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El colectivo LGTB+ y su gran conquista de derechos en España desde el inicio de la lucha organizada hasta la actualidad

Los fundadores del movimiento LGTB en España que, en su momento tuvieron que usar pseudónimos, activistas como Francesc Francino (Mir Bellgai) o Armand de Fluvià (Roger de Gaimon) se vieron influenciados por los sucesos acontecidos en Stonewall Inn la madrugada del 28 de junio de 1969 en Nueva York, EEUU, un bar frecuentado por personas LGTB, cansados de continuas redadas, protestaron contra una redada policial, desembocando en un encierro que da comienzo a una lucha organizada. Además de estos sucesos, el movimiento en España se inspira por el mayo francés, de carácter marxista, en el que se inspiran los fundadores del movimiento LGTB en España que, en su momento tuvieron que usar pseudónimos, activistas como Francesc Francino (Mir Bellgai) o Armand de Fluvià (Roger de Gaimon).

 

Asistentes a la primera manifestación homosexual en España, organizada por el FAGC el 26 de junio de 1977 EFE

 

La Ley de vagos y maleantes de la II República, que trataba comportamientos antisociales que comprendía, en su mayoría, a personas dedicadas a la explotación y abuso de otras, fue modificada el 15 de julio de 1954 por el Régimen franquista para la persecución y castigo de cualquier práctica homosexual, no solamente el colectivo LGTB estaba mal visto socialmente, si no que su persecución era legal. Acostumbrados a estar continuamente pisoteados por la sociedad, no se generó ninguna disconformidad ante esta ley de manera pública, dado que durante esa época el franquismo tenía un carácter aún más restrictivo que posteriormente.

Hasta que en 1970 la ley mencionada anteriormente volvió a sufrir una modificación la cual establecía penas de 5 años de prisión o internamiento psiquiátrico para homosexuales en ese momento se crearon los primeros movimientos LGTB en la clandestinidad y bajo pseudónimos. Es el caso del Movimiento Español de Liberación Homosexual (MELH) fundado por Francesc Francino y Armand de Fluvià, “Nos rehabilitaban a base de pláticas con curas, a base conversaciones con psiquiatras y psicólogos, seguramente aplicándole medidas como electroshock […] Para el estado éramos unos corruptores de menores natos, para la medicina éramos unos enfermos mentales, para la iglesia, los peores de los pecadores, y además para la sociedad éramos, la escoria, lo peor de lo peor…» Armand de Fluvià en una entrevista con la plataforma audiovisual “Ahora entiendo”.

Como primer acto reivindicativo, se apoyaron en diferentes plataformas y en Arcadie, una revista francesa LGTB para que enviase cartas a los procuradores en cortes para, de esa forma visibilizar una lucha que apenas había comenzado. Finalmente, tras una campaña exhaustiva enviando a estos procuradores diferentes leyes para la revocación de esta, se consiguió que volviese a simplemente penar por la práctica y no por serlo.

 

Es remarcable la escasa visibilidad de las lesbianas y mujeres en general, pero esto se debe a que no se reconoce la sexualidad de la mujer, y esta se halla en un segundo plano. En los inicios de este movimiento destaca la presencia de Amanda Klein, que representaba la escasa presencia de lesbianas al frente del MELH. Militante comunista, PCE, ayudó a hacer entender que se vivía en una sociedad sexista, machista y heteronormativa. Y así en pleno 1973 el MELH entiende que la lucha por la liberación homosexual debe ser interseccional, como la obrera, la vecinal, la de la mujer y también la de los pueblos oprimidos.

Tras la muerte de Franco y la posterior transición democrática, favoreció la expansión y creación de movimientos que luchasen por los derechos de las personas LGTB, es el caso del Front d’Alliberament Gai de Catalunya sustituto del anterior MELH que había tenido que ser disuelto por presión estatal, en su momento ilegal, fue la coordinadora para la Manifestación de las Ramblas, donde más de 4.000 personas se manifestaron para exigir la derogación de la Ley de Peligrosidad.

    Frame del documental «Ocaña retrato intermitente» de Ventura Pons

En aquella concentración, se podían leer y escuchar consignas como «Mi cuerpo es mío y hago con él lo que me da la gana», «¡Amnistía sexual!» o «¡No somos peligrosos!». Todavía es recordada con gran emoción, ya que fue el primer acto multitudinario en repulsa a leyes intrínsicamente homófobas «Fue una manifestación muy unitaria y te sentías muy acompañada, y vale la pena recordarla, aunque se haga una cada año», añade Mercè Otero. A pesar de ser totalmente pacífica y sin generar altercados, fue duramente reprimida por la policía, causando varios heridos de gravedad y el detenimiento de Oriol Martí, militante del partido comunista Bandera Roja. Se podría decir que La manifestación de las Ramblas es el homólogo español de lo que es los disturbios de Stonewall para Estados Unidos y el mundo en general, dado que inició la conciencia de lucha y organización contra la marginación y la LGTBfobia.

A raíz de estas protestas se consigue la despenalización de la homosexualidad en la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación social. Dando comienzo a la extensión de la causa por las diferentes regiones de España. Tras continuas peticiones se consigue legalizar el FAGC, no por ello el colectivo LGTB deja de estar perseguido por los cuerpos de seguridad del estado.  Además, se expande rápidamente a nivel mundial el VIH, estigmatizando al colectivo en mayor medida, ya que las relaciones entre hombres sin preservativo frecuentaban en la época, el desconocimiento de este virus y otras circunstancias, hicieron que afectase con gravedad a hombres homosexuales, aunque también se encuentra entre personas heterosexuales.

Poco a poco se van conquistando los derechos del colectivo LGTBI+ hasta que se consigue la total derogación de la Ley de Peligrosidad y rehabilitación social, haciendo que dejase de perseguirse al colectivo desde el estado. A pesar de ello, socialmente sigue sufriendo un gran estigma. Más tarde, en 1995 se incluye en el Código Penal como agravante de delito la homofobia, reconociendo en términos legales que existe una opresión hacia las personas que forman parte del colectivo. Finalmente, en 2005 se consigue aprobar en el Congreso de los Diputados la Ley 13/2005 gracias a la lucha de activistas como Pedro Zerolo, que impulsó en gran medida que se legalizase el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Según datos del Pew Research Center, España es el país donde mayor aceptación hay de la homosexualidad (88%) en el mundo a pesar de ello ha habido un incremento del número de crímenes LGTBfobos que han llamado la atención de todas las organizaciones y movimientos que, durante décadas han estado luchando y luchan para erradicar el odio desde la educación y la visibilización del mismo, lamentablemente la LGTBfobia, junto a otras manifestaciones de odio hacia colectivos oprimidos sigue suponiendo hoy una verdadera lacra que se ha de erradicar desde la educación a los más jóvenes para así crear una sociedad justa.

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Laura Jordà Tomás

4t de Publicitat i Relacions Públiques. Perfil dinàmic i creatiu. A més, clarinetista en projecte.

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