Gaza: la atracción turística del futuro

Gaza: la atracción turística del futuro

Después de dos años de genocidio en Gaza, la franja ha sido casi completamente destruida por los bombardeos israelís. Después del “acuerdo de paz” impuesto por Donald Trump, miles de gazatíes han vuelto a Gaza, pero ese lugar ya no refleja el hogar del que fueron obligados a huir sino un cúmulo de escombros y recuerdos enterrados bajo tierra.

Muchos sectores empresariales se han beneficiado de esta tragedia humanitaria, entre ellos, la industria armamentística española, que exportó armamento y munición a Israel durante el genocidio. La empresa vasca CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles) también contribuye a la ocupación ilegal asentando dos líneas de tranvía en territorio palestino. Por no hablar de las empresas constructoras que planean, junto con Trump, repartirse Gaza y convertirla en un lugar turístico, lucrándose de ello mientras millones de palestinos se verán obligados a huir o instalarse en los extrarradios.

El artífice principal de este monopolio sangriento disfrazado de “paz” es, cómo no, Estados Unidos. A la vista de todos, Trump ha sido el salvador que ha llevado la paz a Palestina, pero Estados Unidos no se involucra en nada que no le resulte rentable económicamente. Un claro ejemplo de ello son las intenciones de Jared Kushner, empresario multimillonario y yerno de Donald Trump, el cual afirmó lo siguiente en una conferencia en Harvard en 2024: “las propiedades frente al mar en Gaza podrían ser muy valiosas algún día”.

Pero si todos estos maquiavélicos proyectos se llevan a cabo, ¿qué repercusiones tendrán sobre la población gazatí? Pues bien, si la tierra se revaloriza al convertirse en un atractivo turístico, los precios también lo harán y con ello el empobrecimiento aún mayor de los gazatíes o incluso su explotación laboral, al verse obligados a prestar su mano de obra en la construcción de estos edificios para poder subsistir de alguna forma.

Estos hechos que estamos presenciando en vivo y en directo son realmente vergonzosos, pero lo es aún más la complicidad de algunos gobiernos occidentales que hacen la vista gorda ante la masacre humanitaria más grande del siglo XXI.

3 niñas gazatíes interactuando junto a la puerta de su casa en Gaza

MariaFuentes

Soy alumna de Publicidad y Relaciones Públicas en la UA, grupo 4 del año 2025.

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