Jóvenes sin hogar propio

Hoy en día, encontrar un piso asequible siendo estudiante se ha convertido en un hecho muy difícil. En el centro de las ciudades los precios ya eran muy elevados, pero ahora lo que cuesta vivir en los complejos universitarios y sus alrededores es tan caro que residir fuera del hogar familiar se ha transformado en una opción que solo puede ser considerada por unos pocos.

Pese a que muchos estudiantes tienen que moverse para poder realizar el curso que ellos desean, el mercado de vivienda no está pensado para ellos, ya que los precios sobrepasan lo que cualquier joven podría pagar con una beca o con algún trabajo por horas. Así, los estudiantes que no se pueden permitir tal gasto solo pueden recurrir a viviendas diminutas o sin condiciones e incluso renunciar a dejar tu ciudad natal. Esto quiere decir que los estudiantes renuncian a sus metas por pisos que no están adaptados a ellos, que demandan avales y largos contratos que se alejan de las capacidades económicas de muchas familias.

Pese a que ya se hayan aplicado algunas leyes, como la ley 12/2023 por el derecho a la vivienda, es urgente y necesario que las instituciones públicas y los complejos universitarios tomen medidas para que estos jóvenes encuentren facilidades, ya que asegurar el acceso a una vivienda digna es un tema fundamental para que los jóvenes elijan su camino y maximicen su rendimiento.

Las preocupaciones y el estrés deberían limitarse al curso escolar y no ser provocado por temas económicos.