Son engañad@s por los proxenetas y al llegar al país donde van a “trabajar”, reciben abusos y controles constantes tras haber contraído una “deuda” que a veces triplica el precio real del viaje. Sus vidas marcadas por el abuso, son mantenidas en la esclavitud a través de una combinación de miedo, intimidación y control tanto psicológico como de movimiento, es decir, son vigilados en todo momento.
La explotación sexual de seres humanos es actualmente uno de los negocios más importantes y desconocidos realizados por las mafias
La Trata de Personas con fines sexuales parece un tema tabú no sólo en la sociedad española sino en todo el mundo. La falta de información y la ley no ayudan a aclarar que no toda a prostitución es consentida.
No todas esas personas que hay en la calle o en clubes de alterne ofreciendo su cuerpo son capaces de elegir sobre su futuro. Las víctimas de esos abusos suelen ser personas vulnerables, sobre todo mujeres, niños y hombres en condiciones físicas o económicas delicadas, acostumbrados a la discriminación y que no oponen una gran resistencia. Son engañados por los proxenetas y al llegar al país donde van a “trabajar”, reciben abusos y controles constantes tras haber contraído una “deuda” que a veces triplica el precio real del viaje. Sus vidas marcadas por el abuso, son mantenidas en la esclavitud a través de una combinación de miedo, intimidación y control tanto psicológico como de movimiento, es decir, son vigilados en todo momento. Esta situación supone eliminar la libertad tanto física como psíquica de la persona en cuestión.
Hace dos semanas, salió a la luz la prostitución forzada que llevaba ocurriendo en un piso céntrico de Madrid desde hace 25 años con la pasividad de los vecinos y de las autoridades. Este es un claro ejemplo de la poca concienciación e información que hay sobre estas mafias que captan, en su mayoría, a mujeres y menores de edad. Según el informe de la ONU, “los usuarios de la prostitución, los propietarios de esclavos o los consumidores de productos fabricados por víctimas de la trata, entre otros, son responsables de generar la demanda que propicia la trata de personas” y remarca que “no es necesario que una persona esté directamente involucrada en el mercado de la explotación para considerar que forma parte de la demanda de la trata”. Por lo que la demanda es el factor clave de este “negocio”, sin embargo, no es considerado delito contratar los servicios de estas personas explotadas, sino que son ellas las que reciben penas fiscales del Estado como ocurrió en Murcia hace aproximadamente un mes.
Según las encuestas de Kinsey del decenio de 1940, el 70% de los hombres adultos afirmaban haber pagado por mantener relaciones sexuales al menos una vez en la vida. España encabeza la lista de países consumidores de prostitución tras Puerto Rico y Tailandia.
Las mafias encargadas de estos engaños se libran de cualquier sanción legal como el caso de los hermanos Sandulache que obligaban a sus ‘esclavas’ a comer dinero si no hacían suficiente caja. Estos se enfrentaron a una petición de 600 años de cárcel y 30.000 euros de fianza que fueron pagados con billetes falsos. Pese a que el proxenetismo está penado, es imposible probarlo salvo que la mujer forzada denuncie, y muy pocas veces se atreven. “Te agarran del brazo cuando vas a hacer una detención, porque su única manera de sobrevivir es llevarte al camastro para que su chulo no les dé una paliza” cuenta uno de los policías de la UCRIF (Extranjería y Trata de Personas).
La abogada Sara Vicente asegura en el periódico digital 20 minutos que “la legalización de la prostitución agravaría el problema ya que en los países donde se ha legalizado (Alemania, Holanda) ha aumentado la trata exponencialmente y también las víctimas en situación de explotación sexual”.
DE VÍCTIMA A GUERRERA
Amelia Tiganus es una rumana de 35 años activista contra la trata, feminista y exprostituta que consiguió salir de ese infierno hace 12 años. Su sueño se truncó a los 13 años, cuando fue víctima de una agresión sexual múltiple. Fue la primera vez que ocurría, pero no la última. Con el tiempo, sus violadores se convirtieron en sus captores. Amelia cuenta que «No tenía ni 17 años cuando me vendieron a un proxeneta español por 300 euros. Me prometieron una vida. Mi deuda con él ascendía a los 3.000 euros». Hasta la mayoría de edad se quedó en un piso en el que recibía consejos de proxenetas para ser mejor «puta». Y fue a los 18 cuando desembarcó en un prostíbulo de Alicante y empezó el horror. «La penetración se convierte en un acto de tortura. Te das al alcohol y la cocaína para intentar evadirte» asegura Amelia tras contar al mundo su historia;»Los prostíbulos son como campos de concentración en los que pierdes la identidad, te anulan”.
