Primeras evidencias del neolítico en Crevillent
Hasta la fecha toda la información recabada sobre la prehistoria en Crevillent indica que la población humana de estas tierras era bastante intensa entre el final del Paleolítico (10.000 a.C) y el Calcolítico (3000 a.C), este periodo es lo que se conoce como neolítico. Las excavaciones en el lugar conocido como el Alteron han proporcionado la pieza que faltaba para completar el puzle de las civilizaciones que ocuparon la zona al haber documentado restos de un asentamiento neolítico.
Etimológicamente, Neolítico significa nueva Edad de Piedra en contraposición al Paleolítico o antigua Edad de Piedra. Es un periodo en el que el hombre se inicia en el mundo de la producción de alimentos mediante la agricultura y la ganadería gracias a la domesticación de las primeras plantas (como el trigo y la cebada) y animales (como la cabra, la oveja y el cerdo). Gracias a todas estas innovaciones fueron abandonando de manera paulatina la caza y la recolección.
Se trata de un proceso y largo que conllevó a la aparición de la cerámica para el almacenamiento de cosechas, el uso culinario y otras funciones, además de nuevos útiles para la práctica de la agricultura como pueden ser las hachas, las azadas de piedra pulida y los molinos de mano.También son frecuentes las manifestaciones artísticas, funerarias y religiosas, así como un variado ajuar personal y doméstico, que revelan una progresiva complejidad de esta sociedad que pasó de ser dominada por la naturaleza, a controlarla.
Gracias a las actividades agrícolas las sociedades neolíticas dejaron de ser nómadas y poco a poco se sedentarizaron apareciendo así los primeros poblados y aumentando el número de integrantes de las comunidades. El asentamiento donde se ha llevado a cabo la excavación se localiza en la partida rural del Alterón (linda por el Oeste con la carretera de la Estación CV-875, por el Norte con el Área de Servicio de la misma, y por el Sur y Este con la Autovía Alicante-Murcia A7/E-15 respectivamente).
La parcela, que es aproximadamente rectangular, se incluye dentro de una extensa zona de protección arqueológica conocida como L’arquet Raval Bosch en la que se han hallado restos comprendidos entre el Bronce Final y el Periodo Paleondalusi.
En 2008 y previamente a la construcción de un complejo hotelero se llevaron a cabo unas actuaciones de salvamento. Se excavaron 6 sondeos de 15×2 m llegando a excavar 3098,41 metros cuadrados. Encontraron 6 fosas rellenas con materiales ibéricos y romanos y 11 fosas con el escaso, aunque relevante, testimonio de un asentamiento Neolítico.
Este tipo de hallazgos ha sido muy frecuente en las excavaciones que, desde los años 90, se vienen realizando en esta llanura aluvial. Sin embargo, se ha llegado a localizar restos arqueológicos de estas características incluso en la parte sur del casco urbano. En este caso, nos encontramos ante un asentamiento Neolítico datado entre finales del siglo V y inicios del IV milenio a.C. La localización del asentamiento dominaría unas tierras muy aptas para la práctica de la agricultura utilizando principalmente el agua del Barranco del Bosch y, un poco más alejado, el humedal del Hondo de dónde obtendrían además otros recursos a través de la caza, la pesca y la ganadería.
Sin embargo, nos es imposible determinar la duración de la ocupación del asentamiento, pero sí que podemos relacionar su posible ubicación con relación a toda la serie de actividades agropecuarias y de aprovechamiento de las zonas húmedas.
Los restos vegetales carbonizados encontrados cerca de la excavación (tomillo, lavanda, acebuche, pino, lentisco y roble) nos remiten a paisajes de tipo subárido, que se desarrollarían entre la Vega Baja del Segura y la sierra de Crevillent.
En definitiva, se trata de un enclave más que viene a confirmar la expansión neolítica desde el norte de la actual provincia de Alicante hacia el sur en favor de la explotación de nuevas tierras siguiendo el curso del río Vinalopó.