«Influencer marketing»: más allá del «postureo»
Los influencers han llegado al marketing y están decididos a quedarse
El término influencer está en boca de todos en pleno siglo XXI. En menos de un año las búsquedas en Google de este término han aumentado un 43%. Los sigas o no, todos sabemos quiénes son y el enorme peso que tienen en la sociedad actual. Personalidades como Dulceida, Paula Gonu, Goicoechea o Maria Pombo invaden las redes sociales y acumulan millones de seguidores y likes en sus cuentas.
Una cosa que tienen en común los influencers es que no se hicieron famosos por los medios tradicionales. Se puede observar por tanto un cambio en el modelo de referencia. Es la generación de los ídolos digitales. Pero es comprensible e incluso evidente que los referentes de los jóvenes hayan cambiado cuando estos últimos se pasan la mayor parte del tiempo en las redes sociales.
El trabajo de influencer es alcanzado por pocos y envidiado por muchos. Viajes, fiestas, eventos, regalos de marcas, etc. cobrando por todo ello. La vida con la que muchos sueñan. Pero como era de esperar, cualquiera no puede ser influencer.
¿El influencer nace o se hace? Se podría decir que es una combinación de ambas. Es evidente que esa persona tiene que transmitir algo que guste a los usuarios: familiaridad, carisma y otros factores esenciales. Pero al final, el influencer se hace, ya que requiere mucho esfuerzo y dedicación. No es sólo un camino de rosas.
Actor, guionista, modelo, estilista, marketing, relaciones públicas, contabilidad y finanzas. Estos son algunos de los trabajos que muchas veces recaen sobre los hombros de una sóla persona, como es el caso de los microinfluencers o los influencers de categoría media. Los influencers de un nivel más elevado suelen recurrir a agencias, networks y talent managers para poder gestionarse.
Con la creciente demanda puede parecer incluso lógico que algunos influencers se aprovechen de la situación y suban su precio hasta cantidades que llegan a alcanzar los 10.000 euros por un simple post en sus redes sociales. Nos encontramos ante un auténtico boom del marketing de influencers.
Demos un paso más allá del marketing tradicional
Hoy en día, alrededor del 90% de la población confiamos más en lo que nos dicen otras personas que en la publicidad convencional. Hablamos del mítico boca a boca, pero llevándolo a otro nivel.
A demás, las personas tenemos la tendencia de imitar lo que nos gusta. Esa tendencia es la que aprovecha el influencer marketing.
Ha llegado el momento en el que el marketing tradicional se ha quedado atrás, por el simple hecho de que ya no sale rentable. Las empresas observan que el dinero que han invertido en la publicidad tradicional no les vuelve a través de compras. Por eso, están empezando a dirigir sus esfuerzos hacia el influencer marketing, la nueva y más eficaz línea de actuación de publicidad. Citando a Clara Montesinos, Cofundadora de Influencity: “Si crees en tu marca, ponla en boca de los influencers.”
El influencer marketing ofrece grandes ventajas, no sólo para las grandes marcas. Las pymes también tienen la oportunidad de detectar quiénes son los influencers de su zona, contactar con ellos y ofrecerles su producto o servicio.
Pero no sólo consta de una fácil accesibilidad. El marketing de influencia da a una marca el engagement que necesita. Esa cercanía que proporciona un influencer a una empresa no se la va dar una valla publicitaria ni un spot de televisión.
Seamos claros, el usuario no es tonto. Sabe que los contenidos que lee de un influencer al que sigue contienen publicidad. Pero este último promociona unos productos o servicios que de verdad le gustan. Este hecho le transmite seguridad y confianza al usuario. De esta forma, el consumidor recibe una menor cantidad de impactos publicitarios y lo más relevante, de mayor calidad.
Citando a Luis Díaz, escritor del libro Soy Marca: Quiero trabajar con influencers: “Es una corriente que va a seguir, pues la confianza que transmiten los microinfluencers no es comparable con ninguna otra en el terreno de infoxicación en el que nos movemos.”. Por ello, las marcas y empresas deberían documentarse e informarse acerca de esta nueva tendencia de marketing. No sólo conseguirán ventas al efocarse en su target o público objetivo, si no que también les resultará más económico.
