«Gravity», poesía audiovisual

«Gravity», poesía audiovisual

Gravity

 

 

 

 

«La mejor película sobre el espacio que se ha hecho nunca» afirmó el director «James Cameron» tras el estreno de Gravity. Y es que la cinta se ha hecho un hueco en todas las mentes de críticos y aficionados al séptimo arte que hace unos pocos días vieron la odisea espacial de George Clooney y Sandra Bullock.

La cinta trata sobre un viaje estelar que no sale del todo como se esperaban, dejando a los dos únicos supervivientes del transbordador desamparados en medio del oscuro y silencioso espacio.

Es por eso que su director, «Alfonso Cuarón» emplea todo tipo de peripecias visuales que dejan al espectador simplemente entusiasmado. Como experiencia personal afirmo que es una proeza audiovisual increíblemente satisfactoria. Ahora, no todo es bueno y perfecto en Gravity, ya que hay puntos que quizás no son debidamente tratados, o bien por el guión o bien por la dirección e interpretación de los personajes.

Una cosa que me gustaría destacar es un punto de bajón que tiene el argumento a la mitad. Hablo del momento en el que tanto Stone como Kowalsky, los dos astronautas, están intentando llegar a la estación espacial mediante los propulsores del traje. Estos cinco minutos de balanceo por el espacio pueden llegar a resultar un poco lentos en comparación con todo el ritmo frenético de la obra.

También quiero tratar el tema del Casting. No es que me moleste la elección de actores, es más, admiro el esfuerzo realizado por Sandra Bullock teniendo en cuenta que no se trata de una actuación que se adapte demasiado a ella, pero dentro de lo que cabe sabe manejar el personaje y nos lo transmite bastante bien. Es cuando llegamos a Clooney donde no lo veo tan claro. El veterano actor intenta llenar un personaje que no tiene tanto que ofrecer, no es que lo haga mal, ¡ni mucho menos!, solo digamos que no es un papel que dé demasiado juego.

En resumidas cuentas, Gravity es una infalible obra audiovisual que ofrece una tensión y un nerviosismo digno de cualquier thriller que podamos encontrar hoy en día en nuestros cines u hogares. Tiene la capacidad de transmitir únicamente con el juego de efectos y cámara una ansiedad que solo los directores experimentados pueden ofrecer. ¡Bravo por Cuarón!, pero si esperas ver un argumento intrincado o un thriller laberíntico te estás equivocando. 90 minutos repletos de una masa infinita de efectos, cacharros voladores y astronautas desaparecidos, que poseen un precioso mensaje final que te hará salir del cine con una sonrisa en la cara.

Jose Pastor Nieves

Comunicador y apasionado del cine y la televisión. Descubridor de nuevos mundos y buscador de nuevas y apasionantes ideas.

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