La moda verde: falso compromiso en los tiempos de crisis ambiental
En estos tiempos, es innegable que las iniciativas para alertarnos sobre el calentamiento global están por todas partes. Ya sea a través de la tele o en las redes, parece que proteger nuestro mundo es algo que vemos más que nunca. Pero claro, ahí viene la gran duda: ¿de verdad estas movidas sirven de algo o simplemente nos hacen creer que nos importa el medio ambiente? Para mí, aunque ayudan, la verdad es que su efecto todavía no es lo que debería ser.
Para empezar, estas campañas hacen algo fundamental: le explican al máximo de gente posible lo serio que es el asunto y los hacen pensar en ello. Así, ideas como reciclar, ser sostenible o la huella de carbono ya son cosas que todos entendemos. Iniciativas como “Viernes por el Futuro” han conseguido que los jóvenes se metan de lleno a defender el planeta, metiéndole presión a los políticos y a las empresas para que hagan algo.
Ahora bien, el problema es que muchas veces toda esta conciencia no se convierte en hechos. Mucha gente dice apoyar lo ecológico en internet, pero luego siguen gastando sin cabeza o usando coches que contaminan. Además, algunas empresas hacen lo que se conoce como lavado de imagen verde, o sea, fingen ser ecológicas solo para verse mejor, pero sin cambiar nada de lo que hacen.

En resumen, las campañas contra el cambio climático son clave, pero no bastan. Lo importante es que consigan que la gente cambie de verdad su forma de actuar y que los gobiernos hagan leyes que ayuden. Darnos cuenta del problema es solo el comienzo; lo que importa es que esa conciencia se convierta en decisiones reales que disminuyan el daño al planeta. Solo así podremos decir que realmente funcionan.
