“Mad Max: Furia en la carretera”, la vieja escuela de George Miller revienta las pantallas

“Mad Max: Furia en la carretera”, la vieja escuela de George Miller revienta las pantallas

El esperadísimo y tardío regreso de la saga Mad Max ha sido toda una sorpresa para las viejas y nuevas generaciones. Su creador y director original George Miller vuelve para dar una lección de cómo se tiene que hacer una película de dos horas de duración, en la que sólo predomina la acción y consigue mantener la atención del espectador durante todo el metraje. Mel Gibson es la gran ausencia en esta nueva entrega donde es sustituido por Tom Hardy y secundado por Charlize Theron.
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Desde un punto de vista del espectador, la película de Miller puede resultar difícil de asimilar si no se conoce la trilogía anterior de Mad Max. Pues el espectador puede incluso saturarse ante tanta dosis de acción y secuencias a toda velocidad. Pero al mismo tiempo, viendo la película en su conjunto, se llega a apreciar que el director controla en cada momento todos los detalles del guion para que la historia no se convierta en un circo de vehículos tuneados y explosiones sin más. George Miller es muy consciente desde el minuto uno de lo que nos quiere contar con esta nueva entrega de Mad Max, y si además eres un fanático de ese tipo de cine pues vas a salir como un niño pequeño que va por primera vez a un parque de atracciones. Eso lo puedo garantizar.

Pero una película como “Mad Max: Furia en la carretera” se merece un análisis desde un punto de vista más técnico y artístico, porque ambos no se quedan nada cortos. Empezando por el padre de la criatura, su director y guionista George Miller. El realizador australiano con 70 años a la espalda consigue transmitir esa adrenalina con la que tanto ha caracterizado a las películas de Mad Max. Las largas escenas de persecuciones son dignas del mejor Miller que recuerdan a las que ya hizo en “Mad Max 2: El guerrero de la carretera” y que en más de unad822506a-d2d3-4b04-9126-a4b1f61691fe ocasión las supera (el ataque de los soldados de Immortan Joe sobre unos mástiles). El guion co-escrito junto a Brendan McCarthy y Nico Lathouris contiene pocos diálogos, más bien los justos para que la trama avance. De hecho la forma de hablar de Max es similar a la de “Mad Max 2: El guerrero de la carretera”, y el personaje de Furiosa (Theron) es quien lleva la carga emocional del relato. La fotografía es mucho más dinámica que sus entregas anteriores. Aquí se nota que Miller se ha aprovechado del CGI para realizar muchos planos que antes no podía hacer, como en la primera película “Mad Max: Salvajes de la autopista” donde te jugabas todo a una toma. Pero lo que más destaca de la película es su diseño de producción, tanto en el vestuario como en los infernales vehículos que aparecen. Max conserva su característica chaqueta mientras que Furiosa emplea el aceite del camión para endurecer su mirada pintándose hasta el cráneo. Las jóvenes mujeres atormentadas de Immortal Joe usan telas blancas como símbolo de pureza y de inocentes bellezas que sólo buscan un lugar para vivir en armonía. Por el contrario el ejército de Immortal Joe es de lo más diabólico. mad-max-fury-road2Cadenas, pinchos, lentillas de colores y tatuajes del demoniacos son más que suficientes para saber que no les tienes que hacer enfadar si no quieres que te hagan algo. La banda sonora de Junkie XL acompaña notablemente a las imágenes con el uso de la percusión y guitarras con distorsión (un sonido muy Hans Zimmer que perfectamente podría aparecer su nombre en la película), en cambio en las escenas dramáticas la música destaca mucho más con unas composiciones para cuerdas que erizan la piel (Furiosa arrodillada en medio del desierto gritando a pleno pulmón. Un momento para retener en la historia del cine). Y por supuesto no hay que olvidarse de la labor de los montadores del film Jason Ballantine y Margaret Sixel, que logran que el ritmo no decaiga en ningún momento y mantienen la atención del espectador en el universo creado por Miller.

George Miller devuelve al cine actual una manera de contar historias post-apocalípticas como se solía hacer hace décadas, donde los jóvenes directores reflejaban la adrenalina de la velocidad y la tensión jugándose la vida y la de todo el equipo del film.

“Mad Max: Furia en la carretera” ya ha superado los 100 millones de recaudación y su director ya ha anunciado Mad Max 5. Así que señoras y señores agárrense fuerte a las butacas porque esto no ha hecho más que comenzar.

NOTA: 8,5/10

Adrián Arnáiz Abril

Estudiante de Publicidad y RRPP en la UA. Amante del cine y la TV y realizador audiovisual de hobbie poco común entre la gente normal, pero mola.

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