En la actualidad los jóvenes usan las horas de dormir para su propio disfrute porque son las únicas que tiene libres. Por este mismo motivo también posponen la alarma a la hora de levantarse.

¿Por qué los jóvenes de hoy en día siguen acostándose tarde a pesar de tener una deuda de sueño acumulada? ¿No aprenden? Pero la verdad es que las horas de antes de dormir suelen ser las únicas que tienen libres. Más concretamente, lo que ocurre es que debido a sus horarios diarios no tienen tiempo para su ocio y entretenimiento. Por lo tanto, posponen la hora de dormir para poder disfrutar de ello.
Un estudio realizado en los Países Bajos denominó a este suceso con el término de revenge bedtime procrastination. Esta expresión traducida significa «procrastinación por venganza antes de irse a dormir» y se hizo popular por primera vez cuando la periodista Daphne K. Lee tuiteó al respecto. Daphne define la idea de procrastinación como un “retraso voluntario de un curso de acción previsto a pesar de esperar que el retraso sea peor”. En este problema de sueño se refleja la falta de autorregulación, ya que la postergación se asocia con la impulsividad y el bajo nivel de autocontrol que tienen las personas.

El bedtime procrastination impera entre los jóvenes de hoy en día, ya que se acuestan tarde por priorizar el entretenimiento antes que el descanso. Es más, un estudio muestra cifras sobre que el 46% de los estudiantes universitarios informan posponer tareas académicas por el entretenimiento y el ocio. Por lo que se esclarece que la procrastinación a la hora de dormir predomina en el ámbito académico. Algunos jóvenes a la hora de dormir también se acogen al dicho de que “cuando más duermes menos vives” para seguir despiertos disfrutando de su libertad. En otras palabras, para algunos dormir es una pérdida de tiempo, mientras que, para otros, el descanso es clave para rendir durante el día.
Por otra parte, fuentes directas confirman que retrasan la hora de dormir por culpa de un horario inflexible en el trabajo o la universidad. Las mismas aseguran que se acuestan tarde a pesar de tener responsabilidades por las mañanas. Utilizan estas horas para poder deambular por las redes sociales, ver series e incluso jugar a videojuegos.
Cabe señalar que la procrastinación ha empeorado debido a la explosión de la tecnología tras la invasión de las redes sociales. También es obligatorio mencionar a la pandemia de COVID-19 que ha hecho que esto sea un problema aún mayor. Y es que con la implantación de trabajos virtuales, las líneas entre la vida profesional y familiar eran difusas, por lo tanto, aumentó la necesidad de tiempo libre. Asimismo, estos hechos se establecen como parte de las causas de la procrastinación junto con la falta de autorregulación y el bajo autocontrol.

Ahora bien, los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos han demostrado que los jóvenes deberían dormir entre seis y ocho horas por noche. Pero, hoy en día el ritmo de vida es tan apresurado que esa cifra suena difícil de cumplir. En la misma línea de ideas, los investigadores del sueño, David Dinges y Gregory Belenky, de la Universidad de Pennsylvania y el Walter Reed Army Research Institute también realizaron estudios acerca de las consecuencias de la privación de sueño. La investigación esclareció que todos necesitamos ocho horas diarias de sueño sin excepciones para no sufrir ningún tipo de deterioro cognitivo.
Algunas soluciones podrían ser comprometerte a respetar tu horario de sueño y organizar tus horas en vela de una forma que te hagan sentir mejor. Del mismo modo, si sientes que tu ocupación actual está exprimiendo tu vida, siempre tendrás la opción de buscar otra cosa que te haga sentir más viva. Muchos jóvenes trabajadores proponen la solución de trabajar menos para ganar en salud y descanso. No obstante, no es una solución real para los que viven de una faena.
Por lo tanto, el factor clave para detener la dilación a la hora de acostarse es la autorregulación. De modo que resulta necesario resistir las tentaciones que te llevan a quedarte despierto más tarde, para alejarte así de las distracciones que te impiden dormir. Otro consejo final es mantener el trabajo alejado de tu cama. Muchas personas se llevan los portátiles a la cama para terminar ahí su trabajo. Pero, así perjudicas que tu cerebro distinga los límites entre el tiempo para trabajar y el tiempo para descansar. Aunque estas personas sigan intentando aprovechar las horas de antes de dormir al ser las únicas que tienen libres.
