El músico Julio Pastor nace en Onil en 1990. A los siete años comienza los estudios de violonchelo de la mano de su padre y más tarde amplía su formación musical como trompetista hasta concluir el grado medio. Años más tarde, sigue ampliando su formación musical con un nuevo instrumento, el contrabajo, con el cual, en el año 2014 termina el grado superior en el Conservatorio Superior de Música Óscar Esplá de Alicante con muy buenas calificaciones.
(PREGUNTA): ¿Cuánto hace que te iniciaste en el mundo de la música?
(RESPUESTA): Yo vengo de una familia de tradición musical, mi abuelo lleva ya más de 60 años siendo organista de la iglesia de Onil y mi padre es profesor del conservatorio superior de Alicante. Yo empecé estudiando violonchelo a los 7 años con mi padre, que es el instrumento del cual él es profesor y solfeo con mi abuelo en casa con mis primos. Fue avanzando mi pasión por la música y a los 12 o 13 años, cambié el violonchelo por la trompeta porque me llamaba más la atención por la banda, salir a tocar por la calle en fiestas de Moros y Cristianos… hasta que llegó un punto en el que sentía nostalgia por los instrumentos de cuerda y decidí dejar la trompeta para empezar a tocar el contrabajo. La verdad es que mi caso fue algo no muy habitual en el mundo de la música.
(P): ¿Por qué dices que tu caso fue algo “fuera de lo habitual”?
(R): Digo que es poco habitual porque los músicos suelen tocar el mismo instrumento toda la vida. Pero no me cansé de probar cosas nuevas hasta que el contrabajo me hizo entender que era lo mío.
(P): ¿Recuerdas alguna anécdota de tu época de estudiante?
(R): Sí, por supuesto, las recuerdo todas, hace muy poco tiempo que dejé de estudiar. Tengo 26 años y acabé la carrera con 24, lo tengo todo muy reciente. Son demasiadas anécdotas las que he vivido y sería imposible destacar una en especial.
(P): ¿Con qué edad diste tu primer concierto?
(R): Como he dicho antes, mi carrera como músico es muy poco habitual; mi vida siempre ha ido ligada a la música de muchas formas. No recuerdo cuándo fue mi primer concierto con orquesta, pero juraría que mis primeros conciertos fueron con mis grupos de punk-rock en bares de pueblos y tendría unos 12 o 13 años (risas). Suena un poco extraño, pero me gusta que mi vida haya sido así de variada.
(P): ¿Has conocido a algún icono de la música durante tu carrera?
(R): Sí, he tenido la gran suerte de trabajar estos años con directores y solistas de primera talla a nivel mundial.
(P): ¿Qué se siente al formar parte de la Orquesta Nacional de España?
(R): Es una sensación increíble, supongo que equiparable a cualquier oposición. Mucha gente quiere trabajar en el extranjero y vivir cosas nuevas. Yo he tenido la suerte de viajar mucho estos últimos años y ver muchísimos países, lo suficiente como para darme cuenta de que lo que quiero en mi vida es vivir en España, y Madrid es una ciudad que me ha gustado siempre. Me gusta la gente de aquí, el clima, la comida, el sentido del humor y, por supuesto, tener a la familia a pocas horas de tren.
(P): ¿Cuál es el último premio que has recibido?
(R): El pasado 9 de enero, por mi contrato con la Orquesta Nacional de España. Fueron unas pruebas muy difíciles. Éramos cerca de 50 aspirantes para tan solo dos plazas. Hicieron una primera ronda, haciéndonos tocar a todos tras un telón (esto es bastante común para evitar favoritismos, enchufismos y demás). Llegamos nueve aspirantes a la segunda fase y de ahí nos eligieron a los dos.
(P): ¿Nombrarías a alguien en especial que te haya marcado en tu carrera?
(R): Siempre nombraré en primer lugar a mi familia, en especial a mi padre y a mi abuelo. A grandísimos maestros del contrabajo que me han guiado y ayudado en mi formación: Edicson Ruiz, Luis Cabrera, Pepe Hernández, Paco Lluch, Moisés Parejo y Pilar Sánchez, mi profesora de música de cámara del Conservatorio de Alicante, con quien aprendí muchísimo de música y me motivé durante mi época como estudiante.
(P): ¿Alguna experiencia que te gustaría repetir?
(R): Me considero una persona que ha exprimido su vida al máximo, todo a su medida y en su época. Diría que me gustaría repetir toda mi vida, pero cambiaría muy pocas cosas; volvería a vivirla más o menos igual.
(P): ¿Piensas que tu forma de ser te ha ayudado a llegar donde estás ahora?
(R): Por supuesto, soy una persona ambiciosa y con un carácter ganador. Pero agradezco las derrotas que me han hecho aprender a perder y a asumir que no todo sale siempre como uno quiere. Nunca me gustó hacer nada de manera mediocre. Puede que sea un defecto y que a veces me obsesione con las cosas, pero también me ha dado la vida y no me he planteado nunca cambiar mi forma de ser. Soy muy activo y odio hacer el vago. La pereza me entristece.
(P): Para finalizar la entrevista ¿Has tenido alguna vez dudas de si seguir por el camino de la música?
(R): A lo largo de mi vida siempre me rondaron cosas diversas por la cabeza, pero la música era la única que siempre estaba ahí. Siempre supe que me iba a dedicar a la música o algo relacionado con el deporte. Siempre han sido mis dos pasiones. Ahora con una estabilidad laboral, disfruto y entreno todo lo que no pude entrenar en mi época de estudiante y este año vuelvo a federarme y competir en triatlón. Pero ha valido la pena estos años de dedicación plena al contrabajo para llevar mi vida a mi antojo y hacer lo que más me gusta a día de hoy.