Mary Shelley: lo extraordinario de ser raro

Mary Shelley: lo extraordinario de ser raro

Mary Shelley, conocida mundialmente como “la creadora de la Ciencia Ficción” debe dicho reconocimiento tras el nacimiento de su novela “Frankenstein”, fruto de una pesadilla sobre la creación de vida a partir de la unión de restos humanos cadavéricos. La historia surgió en el verano de 1816 en Villa Diodati (mansión cerca de Ginebra). Allí la familia Shelley se reunió con el escritor Lord Byron, quien les propuso escribir un relato de fantasmas. Shelley obtuvo el mejor relato, el cual dos años más tarde se publicó anónimamente.

Tras el éxito de la obra Mary Shelley reconoció su autoría, lo que causó un revuelo social, pues una mujer de 18 años había creado una narración filosófica extraordinaria que hablaba sobre los límites de la ciencia, la exclusión social, jugar a ser Dios y el orígen y la creación de vida. En la época de Shelley había una baja tasa de alfabetización de las mujeres, quienes estudiaban sobre literatura, dibujo, costura y geografía y además debían ser sumisas ante el hombre, educadas y fraternales.

La escritora no encajaba en el canon social del siglo XIX, era curiosa, estudiaba sobre ciencia (galvanismo, electricidad), su vida estuvo marcada por la muerte (su madre, Mary Wollstonecraft, falleció a los pocos días de ella nacer, presenció la prematura muerte de sus hijos y finalmente la de su marido) y sobre todo, había superado literaria e intelectualmente a tres hombres a una corta edad, lo que la convertía en una genio.

La alienación social que vivió la vemos reflejada en la Criatura, quien es deshumanizada y excluida por su entorno en el relato debido a su aspecto “aterrador” y su origen, pues Víctor Frankenstein la crea mediante diferentes miembros de cadáveres y le da vida de forma artificial, algo impensable para una sociedad teocentrista.

La Criatura no nace monstruo, es la sociedad quien la convierte en uno. El primer sentimiento que percibe es el odio de su creador y el miedo. Después, el desprecio de un entorno que lo deshumaniza a pesar de ser humano por su apariencia. Lo primero que aprende es la violencia. Aprende a sobrevivir en lugar de vivir y a pesar de intentar relacionarse con los demás, todo lo que obtiene es vacío y soledad.

No queda más que preguntarse quién es el verdadero monstruo: la Criatura por cómo es, Víctor Frankenstein por crearla y abandonarla ¿o la sociedad que alguna vez  ha hecho sentir a muchos que no pertenecían a un lugar del que nunca dejaron de formar parte?

Hoy en día aquella Criatura nacida del mundo onírico de Mary Shelley conmueve a todos aquellos que alguna vez se han sentido diferentes, solos o incomprendidos. Deja un mensaje eterno sobre que lo raro es, precisamente, lo que les vuelve extraordinarios.

-Mireya Fuentes García-Consuegra

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Alumna de primero de Publicidad y Relaciones Públicas de la asignatura de Comunicación y Medios Escritos. Me gustaría ser RRPP de una editorial como el grupo Planeta.

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