“Lo llevo fatal”: Como combatir la ansiedad y a los compañeros pesados durante los exámenes
La ansiedad durante la época de exámenes es una realidad, no un mito, y supone un desafío sustancial para muchos estudiantes. La presión por rendir, aprobar, el temor a fracasar o la carga de estudio, afectan en gran medida a nuestra salud mental. Abordar estos problemas con seriedad, estrategias efectivas y madurez, son a menudo las principales herramientas para combatir la ansiedad.
Pero no todo es sombrío en el panorama distópico en el que se convierte la universidad una vez llegan los exámenes. Tenemos al humor, que, para combatir la ansiedad, decir que “no viene mal”, es quedarse corto. Al fin y al cabo, la ansiedad es como ese compañero de clase que siempre llega tarde, es molesto, pero también inevitable. De este modo, me planteo lo siguiente, si no puedo evitar ninguno de los dos problemas, ¿Por qué no aprovecho, y me río de ambos?
Es por ello por lo que, dándole vueltas al modo de gestionar ambas cosas a la vez, he desarrollado una serie de estrategias infalibles para poder combatirlas, y sin duda ganar.
Consejos para sobrevivir al caos universitario:
1. “Oídos Selectivos”: Esta técnica milenaria te permite combatir la incesante verborrea académica de tu compañero. Estás estudiando, debes retener la información clave, no la enciclopedia que tu compañero te está contando. Si las frases empiezan por “que agobio”, “lo llevo fatal” o “es que voy a suspender”, automáticamente, deja de escuchar. Seguramente, a ti, que estás estudiando como el que más, se te empezarán a disparar las pulsaciones y tu cerebro estará pensando en decir mil cosas, ninguna agradable, por lo que perderás el ritmo de estudio y todo será en vano. Ignorar es la mejor opción, sonreír y saludar, como los pingüinos de Madagascar. Lo que, por cierto, me lleva a la siguiente técnica.
2. “La danza de la evitación”: ¿Compañero cansino a la vista? Baila elegantemente hacia la salida más cercana, pases de baile secretos como “es que me llama mi madre” o “tengo que ir a hacer fotocopias”, son clave para no perder el mental y proseguir con tu estudio.
3. “Respira hondo y cuenta hasta… NO”: Nadie puede ponerse a respirar hondo y contar hasta 10 en un momento de tensión absoluta, mejor, cuenta hasta donde necesites, pero trata de concentrarte en ti y solo en ti, recuerda porqué estas ahí, porqué escogiste esa carrera, en qué te quieres convertir y quién quieres ser mañana. Es un examen, un mero tramite que te acerca cada vez más a tu verdadera vida. Visualízate aprobando.
A menudo la universidad se convierte en un verdadero desafío, pero no tiene por qué ser inabarcable. Por mucho que los exámenes parezcan una montaña, conquistarla depende única y exclusivamente de nosotros, y no es algo que se consiga siendo un buen estudiante o siendo bueno memorizando. El trabajo mental o la capacidad de organización propia nos brindan las mejores herramientas para afrontar las pruebas que la universidad pone en nuestro camino.
La universidad, grosso modo, no deja de ser un preparativo para lo que nos espera fuera, para nuestra verdadera vida, así que tómatelo con calma y disfruta del proceso, que luego hasta echas de menos que tus problemas solo fueran los exámenes y los compañeros pesados.
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