“Sully” La peculiar forma de narrar de Clint Eastwood

“Sully” La peculiar forma de narrar de Clint Eastwood

Tras el éxito de su anterior film “El francotirador”, a sus 86 años de edad, Clint Eastwood nos trae la historia del comandante Chesley Sullenberger, papel interpretado por el carismático Tom Hanks.

Sully fue el hombre que el 15 de enero de 2009 se vio obligado a amerizar un Airbus 320 sobre el río Hudson, tras la pérdida de los dos motores del avión a causa del impacto de una bandada de pájaros. A bordo iban 155 personas y tras el amerizaje todos los pasajeros y tripulantes sobrevivieron. Una historia que tuvo bastante repercusión en los medios, pero de la que aún quedaban cosas por contar.3061462-poster-p-1-sully-movie-hanks-1078x516

Los hechos se nos presentan desde los pensamientos del protagonista, lo que se conoce como subjetividad mental,  flashbacks y alucinaciones están presentes durante toda narración, lo que hace que el espectador empatice de una forma más directa con el personaje.

La narración podría haberse centrado única y exclusivamente en el acto heroico del
protagonista, pero va más allá y nos muestra las consecuencias que puede llegar a tener el héroe a causa de su maniobra. La película lleva al espectador 33994-sullymovie-1200w-tna analizar varias veces el momento crucial del vuelo para determinar si fue o no la decisión más adecuada, en una sociedad en la que prima más el dinero y lo material que la vida de unas personas.

Cada una de las veces que se analiza la acción se hace con una intensidad mayor y se transmite una mayor tensión, a pesar de ser la misma acción, e incluso las mismas imágenes y de conocer ya el resultado.

Desde el ámbito personal tengo que decir que la película se me hizo muy corta, acabé con la sensación de querer algo más, cosa que me parece que es un punto a favor de la película ya que para nada se me hizo aburrida y estuve completamente sumergida en ella, y me puse en el lugar del protagonista de una forma espectacular. A pesar de contener muchos flashbacks y alucinaciones del personaje principal, en todo momento sabes en qué momento de la acción te encuentras y si está sucediendo algo real o no.

Eastwood consigue de unos pocos minutos hacer una narración de 96 minutos. Una película que sin duda os mantendrá en tensión durante toda su duración y os dejará con un buen sabor de boca a pesar de que se os pasará volando.

Y no os vayáis del cine cuando empiecen los créditos.

Nota 8 de 10.

mm

Sonia Herráez

Alumna de primer curso de Publicidad y RRPP.

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