Amelia, subraya que la pornografía es una “pieza fundamental de la maquinaria prostitucional y parte fundamental de su engranaje”. De este modo, podría considerarse que el consumo de pornografía creada por medios digitales propicia la explotación sexual, pese a que en las imágenes no aparezca ninguna persona real.
Actualmente, da charlas concienciando a la juventud y ofrece entrevistas en los medios de comunicación más humildes donde lucha por una ley integral contra la trata, por homologar «todas las caras del proxenetismo» y por una educación que conciencie a los jóvenes: «La ciudadanía mira para otro lado. Voy a institutos, imparto conferencias, les pregunto a los chavales y me dicen que nunca se han parado a pensar qué hacen esas señoras que están en la rotonda» asegura Amelia.
DE PROXENETA A ACTIVISTA
Tras más de veinte años traficando con mujeres, Miguel, apodado el Músico, se dedica actualmente a ayudar a víctimas de la trata. “La prostitución de antes no daba tantas ganancias. La trata sí. Teníamos el dinero en sacos» asegura Miguel tras dar la cara en un documental de Mabel Lozano. Un hombre que durante dos décadas traficó con más de 1.700 mujeres, mostraba su arrepentimiento en público ante Amelia Tiganus, mencionada anteriormente, obligada a prostituirse durante años. «Si los nazis llevaban a los judíos a la cámara de gas, nosotros llevábamos a las mujeres al salón»
Miguel se muestra contrario a la legalización de la prostitución y considera que hacerlo sería asumir el mensaje de las mafias. Denuncia que los políticos no están haciendo «nada» en esta materia y lamenta la visión que se tiene de este tipo de delitos: «En la cárcel me di cuenta de que no estaba mal visto, cuando en realidad hacemos más daño que un violador».
APRAMP UNA ASOCIACIÓN DE LUCHADORAS
La Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención de la Mujer Prostituida (APRAMP)es la entidad no gubernamental que atiende a un mayor número de víctimas y en más ciudades de España. Además, ha conseguido un reconocimiento de la sociedad española y recibido numerosos premios por su trayectoria junto con la confianza depositada por cientos de personas afectadas. Esta asociación va 3 días a la semana a pisos de supuestas víctimas a ayudar y suministrar condones y ciertos fármacos para intentar mejorar su situación ya que es casi imposible sacarlas de ahí directamente por el miedo que tienen a los proxenetas.
“La prostitución está muy extendida y normalizada en España: el 80% de las personas en situación de prostitución son o han sido víctimas de trata. Esto no es prostitución es esclavitud y explotación sexual” asegura la coordinadora de APRAMP. Además, afirma que la trata no entiende de edades, “hemos recibido llamadas de mujeres que se encontraban en esta situación de precariedad con 60 años de edad”. Los hombres son menos, pero sufren igual que las mujeres ya que todo depende de la personalidad que posea la víctima. Sin embargo, la coordinadora de la asociación destaca que “el machismo es clave en la demanda de la prostitución porque muchos de los hombres disfrutan sometiendo a las mujeres sintiéndose superiores”.
Confesiones impactantes como la de Liana que confiesa” estaba todo el día controlada, cada vez que me negaba algo me pegaban palizas, me castigaban aislada y sin comer “. Por otro lado, María que no contó nada durante años por vergüenza y por miedo. Otra revelación sorprendente son las continuas pesadillas de una de una víctima de un matrimonio forzado recordando a su marido y los amigos de él forzándola.
En definitiva, la sociedad no es consciente de la explotación sexual que hay en cualquier parte del mundo. Las víctimas son vistas como personas que aprovechan su cuerpo para ganar dinero cuando en realidad sufren día a día un infierno que nunca olvidarán. El remedio para acabar con este tráfico de personas con un fin sexual es mediante la concienciación y la reducción de la demanda. ¿Conseguirá la sociedad frenar a estas mafias?