«True Detective», una temporada maestra

«True Detective», una temporada maestra

La HBO ha vuelto a marcarse otro tanto con la que es, hasta el momento la serie revelación del año. Una única temporada de ocho capítulos de casi una hora de duración cada uno, han sido más que suficientes para que sus dos protagonisatas interpretados por Matthew McConaughey y Woody Harrelson, hayan formado una pareja interpretativa de gran nivel que ha sorprendido a muchos telespectadores.

Dos detectives privados van en busca de un asesino en serie de Louisiana, en un lapso de aproximadamente dieciséis años, se narra la relación entre ambos detectives y cómo han llegado hasta tal extremo. Así de sencillo, sin más, un argumento que deja caer su peso en estas dos figuras del tablero que juntos irán pasando por turbias situaciones que les cambiará la vida progresivamente. El cruce los respectivos ámbitos de estos detectives es lo que hace que el discurso de la historia evolucione, sobre todo en el papel de Martin Hart (Harrelson), cuya relación con su familia va sufriendo constantes situaciones que le hacen cambiar a él y a los sucesos que están por llegar. La mujer de Martin (excelente Michelle Monaghan) acaba convirtiéndose en uno de los ingredientes claves en la relación profesional de Martin y Rust durante una etapa concreta de sus vidas, lo cual desvela mucho de los caracteres de cada uno de ellos. Pero por el contrario el personaje de Rust (magnifico McConaughey) es un hombre frío, serio, calculador…todas las cualidades que reúne un gran detective, que al fin y al cabo es lo que acaba demostrando Rust y al mismo tiempo es como que instruye a Martin sobre el modo de actuar frente a un determinado caso. Ambos se complementan de tal manera que la resolución final, que no desvelaré, llega a ser incluso emotiva.

Matthew McConaughey y Woody Harrelson han logrado una simbiosis tan creíble y realista que sus personajes, con una sola temporada, se han quedado grabados en la retina de todos sus seguidores. Nos conocemos sus hábitos, sus manías, sus formas de hacer las cosas, como si ya los conociésemos desde siempre y hubiésemos investigado el caso junto a ellos. Todo esto está conseguido también por un gran guionista como Nic Pizzolato, que ha conseguido que el terreno de Louisiana sea misterioso, oscuro e incluso terrorífico (episodio final) y con unos personajes perfectamente estructurados y definidos. Todo ello dirigido magistralmente por Cary Fukunaga, que a lo largo de ocho capítulos nos ha envuelto con el universo de True Detective regalándonos casi un largometraje de suspense como los que perduran (atención a ese constante aire que tiene la serie con el film de “El silencio de los corderos”).

En resumen, True Detective es una serie imprescindible si eres un fan del thriller policiaco con toques de suspense psicológico, y me atrevo a decir que es otra gran muestra de calidad televisiva que poco tiene que envidiar a la gran pantalla.

Adrián Arnáiz Abril

Estudiante de Publicidad y RRPP en la UA. Amante del cine y la TV y realizador audiovisual de hobbie poco común entre la gente normal, pero mola.

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