos.

Ya no hace falta tener tu propio espacio en televisión, cine o teatro para ser humorista. Es el caso de Lele Pons, una joven americana reconocida mundialmente por sus vines. La chica de Miami ha sido la primera persona en alcanzar los dos billones de reproducciones de su galería de videos, todo un récord que ha llevado a cabo gracias a ser cada vez más constante en la calidad de sus vines, ahora editados y con un formato casi profesional, intercalando música, varios escenarios y situaciones graciosas con las que se identifica todo el mundo. Su fama es tal que ya cuenta con su propia biografía en Wikipedia.

En el ámbito nacional una de las «viners» más conocidas es Andrea Compton. Empezó en Vine en enero de este año y en tan solo unos meses se ha convertido en toda una estrella de la red social.

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De voz característica, los videos de Andrea empezaron a ser conocidos por sus doblajes y por la multitud de pequeños personajes que inventa. Es su estilo personal (que pocas veces se tiene en los perfiles de esta red) lo que la ha hecho triunfar, aunque ella admite que sobre su éxito no tiene «ni idea». Sin embargo, algo tiene claro y es que para gustar en Vine hace falta «Humor, siempre humor». «El enganche que tiene la app es brutal, es como Instagram, no puedes parar de bajar. Es con la app que más me entretengo y la que más me hace reír» asegura Andrea. Acerca de cómo empezó en la red, recuerda que «Mi mejor amigo Gonzalo me la instalo cuando salió, pero nunca la utilicé. A través de las páginas de Facebook de vines que la gente compartía me enganché a los americanos… Luego utilicé la app para darle re-vine a todos los vines que me hacían gracia, todo americanos! Y sin más empecé a subir videos de mi hermana pensando que nadie los vería». Pero no fue así, pronto sus videos serían los más vistos de la red social. «Empiezan a subir los seguidores por todas partes, te ilusiona y te presiona a la vez, porque no sabes si a todas esas personas les vas a gustar siempre…». La fama de Andrea en esta creciente red social es tal que ya cuenta con más de 60.000 seguidores, algo que no todos los usuarios pueden decir. Al preguntarle sobre si siente ahora más presión y se exige más por toda la gente que le sigue contesta que «Me preocupa más que antes, en cuanto a que siento que debo subir un par de vines a la semana o la gente se olvidará de mi». Pero ¿cómo empezó a arrasar en esta red? «Víctor Palmero le dio a re-vine a un Vine mío y ahí empezó todo, los Viners españoles me empezaron a conocer, me comentaban, seguían y daban a re-vine, y… empecé a gustarle a la gente! Subí muy rápido y así hasta ahora». Alrededor de ella gira una cadena de viners españoles de éxito, que de vez en cuando aparecen también en su perfil, y que ya son las caras que el público pone a la aplicación (Antón Lofer, Facundo Moreno, Moay…). Aunque la duda sobre si estos principiantes del humor continuarán su camino en este sector está presente por el gran ingenio que transmiten, Andrea tiene claro que quiere seguir dedicándose a la fotografía, la profesión que eligió: «Sigo amando la fotografía, no cambia nada, ¡pero estaría encantada de locutar también!» De hecho, ella ya ha hecho sus pinitos en la locución «hice un par de locuciones para un programa de coches en Antena 3, nada más, pero estaría encantada de hacer más cosas!».

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