Algo está cambiando en el sistema educativo español. Puede ser que sean las nuevas generaciones de docentes con nuevas energías y convicciones. O tal vez sean los pésimos resultados académicos generales tales como bajo nivel educativo, fracaso escolar desorbitado o absentismo escolar creciente los detonantes que han llevado a los maestros a cuestionarse su manera de enseñar.
España anda inmersa en una lenta pero decidida ola de cambio educativo emprendido por un profesorado empeñado en superar el modelo pedagógico tradicional de enseñar, aprobar y pasar de curso. Esta enseñanza alternativa tiene como prioridad estimular las capacidades de cada uno como ser humano.
“Nos forman para ser todos iguales, parece que solo importa la competitividad” a segura María Escolano, presidenta de la asociación “Aprendemos todos” que fomenta estas nuevas corrientes educativas en todo el territorio nacional.

Los profesores no mandan sino acompañan en el proceso de aprendizaje
¿Pero en qué consiste esta enseñanza alternativa? Otra forma de enseñar. Otra forma de entender al niño y sus necesidades. Una educación que no se basa en la obediencia ni en la competitividad. Donde se respetan los ritmos de aprendizaje de cada niño por separado, no importa si aprende a sumar en una o dos semana sino que al final aprenda.
Los inicios de este nuevo camino educativo en nuestro país tiene lugar en Cataluña. Desde donde se ha ido expandiendo lenta pero firmemente por toda España. Casi todos son privados, ya que desde el gobierno no se conceden conciertos educativos para escuelas de modalidad libre. Al contrario que en Europa donde hace años ya han descubierto y aceptado el hecho de que la forma de educar tiene más de un camino.
La universidad Pontificia de Comillas recoge en el informe “España 2016” un total de 114 colegios innovadores por todo el país. Cataluña con 41 centros sigue siendo la comunidad líder en este aspecto. Seguido del País Vasco con otro 19 centro y respecto a la Comunidad Valenciana solo cuenta con 4 ejemplos de esta nueva escuela. Y dos ellas se encuentras en la provincia de Alicante, el CEIP Virgen de Monserrate de Orihuela y el CEIP Princesa de Asturias en Elche. Este último centro educativo nos abrió sus puertas para poder conocer de primera mano este nuevo soplo de aire fresco en la docencia española.
Ubicado a escasos minutos de un emblema de la ciudad como es el estadio de fútbol Martínez Valero nos encontramos con el CEIP Princesa de Asturias. A primera vista parece un colegio como otro cualquiera. De hecho hasta hace unos años lo era.

Los padres son participes activos de la educación de los niños
Lourdes Climent, la directora del centro nos cuenta cómo nació la idea de implantar esta nueva metodología en su cole. Fue durante una visita de nuestra protagonista a Barcelona para conocer el CEIP Congrés-Indians, pionero en nuestro país en la enseñanza alternativa. Lo que Lourdes vio allí la dejó maravillada y con una nueva perspectiva que está decidida a utilizar con sus niños. Durante ese mismo verano y de su bolsillo se formó en esta nueva vía de enseñanza y al curso siguiente consiguió aplicarlo en todos los cursos de infantil y algunos de primaria. Desde aquella visita a la ciudad condal ha cambiado la vida de este colegio para siempre.
Empieza otra jornada lectiva y lo primero que capta nuestra atención es lo que ellos llaman la “entrada amable”. Se acabó eso de aparcar en la puerta y entrar corriendo a clase. Todas las familias que lo deseen pueden participar en una serie de actividades que se realizan a primera hora. Solo existe una condición “que no sean directivos, el niño debe descubrir y experimentar con los materiales. Lo que buscamos es potenciar su creatividad” nos explica Lourdes, la directora del centro.
Podemos distinguir zonas o ambientes muy diferencias entre las aulas, todas conectadas entre sí. Y según nos explica la directora, “Nos basamos en la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner y en la escuela, cada una de las aulas está especializada en potenciar un tipo de inteligencia, con todo el material necesario para ello”.
Según Gardner, profesor de Harvard y premio príncipe de Asturias en 2011. Existen distintas inteligencias y hay que entenderlas por separado para fomentarlas todas como un conjunto.

Espacios que invitan a la calma y la reflexión
Otro detalle que nos resulta novedoso es la decoración y la distribución del centro. Colores suaves, mucha luz natural, cojines, plantas y muebles de madera son lo predominante y como todo en este colegio tiene un sentido. “Lo que buscamos es crear espacios que inviten a la calma y la distensión” nos resalta nuestra anfitriona.
Pupitres, sillas en hileras o la mesa de la maestra han desaparecido. Y todo se debe al principio básico de la libertad de movimientos del niño. Es contraproducente “obligarlos” a permanecer sentados. Los niños son pura vitalidad y energía. Su curiosidad es el principal motor de su aprendizaje.
Lo más destacable para nuestros ojos es que no hay libros de texto. Trabajan a través de talleres y proyectos. Y es la curiosidad del niño lo que lo lleva a pasar por todas las actividades y zonas sin intervención adulta.
Suena la campana y nos indica que es hora de irse a casa. Todos los niños salen del colegio corriendo a la búsqueda de sus padres con sonrisas de oreja a oreja y con ganas de volver al día siguiente a seguir aprendiendo.
Como reflexión final, nuestra guía por todo este nuevo concepto de enseñanza nos dice con mucho énfasis “lo que queremos buscamos con todo nuestro trabajo y empeño es conseguir una escuela en la que no solo se prepare para la vida, sino en la que se viva”.