Hoy he asistido al Encuentro »Mi marca y yo» en la Universidad de Alicante, organizado por el Observatorio Comunicación en Cambio. He ido con una compañera de la carrera, que va en silla de ruedas. Y os preguntareis ¿cuál es el problema?
En el Salón dónde se ha celebrado el acto, sólo había escaleras y hemos tenido que verlo desde la última fila, la más próxima a la entrada. Y después no hemos podido acercarnos a los ponentes hasta que estos no iban a salir por la puerta.
Me he dado cuenta, una vez más, de que muchos lugares no están preparados para gente que va en silla de ruedas. Fuera de la Universidad, varios sitios sólo tienen escalones para acceder a ellos. La semana pasada, por ejemplo, fui con mi compañera a una copisteria y se tuvo que esperar fuera unos veinte minutos, porque el acceso que había, solo tenía escalones. La Universidad tiene algunos sitios que tampoco son accesibles: ese Salón de Grados y las aulas del aulario 2, que son las que conozco, no lo son.
Al menos, el aula dónde recibimos clase, ha sido modificada para que mis dos compañeros estén cómodos. La Universidad ha añadido una rampa para acceder a la tarima, y además ha suprimido la primera fila de mesas y han puesto dos independientes, para que ellos pudieran ponerse y atender.
La sala dónde el Encuentro »Mi marca y yo» ha tenido lugar, no estaba acondicionada, pero nada más entrar, se nos han acercado para ayudar en lo que fuera. La Universidad de Alicante, a pesar de no estar del todo acondicionada para la gente discapacitada, cuenta con un Centro de Apoyo al Estudiante, que ofrece un Programa de Igualdad de oportunidades para estudiantes con discapacidad, dónde los ayudan en todo lo que puedan. Se les ayuda desde que comienzan la Universidad hasta que finalizan, ayudándolos incluso en el momento en el que van a ponerse a trabajar.
El CAE atiende a una media de 200 alumnos con discapacidad cada curso, tanto discapacidades físicas como sensoriales, psíquicas o mentales, o también si tienen alguna enfermedad crónica que afecte al curso normal de sus estudios.
La igualdad de condiciones es importante, y la Universidad de Alicante lucha por ello.