El bullying en las escuelas

El bullying en las escuelas
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El Bullying consiste en molestar continuamente a niños o adolescentes mediante apodos, ofensas y agresiones físicas o psicológicas. La intención es causarle daño y puede durar semanas, meses o incluso años. Es necesario que exista una responsabilidad conjunta de los centros educativos, padres y compañeros para combatir este problema tan común en todo el mundo.

La palabra Bullying es un término adoptado por todos los países que hace referencia al maltrato o intimidación a una persona. Este término comenzó a ganar popularidad hace algunos años debido al gran incremento de violencia generada en las escuelas entre los propios alumnos. Cuando hablamos de bullying, se da a entender todo tipo de violencia y acoso que puede causarse en el ámbito escolar como fuera.

Hay falta de información sobre este fenómeno para que los profesores y padres de familia aprendan a manejar cualquier tipo de circunstancias e identificar cuando ocurra Bullying. Por ello es necesario la creación de campañas de información en los centros educativos,, ya que es difícil que estas conductas desaparezcan debido a que forman parte de la cultura de nuestra sociedad.

Rosa, una mujer que recibió insultos en su infancia por su físico, según explica “En el colegio se metían conmigo por estar muy delgada, me decían “Nancy” “pareces un palo” “te vas a volar” “échate piedras”. Además, no existían tantas tallas como las que hay ahora y al estar tan delgada tenía que comprarme la ropa en tiendas de niños. Al bajar las escaleras recuerdo como me miraban y se reían de mí”

La escuela se ha convertido en un lugar en el que muchos adolescentes no se sienten seguros y en el que se someten a continuos insultos cada día. El acoso escolar afecta a niños de todas las condiciones sociales, está presente en colegios públicos y privados, en ciudades grandes y en pueblos más pequeños.

El perfil de estas víctimas son niños generalmente tímidos, inseguros, introvertidos, físicamente más delgados o gorditos, que usen lentes o tengan alguna enfermedad o malformación.

“Recuerdo que lo pasaba muy mal, llegaba a mi casa llorando y no quería ir a clase al día siguiente. Esto hizo que bajaran mis notas. No tenía ganas de estar allí y buscaba excusas para no ir a clase. No se me pasó por la cabeza alguna locura pero sí se me quitaban las ganas de salir a la calle. Te amargan la vida”

Existen varias causas por las que el acosador se mete con la víctima e impone su poder sobre ella. En muchos de los casos se trata de la baja autoestima del acosador, por lo que sentirse superior a la víctima sería una manera de recuperar la poca confianza en sí mismo. La víctima sufre callada en la mayoría de los casos.

“No le decía a nadie todo lo que me hacían porque pensaba que no se lo iban a creer o simplemente se lo iban a tomar a risa” cuenta Rosa.

En cuanto a los distintos tipos de acoso encontramos en acoso físico, que consiste en la agresión directa a base de patadas, empujones o golpes con objetos. También puede ser indirecto, cuando se producen daños materiales en los objetos personales de la víctima o robos. Otro tipo de acoso es el psicológico, el cuál se realiza mediante amenazas para provocar miedo, para lograr algún objeto o dinero, o simplemente para obligar a la víctima a hacer cosas que no quiere o no debe hacer.

También se encuentra el acoso social, basado en la exclusión y en el aislamiento progresivo de la víctima. En la práctica, los acosadores impiden a la víctima participar, bien ignorando su presencia y no contando con él/ ella en las actividades normales entre amigos o compañeros de clase.

El caso de acoso más habitual es el verbal. Este tipo de acoso sólo deja huella en la víctima. Las palabras tienen mucho poder y minan la autoestima de la víctima mediante humillaciones, insultos, motes, menosprecios en público, mensajes telefónicos ofensivos, llamadas…

María también es una chica que en su infancia recibió insultos por gustarle el fútbol. “De pequeña en el colegio se metían conmigo porque me gustaba jugar al fútbol, me llamaban “marimacho” y me decían que yo no podía jugar al fútbol. A pesar de eso, tengo 19 años y sigo jugando al fútbol. Que se metieran conmigo me ha hecho más fuerte y quiero seguir disfrutando de este deporte y demostrar a la gente que una mujer puede jugar al fútbol igual que un hombre, incluso me atrevería a decir que mejor”.

No a todas las personas le pueden gustar las mismas cosas o ser igual que el resto. Cada persona es como es y debemos aceptarlo. Es muy importante tomar conciencia de este fenómeno que debe acabar y para eso es necesario que todos luchen contra él.

https://www.guiainfantil.com/educacion/escuela/acosoescolar/index.htm

http://www.salud180.com/maternidad-e-infancia/bullying-en-las-escuelas

https://espanol.stopbullying.gov/prevenci%C3%B3n/en-la-escuela/us4/%C3%ADndice.html

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Laura Jordà Tomás

4t de Publicitat i Relacions Públiques. Perfil dinàmic i creatiu. A més, clarinetista en projecte.

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