Influencers: entre la fama y la responsabilidad social
Hoy en día, los influencers se han convertido en figuras públicas con un impacto social enorme, sobre todo entre los más jóvenes. La mayoría de jóvenes siguen cada paso de sus vidas, desde la ropa que usan hasta las marcas que utilizan. Pero, ¿hasta qué punto son conscientes de la responsabilidad social que tienen?
En redes sociales como Instagram, Tik Tok o Youtube es muy común ver vida ‘’perfectas’’: viajes, ropa de marca, cuerpos ideales o productos que parecen que van a tener resultados mágicos. Pero detrás de esas fotos o videos hay filtros y muchas veces mensajes que son mentira. Cuando un influencer recomienda una dieta peligrosa, un producto falso o un estilo de vida inalcanzable, puede afectar la autoestima y las decisiones de muchas personas que confían en él. La mayoría de los jóvenes creen más en lo que dice un influencer que en un anuncio de televisión. Por eso es muy importante que piensen bien antes de publicar o promocionar algo.

No todos los influencers usan su fama de forma negativa. Algunos aprovechan su influencia para hacer cosas buenas. Por ejemplo, Patry Jordán es una creadora española que promueve el ejercicio físico, la autoestima y el equilibro emocional y Emma Chamberlain habla con naturalidad sobre la salud mental. Ellos no solo tienen éxito en las redes sino que también transmiten algo positivo.

Ser influencer no es solo tener muchos seguidores, sino también ser consciente del impacto que se tiene sobre los demás. Cada publicación puede influir en miles de personas. Por eso los influencers deberían pensar en el ejemplo que dan y usar su fama con control y trasmitir algo que de verdad ayude a la gente. Al final la verdadera influencia no está en los “likes”, sino en el buen ejemplo que se deja en los demás.
Ser influencer no solo es tener fama, sino usar la voz digital con responsabilidad para inspirar, educar y generar un impacto positivo.
