Sol Mollá: «El sistema ha fallado»

En los tiempos complicados que vivimos actualmente, quiero conocer la visión de alguien joven pero madura. Es por ello que decido ponerme en contacto con Sol Mollá, estudiante de primer año del grado de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense de Madrid, debido a que desde muy temprana edad se ha preocupado por asuntos relacionados con la justicia social, de ahí su interés por la política.

Pregunta: Buenos tardes, primero de todo muchas gracias por concederme esta entrevista.

Respuesta: Buenas tardes. No hay de qué, el placer es mío.

P: ¿Por qué decidió estudiar Ciencias Políticas?

R: Decidí estudiar ciencias políticas, como decía, dada mi preocupación por los problemas sociales, pues considero la política como el medio más capaz de intervenir en estos asuntos con el fin de buscar una solución.

P: ¿Ha sido siempre su primera opción estudiar esta carrera?

R: Rotundamente sí. Desde que comencé a plantearme qué era lo que de verdad me interesaba supe que este era el grado que quería estudiar. Así que desde los 13 años, más o menos, no he cambiado de opinión, a pesar de haber barajado otras posibilidades similares como Sociología, Periodismo o Derecho, pero siempre quedando en un plano secundario.

P: ¿Qué pensaron sus padres cuando les dijo que quería estudiar Ciencias Políticas?

R: Bueno, cuando empecé a plantear en casa que quería estudiar esta carrera mi padre fue quien más se mosqueó, algo normal después del prestigio del que han gozado los políticos de este país, especialmente durante la última década. Pero siempre me ha animado a hacer aquello que me gustaba.

P: ¿A qué le gustaría dedicarse en un futuro?

R: Sinceramente aún no tengo del todo claro a que me quiero dedicar. La carrera que estudio no va enfocada, como muchos piensan, a formar parte del consejo de ministros o incluso a ocupar la presidencia del gobierno. Quienes estudiamos ciencias políticas nos convertimos en politólogos al graduarnos, es decir, estudiamos y analizamos los fenómenos políticos. Además siempre me ha gustado mucho escribir, es por ello que, como decía, también me planteé estudiar periodismo, así que no descarto dedicarme al periodismo político.

P: Durante los últimos años, el feminismo ha ido en aumento y está movilizando a grandes masas, ¿cree que estamos ante el avance definitivo de la lucha de los derechos e igualdad de las mujeres?

R: Bueno, en parte se ha avanzado mucho y ha crecido la conciencia social con respecto a la situación de la mujer. Ahora, queda muchísimo trabajo que hacer, tanto desde las instituciones como desde cualquier otro ámbito, esto es un proceso lento. No hace falta más que observar que las actitudes machistas siguen presentes día a día en las vidas de todas las mujeres.

P: Para usted, ¿qué es el feminismo? 

R: Mi opinión del feminismo considero que es bastante objetiva. Se trata de un movimiento de origen burgués que ha luchado por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Sin embargo, y siempre alabando la capacidad de movilización que lo ha caracterizado estos últimos años y los grandes avances que ha conseguido llevar a cabo, el hecho de que sea un movimiento tan “transversal”, genera numerosos choques y diversos puntos de vista que impiden determinar de manera clara los objetivos que persigue.

P: ¿Se considera feminista?

R: La verdad es que, a pesar de haberme autodenominado feminista durante muchos años, a día de hoy, y por mucho que comparta el objetivo principal del movimiento, no puedo reafirmarme como tal, por lo que explicaba antes de la transversalidad del movimiento y de su origen burgués. Llevo ya un tiempo formándome en el marxismo-leninismo y uno de los puntos de esta ideología que han tratado autoras y militantes como Aleksandra Kollontái es el hecho de que las mujeres proletarias y las mujeres burguesas no pueden estar en el mismo bando debido a los intereses de clase que caracterizan a cada una. Las mujeres burguesas solo buscan la igualdad de derechos para ejercer sus privilegios con la misma libertad con las que lo hacen los hombres, pero la proletaria no se ve, ni mucho menos, beneficiada en este caso.  Por ello, entre otros motivos, no me considero feminista como tal, pero eso no quiere decir que no esté implicada en la lucha por los derechos y la libertad de la mujer.

P: 2018 aún no ha terminado. Sin embargo, en lo que llevamos de año han sido 44 mujeres asesinadas en España por sus parejas o exparejas y un total de 972 desde enero de 2003, cuando se empezaron a contabilizar, ¿cree que el Gobierno español está haciendo bien su trabajo?

R: El Gobierno aún tiene mucho por hacer, las leyes y las medidas que ha tomado no están funcionando, así que no puede quedarse contento con su trabajo. Si algo no surte efecto debe buscar el fallo y tratar de arreglarlo. No obstante, ya digo, no va a ser ni fácil ni rápido acabar con esta situación, al igual que tampoco es solo cosa del Gobierno español ni del color político que tenga.

P: Por otro lado, España vive desde 2008 una situación de crisis y cada día son más los casos de corrupción, ¿cree que en la actualidad la sociedad asocia política con corrupción?

R: Con respecto al asunto de la corrupción, decir que en España no es para nada algo nuevo. Numerosos casos de corrupción han salido a la luz a lo largo de nuestra historia, no obstante, es verdad que durante los últimos años la cantidad de corruptelas que se han destapado ha sido bastante alta , y que, ante la crítica situación económica que vive el país desde 2008, estos casos han generado un mayor escándalo que si hubiera ocurrido lo mismo en otras circunstancias, por ello sí creo que la población asocie corrupción y política, motivos no faltan.

P: En las elecciones andaluzas, el partido político VOX ha obtenido buenos resultados pese a su programa electoral y pensamiento retrogrado, ¿por qué cree que ha conseguido los votos de los ciudadanos?

R: Bueno, España se encuentra en una situación bastante delicada. Desde que entramos en recesión el nivel de bienestar social ha decaído con creces, lo que provocó el surgimiento de diferentes movimientos ciudadanos, entre los que destaca el conocido 15M, que demandaban un cambio. Lo bueno de esto es que ante la falta de capacidad que presentaron los partidos tradicionales para responder con eficacia estas demandas, la ciudadanía dejó de sentirse representada y comenzaron a aparecer en el panorama político nuevos partidos que trataron de acabar con el bipartidismo. El problema es que estos partidos han resultado igual de incapaces, provocando una disminución de apoyos al sistema por gran parte de la población, que se traduce, como hemos visto, en los altos niveles de abstención que se dan en los últimos procesos electorales. Así que ahora mismo lo que se busca en España es un cambio drástico, que suele coincidir siempre con el auge de ideologías más alejadas de las políticas propias del Estado del Bienestar, unas políticas que han fallado a los ciudadanos. Es por ello que en España un partido como Vox está viendo aumentado  su número de votantes, al igual que partidos de extrema derecha o incluso de corte fascista o , más correctamente, fascistoide, están viviendo este auge. El sistema ha fallado.

P: Para ser tan joven tiene las ideas muy claras, ¿a qué se debe?

R: Realmente no tengo las ideas tan claras como parece, sé de qué lado estoy, sé cuales son mis principios y mis ideales básicos, creo que estas cosas ya no dependen ni tan solo de lo que te hayas informado, sino que dependen de algo más profundo. Al fin y al cabo todos conocemos algo que hace que nos hierva la sangre, ¿no?. Eso es contra lo que tengo claro que debo luchar. Pero, aún tengo que formarme muchísimo, para eso estudio, todavía me quedan muchas cosas por aprender.

P: Por último, ¿podemos estar ante la futura Presidente de España?

R: Ay, no creo (ríe). No estoy en Ciencias Políticas para eso, la verdad, no creo que tenga madera de “líder”, pero bueno, quién sabe lo que nos depara el futuro a cada uno.