La Navidad desde otro punto de vista

La Navidad desde otro punto de vista
Regalos de Navidad bajo el árbol

La Navidad se ha convertido en una pesadilla para una parte de la población activa.

Con la llegada del frío se espera una de las temporadas más dulces y entrañables del año; la Navidad. Días en los que todo se magnifica: las celebraciones, las reuniones, los detalles, etc. ¿Es para todos motivo de felicidad?

Lo que simultáneamente aumenta a las celebraciones es la compraventa. En los medios esto es algo que nunca se ha ocultado. Cada año se hace público el incremento de las ventas navideñas, podemos contemplar en los medios datos como: “Durante la campaña de Navidad se firmarán más de 950.000 contratos”,  “La Navidad alivia la crisis del comercio con una subida de ventas del 40% respecto al resto del año”, “Los comerciantes minoristas esperan realizar un alto porcentaje de sus ventas anuales durante la temporada de compras de la época de Navidad”. Para abastecer las horas de trabajo que se incrementan en un negocio a causa del crecimiento de la demanda mayoritariamente es necesario aumentar la plantilla de trabajadores, sin embargo, para muchos sigue siendo insuficiente y esto hace que la visión de esta etapa, para muchos bonita, pase a ser “aterradora” según comentan algunos trabajadores.

A lo largo de los años nos hemos acostumbrado a ver regalos bajo el árbol o a que se nos encargue comprarlos, pero de lo que no estamos enterados es de la compra más importante para las reuniones familiares; los alimentos. Los días 24, 25, 31,5 y 6 son por excelencia los que mantienen a la familia unida. Tanto los restaurantes como los hogares sacan sitio de donde no lo hay para recibir a gran cantidad de personas que mayoritariamente solo se reúnen en esta etapa del año. Es cierto que son fechas especiales y por tanto, merecedoras de comidas con un valor especial, tanto simbólico como económico. Pero, ¿quiere decir que para mejor calidad se necesite más cantidad? Lo cierto es que las compras realizadas en estas fechas son en grandes proporciones y esto lleva sus consecuencias.

« De media, una familia puede llegar a tirar el 25% de la comida (…) Con respecto a la gestión de la comida sobrante, un 69% declara comer las sobras al día siguiente, un 10% las congela, un 10% las guarda y un 10% las convierte en otro plato » data el informe ‘La otra Navidad: comportamientos de los españoles alrededor de la mesa’, impulsado por Ikea.

Comienza la preparación de la venta más intensa del año en algunos sectores, por ejemplo, de un mercado en el cual predominan los puestos de alimentos. Muchos de los trabajadores que de ello viven, ven venir la llegada de la navidad desde que reciben el primer encargo “Al pensar en la llegada de la Navidad lo primero que me viene a la cabeza es el agobio y el estrés que causa el esfuerzo para que todos los productos y encargos se realicen a su debido tiempo”, “La Navidad es un periodo de mucho trabajo” afirman algunos de ellos.

Encontramos en esta “estampa navideña” dos tipos de personas: el comprador y el vendedor. Uno de ellos gana en bienestar y pierde en bolsillo, el otro, a la inversa. ¿Cuál de los dos sale beneficiado? Es fácil opinar desde una situación neutra donde lo único que intuyes es la cantidad de salario que gana el vendedor y no las horas que hay detrás de un puesto de trabajo que tiene que salir adelante pese a cualquier circunstancia.

“El plan de nochebuena perfecto para mí sería llegar a mi casa (a las 18:00 ininterrumpidamente desde las 6:00) y poder dormir lo que no lo he hecho durante estos días”, “Se multiplican las ventas. Lo que se tendría que vender en una semana se vende o incluso se duplica en tres días. Va más rápido la venta que la producción”, “Lo que la gente ve es reservar con tiempo un pedido y llegar el día de la celebración y recogerlo, sin embargo lo que hay detrás es organizar para qué día es, realizar el pedido para que sea fresco y elaborarlo, sumando que son muchas las personas que realizan encargos pero más aún las personas que deciden hacer la compra navideña el mismo día 24” testimonios de personas activas laboralmente en Navidad. Por el contrario, desde el punto de vista de una persona compradora el discurso cambia por completo, poniendo quejas a la rapidez en la que se esfuma una cantidad de dinero que en otra etapa cualquiera habría dado para el doble o incluso triple de días.

La Navidad pasa de ser una temporada deseada cuando eres niño, a unos días de estrés y esfuerzo. “No rentan las ventas de Navidad ya que en Enero cambia de manera radical convirtiéndose en la peor época del año”, testimonio que podrían tener en común tanto el comprador como el vendedor, ya que esta compraventa compulsiva, completamente no satisface a nadie.

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Laura Jordà Tomás

4t de Publicitat i Relacions Públiques. Perfil dinàmic i creatiu. A més, clarinetista en projecte.

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