“El último lobo”, China se crece en el cine

“El último lobo”, China se crece en el cine

El director francés Jean-Jacques Annaud, regresa al cine tras un largo periodo de silencio con “El último lobo” adaptación de la novela autobiográfica del escritor chino Lu Jiamin publicada en 2004, que fue un éxito instantáneo. El film, protagonizado por Shaofeng Feng, ha cosechado muy buenas críticas y un éxito notable entre el público chino, anteriormente ofendido por el propio Annaud por su película “Siete años en el Tibet”.
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Jean-Jacques Annaud tiene el dudoso honor de ser un director con una filmografía favorablemente polémica, es decir, films que en su momento crearon mucha polémica pero que con el paso de los años se han convertido en obras muy respetadas por los críticos. Con “El último lobo” el director francés se permite el lujo de mostrarnos una historia más conmovedora del hombre y la naturaleza, con un mensaje que debe ser recordado para conocer como es realmente el ser humano.

Yo como espectador disfruto mucho de este tipo de historias. Esas historias verídicas que reflejan la fuerza de la unión entre el ser humano y el mundo animal. Cómo la unión de esos lazos puede incluso cambiar nuestra forma de ver el mundo y apreciar lo que realmente tenemos. Pues de eso trata el film, de darnos cuenta lo que hacemos con nuestro propio mundo. El resultado es una obra audiovisual elegante, sencilla, natural y llena de belleza. Diría que el film se estructura en dos mitades, 71concretamente en hora y hora, donde la segunda mitad gana a la primera aumentando el nivel de dramatismo y de intensidad entre los personajes por motivos relacionados con la historia. Una historia que cuenta cómo un joven estudiante (Feng) viaja hasta las tierras de Mongolia para enseñar y educar a una tribu de pastores nómadas, y que durante su estancia descubrirá a la especie más temida por la estepa: el lobo. Sin embargo, el joven estudiante creará un vínculo muy fuerte con la última criatura recién nacida de la temida especie. A la que criará y cuidará como un hijo, sin pensar en las futuras consecuencias.

Analizando el film como producto audiovisual, es cierto que se disfruta más por sus imágenes y por la música de James Horner, que por un guion con pocas frases y muy directo. Un dato del que me percaté rápidamente, es que China está creciendo a una velocidad trepidante en el mundo del cine, con unos proyectos de alta envergadura y logrando unos resultados que sorprenden a propios y extraños. La puesta en escena de Annaud es muy calculada y sabe en todo momento que plano debe ir a continuación para que el espectador se envuelva en el maravilloso paisaje protagonista. El guion no es una maravilla, pero tampoco lo necesita, ya que la historia se ultimo-lupo-3entiende por sí sola y necesita muy pocas frases para ver cómo avanza la trama. La fotografía de Jean Marie Dreujou es maravillosa, sobre todo en las escenas nocturnas con la manada de lobos observando los campamentos nómadas con la luz de la luna (atención con el lobo jefe). El diseño de producción recrea fielmente el vestuario de la china de 1969 y los instrumentos usados para las construcciones de las cabañas en medio de los verdes y fríos prados. El montaje, si bien no es pesado, flojea un poco en la primera mitad, salvo en las escenas de acción donde los lobos atacan a los caballos o a las ovejas de los nómadas. En cambo durante la segunda mitad del film vuelve a alzar el vuelo, concretamente en el extenso clímax de la cacería final. Y por supuesto, si algo engrandece al film de Annaud es la magnífica banda sonora de James Horner, ganador del oscar por Titanic. Ambos ya colaboraron hace mucho tiempo en una gran película titulada “El nombre de la rosa”, pero tras ello se distanciaron hasta que reconciliaron su amistad para este proyecto donde Horner ha escrito una partitura de un sinfonismo brillante y con mucha fuerza.

“El último lobo” entra dentro de los films cuyo mensaje es la cruda realidad que existe en nuestro mundo, pero también es un film para disfrutar en compañía y descubrir los preciosos paisajes que esconde nuestro planeta. Y si esto sigue así, Hollywood puede empezar a temblar con las producciones de origen chino, porque esto apunta muy alto.

Adrián Arnáiz Abril

Estudiante de Publicidad y RRPP en la UA. Amante del cine y la TV y realizador audiovisual de hobbie poco común entre la gente normal, pero mola.

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