El delantal de Miu Miu: cuando la moda se viste de discurso

El delantal de Miu Miu: cuando la moda se viste de discurso

Cuando Miu Miu llevó el delantal a la pasarela Paris Fashion Week en su colección Primavera/Verano 2026, no hizo solo una propuesta de moda: hizo una declaración. Convertir una prenda tan cotidiana y cargada de historia en símbolo de reflexión sobre el trabajo de las mujeres me parece una genialidad estética y conceptual.

No lo hacen desde el escándalo ni desde el ruido. Lo hacen desde la elegancia, con esa sutileza que siempre ha caracterizado a la marca. En un momento en el que muchas reivindicaciones sociales se expresan desde la agresividad o la confrontación, Miu Miu demuestra que también se puede reivindicar desde la belleza. Que no hace falta gritar para tener algo que decir.

El delantal, antes asociado a la rutina, la casa o la sumisión, vuelve ahora convertido en objeto de deseo. Y ahí está lo interesante: cómo la moda tiene el poder de cambiar nuestra forma de pensar. Lo que antes nos parecía anticuado o incluso humillante, ahora se presenta como algo aspiracional. Es una especie de control silencioso: nos hacen desear lo que hace poco rechazábamos. La moda no solo refleja tendencias, las impone. Decide qué vale, qué no, y nosotros seguimos el juego sin darnos cuenta.

Y claro, hay cierta ironía en que una marca de lujo hable de visibilizar el trabajo de las mujeres a través de una prenda que muchas de esas mismas mujeres probablemente no podrían comprar. Pero así funciona el sistema: el discurso social empaquetado en alta costura. Aun así, hay algo muy potente en ver cómo una prenda tan simple puede transformarse en símbolo, y eso me encanta.

No creo que se trate de etiquetar este gesto como “feminista” o no. La moda va mucho más allá de eso. Lo interesante está en cómo una firma consigue decir algo sin necesidad de explicarlo, en cómo un gesto estético se convierte en conversación. Y ahí está la magia: en hacer que la gente piense, pero sin perder la belleza por el camino.

Miu Miu lo logra. Pero también nos recuerda que quien controla la moda, controla los códigos culturales. Y eso, más que una tendencia, es poder.

AlbaValverdeGil

Estudiante de 1ro de Publicidad y RRPP.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *