Si bien es conocido que el agua es un recurso escaso, quizás debamos preguntarnos qué cantidad de agua gastamos día a día. ¿Sabías que la mayor parte de la materia prima que consumimos necesita litros y litros de agua para convertirse en un producto del lineal del supermercado? Se necesita más agua para producir una hamburguesa que para mantener una higiene corporal básica durante una semana. ¡Vamos a conocer cuál es la relación entre los productos y el agua! La huella hídrica.
Como veníamos diciendo, la mayoría de los productos que usamos a diario han necesitado miles de litros en su fabricación. Hoy por hoy, podemos conocer su sostenibilidad gracias a la huella hídrica, que es un indicador que nos muestra la relación entre el volumen de agua consumido y contaminado por cada kg de producto. Este indicador no solo nos sirve para medir el gasto de agua en la industria, sino para estudiar nuevas formas de reciclar el agua, aplicar la tecnología para ganar en sostenibilidad y, sobretodo, para permitir que la gente conozca cuál es su consumo real de agua y pueda elegir la opción más sostenible cada vez que compra un producto.
La Huella Hídrica (desarrollada por la Universidad de Twente, Water Footprint Network) es una poderosa herramienta de concienciación de la opinión pública, con sus flujos virtuales de agua que viajan de unos continentes a otros.
Según Carolina Herrero, bióloga y profesora en la Universidad Nacional de Gral. Sarmiento (UNGS) ‘”1 kg de manzanas necesita 850 litros de agua” es decir, se necesitan 850 litros de agua desde que se cultivó un manzano, regarlo, mantenerlo, la recolección de los frutos hasta que llega al consumidor. Por otro lado “1kg de ternera requiere de 15.500 litros de agua, no solo se ve el consumo de agua necesaria para la hidratación o aseo del animal si no también se tiene en cuenta el alimento de este”.
Aparte de los alimentos, también existen otros bienes, como la ropa, que requiere de gran cantidad de agua para su fabricación, “una chaqueta de algodón necesita 11.000 litros de agua”.
Otro ejemplo cotidiano sería el de un desayuno sencillo, el de un café con leche, un zumo de naranja y unas tostadas con mantequilla se necesitan 430 litros de agua.
Basándose en datos mundiales según la Red de Huella Hídrica el promedio de consumo anual por persona es de 1380 m3,, siendo los países desarrollados los que lo superan ampliamente, como en EEUU que tiene una huella hídrica de 2842 m3 o en España que es de 2.619 m3
Cabe destacar que aproximadamente el 70 % de agua dulce proviene de lagos, ríos y acuíferos y se utiliza para la agricultura, basándose en los distintos métodos de regadío. Por un lado el método de inundación desperdicia del 50% del agua utilizada pero tiene una eficiencia del 50%. Otro método es el de riego por goteo o aspersión que desperdicia del 10% y una eficiencia del 90%.
Analizando los datos descritos nos damos cuenta del gasto de agua que se destina a la producción de alimentos o ropa. Según Borja Martínez, estudiante de Control y Seguridad Ambiental, existen varias soluciones o alternativas al problema del derroche del agua. Por un lado, aplicar sensores en sistemas de goteo para reducir el gasto de agua, en el que se aplican sensores que detecten la sequedad de la tierra y aumente o reduzca el sistema de riego. Por otro lado, mejorar la genética de vegetales para que toleren las sequias o necesiten menos gasto de agua para su crecimiento, o lo que es lo mismo, aumentar los alimentos transgénicos.
Hay algo que no podemos dejar escapar y es el consumo de productos de origen animal que consume una persona al año. Y es que, de media, una persona toma al año 26 kilos de pescado y 57kg de carne, según la INE. Además, 105.6 huevos, 96 litros de leche y 250 litros de aceite.
Según investigaciones científicas, el cuerpo humano no necesita ingerir más de 80 gr de carne diarios (equivalente a unos 29 kg de carne anual) si tiene una dieta variada y equilibrada. Sabiendo que el agua es un recurso que se puede agotar deberíamos tomar medidas para un uso responsable y sostenible.
¿Cómo se contabiliza el indicador de la huella hídrica?
Según Global Omnium se pueden contabilizar tres tipos de agua: el agua azul es la consumida por el ser humano y las empresas. Son los recursos hídricos dulces que hacen falta para fabricar un producto o prestar un servicio. Por otro lado, el agua verde atiende a la evaporación que experimenta durante los procesos, principalmente agua de lluvia almacenada en el suelo agrícola en forma de humedad. Finalmente, el agua gris se refiere al agua que se contamina como resultado de los procesos.
Para realizar la medición de la huella hídrica o contabilizar el agua necesaria se juntarían los tres tipos de agua (azul, verde y gris) y mediría la totalidad de la huella hídrica dándote la solución de cuánta agua vas a necesitar para realizar ese producto.
En la actualidad, la Organización Internacional para la Estandarización ha diseñado una norma técnica de aplicación universal, y es el primer paso para la normalización de este indicador tan necesario.
Con todo, al concluir este reportaje hemos deducido que deberíamos prestar atención al agua que consumimos pero no vemos. Hay una concienciación colectiva del ahorro del agua relacionado con la higiene personal (apagar el grifo mientras nos lavamos los diente, la ducha mientras nos enjabonamos, lavar el coche con agua reciclada…) sin embargo poca gente ha tomado la decisión de modificar sus hábitos alimenticios a favor de este otro tipo de ahorro de agua.