Pelotazo a Lebrón, los warnings del árbitro y la gran polémica de Milán. ¿Está justificado su comportamiento?

Pelotazo a Lebrón, los warnings del árbitro y la gran polémica de Milán. ¿Está justificado su comportamiento?

Al ver la jugada del pasado 11/10 en la P1 de Milán me quedé helado. Pelotazo en la cara a Juan Lebrón a una velocidad peligrosa y el partido detenido. Tapia, que se da cuenta al instante pide perdón en un acto de arrepentimiento, gesto que valoro positivamente. Aun así, el golpe duele, y mucho. La reacción del ex-top 1 del ranking mundial no se hizo esperar, los raquetazos a la verja fueron inminentes y la polémica ya estaba servida.

Hay que ser realistas, no vamos a descubrir ahora la personalidad del Lobo, un objetivo a lograr que viene siendo cuestionado durante toda su carrera. Empatizando con él, su primera reacción la comprendo completamente no todos sabemos reaccionar fríos con el pómulo ardiendo. Pero cuando ya sales de la pista y tienes unos segundos para procesar, ahí comienza el «problema». Reitero, la parte humana y su primera «calentada» la comprendo al 100%, pero a estos niveles y una vez ya sales de ese tenso momento, el raciocinio tiene que hacerse notar, cosa que no sucedió en ningún momento.

Creo que el árbitro actuó precipitadamente en primera instancia. Si bien considero que el primer warning está bien dado, el momento en el que se comunica me parece precario, Lebrón acababa de recibir un pelotazo descomunal e indicarle el warning después de sus primeros golpes a la verja es hacer leña del árbol caído. A ver, que no se me malentienda no justifico los golpes ni mucho menos, pero entiendo esa frustración y quizás viendo el estado de Lebrón podría haber contemplado retrasar la comunicación del warning al menos hasta que se hubiera relajado un poco la situación. El segundo warning me parece correcto, Lebrón una vez fuera debería de haberse relajado pero la situación y su mala cabeza le hicieron perder los papeles y comenzar una trifulca contra el árbitro innecesaria.

Para mí, esta situación es una mezcla de alicientes que al juntarse terminaron por explotar, la presión de haber sido durante mucho tiempo el referente mundial en el pádel, las altas expectativas generadas, los últimos resultados y el dolor físico del propio partido, son solo algunos de los factores que le hicieron explotar. En la élite, la gestión emocional no debería ser un extra sino una obligación ya que es parte del entrenamiento. Cuando es la cabeza la que controla tu cuerpo, pierdes el control de tus emociones y es algo inadmisible para una figura como la de Juan Lebrón. La élite va al límite y a veces suceden cosas así, pero por eso mismo hay protocolos: pedir unos segundos, comunicarse con el banquillo, aceptar el warning y reengancharse. Eso es lo que espero de alguien que representa al circuito.

Extrapolándolo a otros deportes pienso en ejemplos de deportistas del talante de Lebrón, ejemplos como el de Cristiano Ronaldo empujando al árbitro en «El Clásico», Zidane y su famoso cabezazo, Luis Suárez y su mordida en un encuentro internacional… y así infinidad de ejemplos. Si algo tienen en común es que todos aprendieron de sus errores y aunque Lebrón pueda y deba hacerlo, ya es recurrente que pierda el control de sus emociones en lo que es, quizás, la única asignatura pendiente en su exitosa carrera.

antoniosanchez

Soy Antonio de primero de la carrera Publicidad y Relaciones Públicas y soy del grupo 4 del año 2025-2026.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *