«Kingsman», un estilo explosivo
Mark Millar, actual y reconocido guionista de cómics, sabe perfectamente como encajar sus historias en el mundo cinematográfico, tanto es así que para llevarlas a cabo ha contado con nada más y nada menos que Mathew Vaughn, director de X-Men Primera generación, creando un tándem explosivo con una formula química que tras visionar la película se puede decir con un rotundo “sí”, funciona, y bastante bien.
La cinta a primera vista posee una “típica premisa” de película de agentes secretos con el típico agente con el típico compañero chulito, el típico malo graciosillo pero con muy mala leche, y la típica amiga del malo graciosillo con muy mala leche con más mala leche aún. La fórmula de la narración consiste en precisamente establecer esos tópicos e ir desmontándolos de una manera laberíntica. A la media hora estarás completamente sumergid@ en la historia deseando ponerte un traje Kingsman y salir a patear culos.
La cinta, no es más que la historia de cómo un joven sin futuro entra en dicha organización de la mano de un más que notable Colin Firth (os acabo de resumir el primer tráiler), pero que sabe acertar en los toques de humor necesarios para llevar la historia sin que la gente se aburra hasta las escenas de acción. Dichos momentos son, sinceramente, lo mejor que ha podido adoptar ésta película. Para los que estén dudosos de si verla o no, únicamente ya merece la pena por la magnífica escena ocurrida en la Iglesia y que sirve para ver de qué manera el autor puede encaminar la película.
No estamos ante una película que vaya a pasar a la historia como un hito, pero si estamos ante una cinta que sabe exactamente donde dar en el clavo, donde hacer que te rías y lo más importante, de qué manera entretenerte. El reparto cumple notablemente en su mayoría, aunque a mi pesar el único descolgado es Michael Caine, que no consigue crear la unión entre su personaje y el público, una lástima… A pesar de esto, tanto Taron Egerton, Sophie Cookson, Sofia Boutella, y por supuesto Mark Strong y Samuel L. Jackson dan en el clavo con cada uno de sus papeles.
Por lo demás no cabe mucho más que decir. Estamos ante un buen espectáculo de entretenimiento (más para el público adulto que para el infantil) con una dirección y guión a su altura y que cumple perfectamente con su principal cometido, entretener y hacer disfrutar.
Nota: 7.5/ 10
