El Hobbit: la batalla por hacer taquilla

El Hobbit: la batalla por hacer taquilla

Al igual que en 2003 se pusiera punto y final a la adaptación cinematográfica de “El señor de los anillos: El retorno del Rey”, con cierta dignidad debo añadir, ahora en 2014 finaliza la adaptación de “El Hobbit” con un film que cierra otra trilogía totalmente innecesaria teniendo en cuenta la magnitud de la historia.
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Cuando leí “El Hobbit” por primera vez, fue justo antes de que anunciasen la adaptación al cine de la obra de Tolkien, y tenía muchas ganas de ver esa historia que incluso me cautivó más que ESDLA. Y entonces volvió Peter Jackson anunciando que esta adaptación se convertiría en una trilogía también, y con ello se me empezaron a quitar las ganas de verla. Simplemente por el mero hecho de que adaptar un libro que no es muy extenso en tres películas que superan las dos horas de duración cada una, pues acaba resultando forzado hasta tal punto en que los lectores pueden llevarse una decepción, como a un servidor.

Como espectador he disfrutado en muy pocos momentos del metraje. La mayoría de lo que se ve en pantalla carece de emoción y se nota un aire de producto realizado por gastar dinero y hacer más dinero. Y lo he comprobado en la 579607_458880820874297_1260332764_nreacción del público en la sala cuando han aparecido los créditos finales mientras empezaba a despertar un aplauso más que forzado. Poco más que añadir, supongo que los fans de Tolkien les habrá entusiasmado porque creo que eran ellos los que aplaudían.

Como realizador audiovisual empezaré por Peter Jackson, a quien ya le hace falta un descanso de adaptaciones de la tierra media y volver a hacer el buen cine que lo caracterizaba con films como “Agárrame esos fantasmas”. Espero que le vaya mejor con la secuela de Tintín, o en todo caso como productor, que seguro que tiene para Hobbitrepartir. El guion ni lo critico porque se sale tanto de la obra original que no hay por dónde cogerlo. La fotografía y el diseño de producción siguen salvándose y a la vez quedando un poco en evidencia ante tanta claridad digital, algo que otorga prestigio a los efectos especiales de la década de los 90 en films clásicos como “Independence Day”, “Twister” o “Titanic” donde si aportaban realismo. Al montaje le falta más garra y sobretodo sentimiento en algunas escenas, como la despedida de Bilbo y Gandalf (como siempre magníficos Freeman y McKellen) en los bosques de la comarca, donde debería haber acabado la película. Y a pesar de que la batalla es el plato fuerte de la película, esta se queda muy sosa en algunas partes, y carece de la emoción que si se plasmaba en “El retorno del Rey” o incluso en la primera película de “El Hobbit”.

No sé qué opinaría Tolkien de su adaptación cinematográfica de “El Hobbit”, pero yo como lector creo que se podría haber plasmado más dignamente en dos películas en lugar de hacer una trilogía demasiado estirada, y que con cada 30parte ha ido perdiendo fuelle en su metraje (a excepción de cuando aparece el dragón Smaugg). Aun así tanto “El Hobbit” como ESDLA, han logrado lo que Peter Jackson quería, un lugar en la historia del cine, además de una estrella en el paseo de la fama para su director…y unos billetes más en su cartera.

Hasta siempre Tolkien

Adrián Arnáiz Abril

Estudiante de Publicidad y RRPP en la UA. Amante del cine y la TV y realizador audiovisual de hobbie poco común entre la gente normal, pero mola.

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