La infancia perdida en dopamina constante
Cada vez que voy a un restaurante veo lo mismo, un niño con una tablet infantil delante, totalmente concentrado, mientras los padres comen o hablan tranquilos. No mira a nadie, no habla, no juega.
Está sumergido en un mundo de colores y sonidos que lo desconectan de todo lo que pasa a su alrededor. Hoy esto se ve como algo normal, pero en realidad nos enseña un problema que muchos no ven.
Los niños están recibiendo una cantidad enorme de dopamina a través de las pantallas.
Cada dibujo, cada movimiento rápido o cambio de imagen en los vídeos les libera una buena dosis de dopamina en su cerebro, que es la sustancia que nos hace sentir placer. Cuanta más reciben, más necesitan. Por eso mismo, muchos niños ya no saben estar sin su tablet. Si no la tienen, se aburren o se ponen nerviosos, porque su mente está acostumbrada a una estimulación constante.
Los dibujos animados de hoy en dia están hechos necesariamente para eso, con colores llamativos, sonidos exagerados y escenas que cambian cada segundo para mantener la atención del niño. En cambio, los dibujos de antes eran más lentos y simples, por lo que, un niño de hoy los ve y probablemente no aguante ni cinco minutos, porque no le dan ese “subidón” al que ya está acostumbrado.

Todo esto está afectando a su forma de vivir la infancia. Cada vez cuesta más ver niños jugando, imaginando o hablando entre ellos sin una pantalla delante. No se trata de prohibir la tecnología, pero sí de poner límites.
Los niños necesitan aburrirse, moverse y disfrutar de la vida real, no solo de lo que ven en una tablet. Si seguimos así, crecerán creyendo que la diversión solo existe detrás de una pantalla, y eso sería una pérdida enorme para su desarrollo y su forma de ver el mundo.
